Rusia inició el miércoles su campaña de ataques aéreos en Siria, la mayor intervención del Kremlin en Oriente Medio en décadas. Se abre una nueva fase en el complejo escenario de la guerra en Siria.
Jueves 1ro de octubre de 2015
EFE/Alexey Nikolsky POOL
El Parlamento de Rusia habilitó este miércoles a Putín para bombardear Siria. Pocas horas después, sus aviones surcaban el aire y lanzaban los primeros bombardeos.
Putin defendió la legitimidad de la intervención rusa en Siria al ser solicitada “por escrito” por el propio líder sirio, Bachar al Asad, al contrario de lo que ocurre con los bombardeos de EEUU, Francia y Australia, dijo.
El Ministerio ruso de Defensa informó de que sus aviones efectuaron los primeros ataques contra ocho objetivos del Estado Islámico en zonas montañosas de Siria, desde centros de mando a arsenales de armas.
Rusia aseguró que solo impactó sobre posiciones del Estado Islámico, pero esto fue inmediatamente cuestionado por Estados Unidos y grupos rebeldes en terreno.
El secretario de Defensa de EE.UU., Ashton Carter, aseguró ayer que el primer ataque aéreo ruso en Siria parecía haber ocurrido en una zona sin control del grupo Estado Islámico (EI) y alertó del riesgo de una escalada militar en la guerra civil siria.
Los ataques aéreos llevaron a una nueva fase de inestabilidad a la guerra civil en Siria, que ya lleva cuatro años, mientras el presidente Vladimir Putin despliega la influencia rusa en una región altamente inestable.
Moscú y Washington ofrecieron relatos contradictorios de qué blancos habían sido atacados, subrayando las crecientes tensiones entre ambos.
El Ministerio de Defensa ruso dijo que los ataques apuntaron a equipamiento militar, instalaciones de comunicación, depósitos de armas, municiones y combustible de EI. Pero funcionarios estadounidenses sostuvieron que las incursiones parecían ser a blancos en la zona de Homs, pero ningún área en manos de EI.
Rusia advirtió a Estados Unidos antes de los ataques que mantuviera a sus aviones fuera del espacio aéreo sirio, pero Washington siguió adelante con su campaña de incursiones contra fuerzas de EI y dijo que había apuntado contra el grupo insurgente cerca de la ciudad siria de Aleppo.
En Moscú, Putin dijo que los ataques aéreos rusos en Siria serían limitados en alcance y que espera un “compromiso” de Assad “con su pueblo” para solucionar la situación en Siria.
Por su parte el Secretario de Estado John Kerry sostuvo que Washington tendría "graves preocupaciones" si Rusia atacara objetivos sirios donde no hubiera combatientes de EI.
Kerry también dijo ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que el Estado Islámico, "no puede ser derrotado mientras Bashar al-Assad siga siendo presidente de Siria".
En tanto, una fuente diplomática francesa dijo que atacar a Homs y a grupos opositores, pero no a al Estado Islámico, mostró que el principal objetivo del Kremlin es respaldar a Assad.
La compleja situación en la guerra de Siria, que ya lleva cuatro años y ha provocado más de 250.000 muertes, ha entrado en una nueva fase. La guerra concentra los intereses cruzados de Rusia, Estados Unidos, la UE, burguesías árabes y potencias regionales de Medio Oriente.
En esta edición publicamos una entrevista a Claudia Cinatti, analista internacional e integrante del staff de la Revista Estrategia Internacional, con un análisis en profundidad de la situación en Siria, para comprender las claves del conflicto.