Cerca de 400 trabajadores de ferias de localidades de La Matanza se movilizaron al Palacio Municipal y luego cortaron los accesos de la Rotonda de San Justo. Denunciaron que “no nos dejan trabajar y es el único sustento que tenemos”.
Viernes 22 de enero de 2021 21:40
Feriantes de La Matanza se movilizaron al municipio y cortaron la rotonda de San Justo - YouTube
“Vendo en las ferias hace 29 años, tengo cinco hijos y gracias a eso es que los hice estudiar. Es el único sustento que tenemos y nos están avasallando, no nos dejan trabajar, nos maltratan y no hay quién nos haga caso”. Esta es la realidad, multiplicada por cientos y cientos, de los trabajadores de las ferias de Oro Verde, Calderón de la Barca, Cassma, Villa Celina y Eva Duarte que se movilizaron este viernes hasta la Municipalidad de La Matanza y que luego cortaron la Rotonda de San Justo ante la falta de respuestas de las autoridades en relación a los permisos para poder poner sus puestos de trabajo.
El sábado pasado, un operativo policial en la feria Eva Duarte y Oro Verde impidió que los feriantes pudieran trabajar sin tener ninguna constancia que avale esta medida: “cuando pedimos que nos mostraran algo por escrito nos faltaron el respeto y quisieron golpear a nuestros compañeros”, declaró una de las mujeres que se movilizaron a San Justo”.
Los pasacalles que portaban los trabajadores aludían y responsabilizaban de forma directa al intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, por la situación que están atravesando. “Espinoza no nos dé la espalda, nosotros lo votamos” y “Espinoza: las ferias son la economía popular matancera”, el descontento y la bronca de los feriantes se hizo palpable: “nosotros votamos a un gobierno democrático en donde podamos trabajar, no puede ser que tanta gente se quede sin fuente de trabajo”.
Los argumentos para no dejar trabajar a los feriantes son requisitos relacionados con la pandemia vigente, tal como ya lo reflejamos anteriormente, pero los trabajadores informan que cumplen con todas las medidas de prevención con distanciamiento social y uso de tapabocas. Finalmente desde el Municipio les informaron que hasta el 31 de enero no podrán trabajar y que “en la semana vamos a tener una reunión para saber si hay posibilidades de volver”, pero lo único que tienen los feriantes son más incertidumbres que certezas. “No tenemos ninguna solución. Vamos a seguir peleando hasta tener una respuesta positiva para todos los compañeros”.
Las ferias de La Matanza y este reclamo no hacen más que denunciar una realidad: los gobiernos de turno no hicieron más que seguir profundizando una crisis que viene de arrastre en La Matanza, la capital de la madre de todas las batallas peronistas, que llevan a que la venta a la intemperie de las ferias sean la única posibilidad laboral de miles de personas a lo largo del municipio y que muchos incluso están hace décadas sobreviviendo de esta manera.
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El trabajo precario, la informalidad y las condiciones de vida que llevan a que también muchas familias tomen tierras como única opción para darle un techo a sus hijos, es lo que hoy los lleva a salir a las calles y enfrentar una crisis que golpea sobre estos sectores, que son quienes más la sufren. Por esto es necesaria y urgente la exigencia de trabajo digno y genuino para todos, el reparto de horas de trabajo entre ocupados y desocupados, demandas urgentes para que los trabajadores no solamente salgan de la informalidad sino que también lo hagan en mejores condiciones para pelear a su vez por una vivienda y mejorar su vida y la de sus familias.
