Era una noche de asado familiar. Afuera, donde está la parrilla, dos concuñados y un vecino estaban a cargo del fuego. Uno lo hacia para colaborar con el cumpleaños de su suegra. Los otros dos en realidad estaban a cargo más del vino que del fuego y estaban afuera en la noche fría para hacerle compañía al asador.
Miércoles 29 de octubre de 2014
Entre los concuñados casi no había nada en común. Ni mucha simpatía recíproca, ni demasiado tema de conversación. El vecino era el que ponía pimienta a la noche pero al entrar a la casa a buscar otro vino los dejó solos a los involuntarios familiares. También les dejó un silencio incómodo.
"Che, hace rato que no te veo y no te felicité por la Libertadores de San Lorenzo", dijo el que pensó que iba a ser mejor fumarse la noche de la manera mas afable posible.
El asador es cuervo fanático y, quizás porque no se esperaba el elogio, cambió la actitud por vez primera desde que se conocía con el otro.
La charla transcurrió amablemente, atravesando momentos de la copa, el Pipi Romagnoli, Ortigoza, la alegría histórica de ese festejo tan esperado por la parcialidad azulgrana.
Para el que no era hincha de San Lorenzo era un alivio tener esa conversación en este momento en el que los de Boedo no están atravesando un buen momento futbolístico. Así se evitaba "agrandadas" del asador, quien no se caracteriza por su humildad precisamente.
"Ahora se siente mucho la ausencia de Piatti. Me parece que bajaron mucho la producción futbolística desde que no está... Incluso en la final se notó cómo lo necesita el equipo", reflexionó el acompañante. Justo volvía el vecino con un vino barato pero muy rico.
"Sí, es cierto. Pero igual estamos jugando mal y dejando una imagen floja para engañar al Real Madrid", teorizó el cuervo. El otro y el vecino se miraron sorprendidos y miraron la botella de vino. Aún no estaba tan vacía...
"Claro, los tipos miran los videos de San Lorenzo. A nosotros nos conviene que nos vean así, se relajan y... Zas!! Los pasamos por arriba en la final del Mundial de clubes", se explayó. El asador daba por descontado que en el certamen a jugarse en Marruecos, le ganarán sin problemas a algún club africano o asiático, para enfrentar en una hipotética final a los merengues de Cristiano Ronaldo. "Es una táctica de Bauza", concluyó seguro.
"Che, pero les está saliendo demasiado bien la táctica", se reía el vecino.
El cuervo ni se mosqueó. Evidentemente ha sido tal la alegría de obtener su primer Copa Libertadores después de tantas frustraciones y cargadas de los rivales, que el optimismo es tanto como para elucubrar teorías sin ninguna lógica, como la del engaño al Real Madrid.
El concuñado agradeció para sus adentros a Ortigoza y aquel gol en la final.
Gracias a él, al menos pudo sostener una conversación relativamente interesante con el agrandado cuervo... Aunque hubiera preferido estar en el cine viendo una película iraní, al menos se hizo más transitable la noche junto a la parrilla.
