En las últimas semanas, como parte del ajuste llevado a cabo por el gobierno de Macri, se vienen produciendo una serie de despidos en Dybelcorp S.A. Mientras el sindicato brilla por su ausencia, crece la bronca de los trabajadores.
Jueves 1ro de febrero de 2018 23:54
Como si fuera poco el paquetazo de leyes contra los jubilados y el pueblo trabajador, los decretos y la misma tregua que da la CGT al gobierno de Macri, se vienen produciendo una serie de despidos en la fábrica Dybelrcorp de San Martín. La misma produce la reconocida marca “TSU Cosméticos”.
Según nos cuentan los trabajadores de la planta, uno a uno fueron llegando los telegramas que decían a modo de excusa que debido a la “la grave crisis que afecta a la actividad, nos vemos inevitablemente obligados a prescindir de sus servicios en virtud de encontrarnos materialmente imposibilitados de suministrarle trabajo”. Aduciendo una -supuesta- crisis económica, producto del incendio de la planta “Arca distribuidora” que se encuentra en las inmediaciones de Dybelcorp. Extraña “excusa” que ningún trabajador se la cree, ya que dicho incendio se produjo… ¡en el año 2011!
Algunos trabajadores nos contaban con indignación que “estábamos a punto de empezar a trabajar y desde las 5.30 de la mañana ya estaba el gerente de la planta, la jefa de RRHH y un abogado de la empresa. Y fueron a buscar a los compañeros sector por sector para despedirlos, e incluso fueron a buscarlos hasta los vestuarios, mientras se estaban cambiando”.
Otro trabajador dijo que “yo pensé que zafé de los despidos porque ya me encontraba adentro y había fichado. Y en solo unos segundos el jefe de planta me llevo sin darme tiempo ni siquiera a recoger mis pertenencias y mucho menos saludar a mis compañeros con los que trabajé durante muchos años”.
Por otra parte un compañero despedido nos dijo que “mi señora se puso muy mal porque por problemas de salud ella se atendía por la Obra social… y ahora ya no la va poder usar más”.
Evidentemente en los números de esta patronal, no está en cuenta la familia que está detrás de cada trabajador. Piensan que solo somos un número de legajo, o un material descartable que puede ser fácilmente desechable en cualquier momento. Precarizan nuestras vidas y aumentan sus ganancias.
Párrafo aparte merece el rol del sindicato. Mientras todo este atropello sucedía, los delegados no solo no estuvieron a la altura de resistir los despidos, sino que dejaron correr que “no se podía hacer nada”.
Lejos de ello, la lucha de los trabajadores del Hospital Posadas, los mineros de Rio Turbio, los trabajadores de Fanazul y miles de trabajadores que resisten los despidos y suspensiones en todo el país, estarían demostrando lo contrario. Incluso, los trabajadores salen a luchar muy a pesar de las conducciones gremiales oficiales, y de las pocas ganas de los burócratas sindicales de salir de sus cómodos privilegios y ostentosas vacaciones.
Lo mínimo que tendría que hacer el Sindicato de Perfumistas es llamar a una asamblea de afiliados y no afiliados, de contratados y trabajadores de planta permanente; para debatir un plan de lucha que esté a la altura del ataque planteado. Nada impide que los empleados perfumistas pelen codo a codo con los trabajadores del Hospital Posadas, del INTI, y demás empresas de la zona norte. Y si Dybelcorp dice que tiene crisis económica y que están en preventivo de crisis, entonces que abran los libros de contabilidad, y nosotros los trabajadores mismos estudiaremos que tan profunda es la “supuesta” crisis. Con semejante crisis no puede haber lugar para el secreto comercial.
Desde el Movimiento de Agrupaciones Clasistas (MAC), estaremos a disposición de los trabajadores que quieran enfrentar los despidos, para coordinar con todos los que quieran pelearla y organizarnos independientemente de la burocracia sindical y de los partidos patronales.