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Red Internacional
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OPINIÓN. San Luis: cuando la violencia machista es premiada con la política

Después de la última marcha por “NiUnaMenos”, los hermanos Rodríguez Saá nombraron como precandidato a legislador provincial a sindicalista machista y misógino.

Viernes 23 de junio de 2017

Las últimas movilizaciones por “NiUnaMenos” marcaron la agenda política del gobierno provincial, obligándolo, al menos en apariencias, a mostrar algunas medidas que demuestren a la sociedad que la administración Rodríguez Saá tiene sensibilidad por las víctimas del machismo. Tal es así que en su discurso anual de apertura de sesiones de la Legislatura Provincial, el gobernador Alberto Rodríguez Saá se refirió a la violencia que sufren las mujeres y pidió aunar esfuerzos para combatir este flagelo.

Pero, más allá de los discursos, de la creación de la Secretaria de la Mujer y de las superficiales campañas de concientización y prevención, todas usadas como propaganda de campañas electorales, la realidad política demuestra que la violencia contra la mujer no es una prioridad para quienes gobiernan la provincia hace 34 años. Esto lo demuestra el hecho de que el “Frente Unidad Justicialista de San Luis”, liderado por los hermanos Rodríguez Saá y sectores del kirchnerismo, nombró como precandidato a Senador Provincial a Ariel Rosendo (en la foto, viste remera verde), Secretario General del SMATA de Villa Mercedes, quien además de ser parte de la burocracia sindical de Ricardo Pignanelli, ha sido denunciado por violencia de género contra su ex pareja y por intento de abuso sexual hacia una ex empleada del sindicato.

La denuncia por violencia contra su ex pareja fue radicada hace unos años en el Juzgado de Familia de jurisdicción mercedina en la que se ordenó, tras una pericia psicológica, la exclusión de domicilio y prohibición de acercamiento para preservar la integridad psicofísica de la víctima.

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Mientras que la denuncia por intento de abuso sexual, la realizó una ex empleada del gremio a través de las redes sociales al enterarse de que Rosendo se postulaba como precandidato. “Nunca olvidaré el miedo, asco y la repulsión que me hizo sentir cuando trató de agarrarme por la fuerza. No quiero ni pensar si es Senador, pobre las mujeres. Me dejó sin trabajo. Yo limpiaba las oficinas, el club y los salones. No alcancé a entrar que se abalanzó sobre mí, está de más decir para qué. Me dejó sin trabajo por no acceder a sus bajos instintos”, publicaba la víctima en su cuenta de Facebook, una vez enterada de la precandidatura. Ella, como tantas otras víctimas, no pudo callar su dolor e indignación. Por eso, decidió hacer pública su denuncia, pero como si fuera poco sobreponerse al acoso y a la pérdida de su trabajo, debe hoy soportar el cerco y la censura mediática de los medios que responden al poder político.

Tras difundirse las denuncias que comprometen al sindicalista devenido ahora en político, sorpresivamente el diario de mayor tirada en la Provincia “El Diario de La República”, cuya propiedad pertenece a la familia Rodríguez Saá, “omitió” publicar el nombre de Ariel Rosendo en la lista de todos los precandidatos a cargos provinciales que se postulan este año. ¿Por qué? ¿A quién quisieron proteger y cubrir?

Estos casos de violencia fueron repudiados por Johana Gómez, referente provincial de la agrupación de mujeres Pan y Rosas y precandidata a diputada nacional del Partido de Trabajadores Socialistas en el Frente de Izquierda y los Trabajadores (PTS – FIT), lo mismo que el machismo y la misoginia que representa la precandidatura de Rosendo, en solidaridad con las víctimas de violencia de género, cuyos casos (como el de Giuliana Karen Leal, María Rosa Salazar, Brenda Arias, Ana Belén Araujo, Marilyn Cejas, Tamara Olguín y Florencia Di Marco) muestran la verdadera cara de un Gobierno y un frente electoral que lejos de defender los derechos de las mujeres premian la violencia con la política, colocando a personajes machistas, golpeadores y abusadores dentro de sus listas de precandidatos.