AFA reformó sus estatutos para incorporar la Superliga como formato organizativo de Primera y Nacional B. Pero aún no existen los estatutos de la propia Superliga. Extraños “derechos de admisión”. Sigue la novela con más villanos que héroes.

Augusto Dorado @AugustoDorado
Sábado 16 de julio de 2016
Como en las malas novelas en las que parece que llega el final pero –con tal de mantener buenos niveles de audiencia- los libretistas le agregan capítulos y la trama se distorsiona a límites insospechados, la novela de la AFA y la Superliga tiene abierto un episodio que estaba en segundo plano. Como cuando de pronto la protagonista queda ciega, el galán pierde la memoria y no recuerda quién es o el malvado muere pero enseguida resucita. Y ella recupera milagrosamente la visión para observar como su amado también resuelve su problema neurológico por obra y arte del mismísimo amor. Un bodrio de ficción, pero que en el fútbol es auténtica realidad.
La Superliga es casi un hecho. Lo que queda por determinar es de qué se tratará ese hecho. Es casi imposible que tenga vuelta atrás, pero existe un nuevo frente de conflicto: el estatuto de la Superliga, la letra chica del campeonato que aglutinará a la Primera División y la Segunda (el Nacional B) con un mayor margen de autonomía en relación a la AFA, con el objetivo de marketinizar y comercializar en mayores proporciones al fútbol nacional.
Parece un chiste pero la dirigencia que votó por abrumadora mayoría, como durante la era Grondona, por 70 a 1 a favor de modificar los estatutos de AFA para incorporar la Superliga… ¡No conoce los estatutos de la Superliga! Y no los conoce ni los conoció porque en sus detalles, todavía está en preparación. Circulan borradores y la versión definitiva será la que debe ser presentada ante la Inspección General de Justicia (IGJ) que debe darle el visto bueno. Luego quedará en manos del Comité Normalizador de FIFA darle aprobación definitiva.
Daniel Viola, abogado especialista en Derecho Deportivo, explicó en el programa ESPN FC (en radio FM 107.9) que ese estatuto todavía está en preparación, que circula por las esferas dirigenciales de los clubes y que despertó resistencia en los clubes del ascenso, especialmente en los de la B Metropolitana, la C, la D y los Torneos Federales. Existe una cláusula embrollada que plantea una especie de “derecho” de admisión para el ingreso a la Superliga (por ejemplo, coronándose de la B Metropolitana o del Argentino A); un club podría quedar excluído si no cumple ciertos requisitos financieros o de “seguridad deportiva” (infraestructura acorde a normas impuestas por ese estatuto, que tampoco son al pie de la letra las mismas dictadas por FIFA).
Es obvio que para muchos clubes humildes, hay requisitos que son inalcanzables. Por lo tanto, su entrada a la Superliga, también será inalcanzable. Así, esos campeonatos serán para la elite de los clubes más poderosos que deciden las condiciones que le imponen a los más débiles.
Así de improvisada es la dirigencia del fútbol argentino. Como las novelas malas, que tenían un guión original pero sobre la marcha se improvisan arbitrariedades que disminuyen la calidad de la historia. Lo triste es que se trata del fútbol y de clubes con los que muchas personas construyen su identidad y en los que depositan sentimientos. Por lo general, algo parecido al amor, cuando no es eso directamente.