La ex RN, se ha perfilado como parte del sector más liberal de la dereca chilena, apoyando demandas como el aborto en tres causales, y los derechos de la diversidad sexual ¿Qué hay detrás de esta idea de progresismo?
E.E. Vergara Valparaíso, Chile
Miércoles 28 de febrero de 2018
Durante este día lunes, el presidente Sebastián Piñera, dio a conocer -vía streaming- cuáles serán los 15 intendentes que le acompañaran durante su gobierno desde el 11 de Marzo. Y si bien las miradas estuvieron puestas en personajes derechamente reaccionarios como el pinochetista Jorge Ulloa como intendente del Bíobío, otro nombre que llamó la atención fue el de la independiente Karla Rubilar, quien se muestra como parte del sector progresista al interior de la derecha chilena, ocupando el puesto de intendenta por la Región Metropolitana.
Es en este sentido, que la sucesora de Orrego, ha señalado que el sello de su gestión como intendenta será la “labor ciudadana” como parte “integral” de un gobierno de “unidad” entre los distintos ministerios.
“No queremos un gobierno que sea reactivo solamente cuando hay una catástrofe o problema, sino que se anticipe a esas situaciones y que tenga un trabajo con todos los ministerios muy fuerte” señaló Rubilar para el medio La Tercera.
¿Rubilar y derecha?
Sin embargo más allá de una serie de elementos que han intentado perfilar a Rubilar como una personalidad progresista, en materia de la política hacia las mujeres y la diversidad sexual -como por ejemplo la ley de aborto en tres causales- lo cierto es que existe una serie de medidas reaccionarias detrás de su accionar político. Cabe destacar la elaboración del plan Estadio Seguro junto al ex ministro del interior Hinzpeter, que significó una mayor ingerencia policial en los estadios. Así también es conocida su férrea defensa al presidente Sebastián Piñera, uno de los políticos más cuestionados de nuestro país por sus vínculos entre negocios y política.
¿Una derecha progresista?
Es en este sentido que presentándose como la carta liberal de la derecha, tratando de ser la bisagra entre la “ciudadanía” y el gobierno regional, lo cierto es que el papel de Rubilar tendrá que actuar directamente en dos materias ultra sensibles para la sociedad chilena, como son la seguridad, control y represión en Santiago, de la mano de un alcalde como Felipe Alessandri, quien ha mostrado un línea de criminalización y represión, no sólo hacia los estudiantes, sino hacia los inmigrantes y comerciantes locales.
Esa será la prueba de Rubilar, quien permanentemente se ha mostrado como abanderada de los derechos de la mujer y la diversidad sexual, inmigrantes, o la salud ¿Qué tanto de cierto tendrá esto?¿No será acaso la otra cara de la misma moneda?¿No será la hipocresía de la derecha en acción una vez más?
