Durante la conferencia de este viernes, el presidente se refirió a la situación económica del país, la inflación y la inversión en el sector petrolero.
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Viernes 17 de junio de 2022
La mañanera de este viernes inició con López Obrador refiriéndose a la inflación y recesión económica, la cual afecta a todo el mundo por los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania, "sobre todo al sector energético". AMLO aseguró que faltó "diplomacia" y "política" para evitar el conflicto, como si no hubiera una pugna entre los oligarcas ucranianos nacionalistas dependientes de la UE y aquellos que prefieren depender de Putin, como ya lo han explicado nuestros compañeros Philippe Alcoy, Juan Chingo y Pierre Reip en este artículo.
Pero precisamente este intento de ocultar los intereses capitalistas detrás de la guerra es lo que le permite volver a su discurso anti-corrupción, donde insistió que en el periodo neoliberal no se invirtió en refinerías en nuestro país, dejando varias improductivas "porque no creían en eso, apostaron por extraer petróleo, venderlo y no procesarlo". "Nosotros nos propusimos lograr la autosuficiencia en combustibles y por eso hemos invertido en la rehabilitación de refinerías y logramos ya procesar el doble de petróleo crudo que se procesaba en las seis refinerías, que estaban en estado deplorable, en ruinas", aseguró esta mañana, rematando con: "aunque le duela a nuestros adversarios, nosotros compramos la refinería Deer Park".
"La inflación es un problema grave y estamos haciendo lo que nos corresponde para que no nos afecte, sobre todo la economía popular; la clave está en producir lo que consumimos", declaró. A pesar de ello, dijo que "el T-MEC nos está apoyando mucho" porque "nos salvó cuando la pandemia para que no se nos desplomara por completo la economía".
Efectivamente eso sucedió, pero tampoco habría sido posible de no ser por la sujeción de México a Estados Unidos —que AMLO no menciona—, la cual, como hemos expresado en otras ocasiones desde este diario, provocó, en pleno semáforo rojo, aumento de contagios debido a que el gobierno decretó que las industrias automotriz y maquilera eran estratégicas y ordenó su reapertura inmediata luego de que el entonces presidente Donald Trump lo ordenara.
Asimismo, el presidente destacó que la cifra de registrados ante el IMSS "no aumentó como queríamos, pero no hubo pérdidas de empleos, y es récord, 21 millones 25 mil 320 trabajadores inscritos en el seguro". Esta aparente disparidad se debe al aumento del outsourcing, el cual ha sido avalado por este gobierno.
Finalmente, el presidente espera que en la reunión que pronto sostendrá con el presidente Joe Biden —que surge como resultado de que AMLO y otros mandatarios se rehusaran a asistir a la IX Cumbre de las Américas— se puedan reunir junto con empresarios de ambos países.
Son gestos que desnudan el carácter pro-capitalista del gobierno de la 4T, que en muchos aspectos mantiene continuidad con aquellas que tanto le recriminaba a las administraciones neoliberales cuando se encontraba en la oposición.