Nuevamente el senado se vuelve el espacio clave para tres debates que cruzan el momento político del país: por un lado se debate la ley de indulto, por otro el cuarto retiro y de fondo la acusación constitucional contra Piñera. Los tiempos para las votaciones comienzan a estrecharse y al parecer ganan los mismos de siempre: los empresarios y el gobierno.
Lunes 25 de octubre de 2021
Semanas claves serán las próximas para el Senado. Desde el gobierno han señalado con insistencia la necesidad de “condenar” la violencia que se ha visto en las calles en el marco de la conmemoración del 18 de octubre, junto con este llamado el subsecretario Galli (interior) fustigó que “dejen de postergar el debate sobre la ley de indulto y pase a votación”. El gobierno hace esta jugada porque sabe que no están los votos para su aprobación y por lo tanto se mantendrá la injusticia contra las y los presos políticos de la revuelta.
Además, tras el ingreso del proyecto de cuarto retiro de los fondos de las AFP al hemiciclo, diversos senadores/as de oposición y oficialismo han jugado fuerte con un discurso contra este cuarto retiro señalando las presiones inflacionarias o el daño que estos generan sobre las futuras pensiones, sin observar el brutal reparto de las utilidades de las grandes empresas o el contexto internacional de alza de precios los alimentos.
Por otro lado el banco central, las AFP y las cámaras empresariales han insistido en lo negativo que es para la economía los retiros y han hecho constantes llamados al rechazo a esta política.
Pero lo que determinará finalmente los tiempos en los cuales se vote el cuarto retiro será la Acusación Constitucional contra Piñera, ya que está, de ser aprobada en la cámara, entrará con prioridad y por lo tanto con discusión inmediata.
De darse este escenario la votación del cuarto retiro pasará, probablemente, para posterior a la elección presidencial, lo que podría descomprimir su discusión debido al aprovechamiento político que tiene su resolución.
Basta de pagar la crisis con nuestros ahorros
Sin lugar a dudas un importante sector de la clase trabajadora y los sectores populares se encuentra aún afectada por la crisis que generó la pandemia y posterior crisis económica. Hasta ahora los retiros y el IFE, aún cuando son insuficientes, han servido para sostener la situación.
Ahora los partidos tradicionales y el Frente Amplio, han hecho demagogia con las ayudas sociales a través de los fondos de las AFP. Ellos han aprobado los retiros porque se negaron a votar un proyecto de ley que aumentará los impuestos a las grandes empresas y fortunas para financiar un ingreso de emergencia igual a la canasta familiar para todas las personas que lo necesitaran. En vez de tocar los intereses de los grandes empresarios, transversalmente los partidos votaron que la crisis se pagara con los ahorros de las y los trabajadores.
Esta situación no puede continuar, hay que terminar con las AFP, entregar el 100% de los fondos, avanzar a la nacionalización de los recursos naturales y estratégicos del país bajo control de sus trabajadores para poner las ganancias de estas empresas al servicio de las grandes mayorías, que dichas ganancias sirvan para garantizar pensiones y un sueldo mínimo de 600 mil pesos