Herdez es una empresa que declara en su página oficial contar con 14 plantas en el país, 3 de ellas en San Luis Potosí y exportar sus productos a 21 países. Además, trata de proyectar una imagen de empresa “socialmente responsable”, pero ¿en qué condiciones laboran sus trabajadoras? A continuación compartimos una reflexión y testimonio que nos llegan de San Luis Potosí.
Viernes 23 de julio de 2021
Trabajadores Organizados de San Luis Potosí
Con tal de generar grandes ganancias, las empresas ponen en peligro la salud de las y los trabajadores.
Desde que inició el trabajo en la industria, las y los trabajadores han sufrido mutilaciones, lesiones, fracturas etc., con tal de generar riqueza los capitalistas han usado siempre al trabajador como una mercancía o una herramienta más de trabajo. Las condiciones de trabajo han mejorado solo un poco y gracias a las luchas de la clase trabajadora durante muchos años.
Por eso hoy las empresas aparentan tener normas de seguridad e higiene y reglamentos, en fin, toda una serie de mecanismos y protocolos de protección para que el trabajador no sufra accidentes durante su jornada de trabajo.
Pero el diseño de procesos de trabajo en línea, repetitivo, con ritmos muy acelerados para romper récords de producción, sigue garantizando e incrementando la explotación de los trabajadores, las empresas los exprimen al máximo. Se reducen, por ejemplo, los tiempos de descanso o comida e incluso se les niega o reducen permisos para ir al baño.
Violación de normas de seguridad y despidos de trabajadoras por lesionarse
Según la NORMA Oficial Mexicana NOM-036-1-STPS-2018 de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS), las mujeres no deben cargar un peso máximo de 20 kg. Pero en la planta de Herdez en San Luis Potosí esto no se aplica, como nos han contado en un testimonio anónimo.
En la planta de Herdez de San Luis Potosí, ponen a mujeres en las líneas de producción a cargar cajas muy pesadas, como el proceso en línea es muy rápido y la producción no puede parar, las trabajadoras tienen que maniobrar muy rápido, debido a esto y al peso de las cajas han sufrido muchos accidentes y lesiones.
Desafortunadamente, después de sufrir accidentes y lesiones muchas mujeres son despedidas. Tan pronto regresan de su recuperación las despiden, de esta forma la empresa evita hacerse cargo de las secuelas del accidente o de la lesión y que las trabajadoras se incapaciten constantemente. En esta empresa la producción es lo primero, los trabajadores pasan a un segundo o tercer plano.
Aunque la Secretaría del Trabajo establece normas de seguridad e higiene, la triste realidad es que en las empresas no se aplican y esta empresa es un claro ejemplo, ya que no hay comisiones de seguridad e higiene, ni sindicato auténtico que busquen salvaguardar la salud de los trabajadores.
Como se podrá observar, aunque existe una campaña mediática muy intensa que habla maravillas de empresas como esta, para aparentar que se trata de una buena empresa, socialmente responsable, la triste realidad es que los trabajadores están en un centro de trabajo inseguro, con una paga miserable y aguantando violaciones constantes a sus derechos humanos y laborales, ese es el verdadero rostro de este capitalismo cruel e inhumano.
Hay que perder el miedo y organizarnos
Por eso los trabajadores tenemos que reflexionar sobre nuestra realidad, aunque estamos sometidos y atemorizados por la situación económica o por las pocas oportunidades de trabajo, no podemos seguir soportando tanto abuso.
Es necesario perder el miedo y empezar a buscar soluciones a estos males. La mejor forma es la organización, discutir estos temas entre compañeros de trabajo, con nuestros amigos y familiares que viven lo mismo que nosotros, hacer círculos de estudio y de organización, de discusión política, sobre todo empezar afilar esas armas que nos van a liberar de estas cadenas de esclavitud a las que estamos sometidos.