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Red Internacional
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Violencia Policial. San Martín: una semana sin culpables presos por el crimen de Víctor González

Tras un nuevo caso de gatillo fácil de la Policía Bonaerense hubo movilización de familiares y vecinos. El caso tiene relación con el asesinato de Tomás, un pibe de 14 años, ocurrido horas antes.

Sábado 1ro de octubre de 2016

Ayer cientos de vecinos del barrio Catanga de la localidad de San Martín se movilizaron para exigir justicia y el esclarecimiento del asesinato de Víctor González.

El viernes anterior el joven trabajador de la construcción, cuando estaba en la puerta de un almacén de su barrio tomando una cerveza, fue fusilado por la Policía Bonaerense.

Esa fuerza represiva montó un operativo frente al caso de Tomás, un chico de 14 años que había caído muerto en un tiroteo horas antes.

Víctor tenía 37 años y era padre de un adolescente de 17 años y de una bebé que todavía no cumplió un año. Este nuevo caso se suma a la larga lista de casos de gatillo fácil en San Martín.

La movilización partió de las calles Coronel Mom y José C. Paz para llegar a Ruta 8 y Avenida Perón. Y allí se produjo un hecho que para muchos parecerá curioso. Sorteada la mentira que quiso instalar la policía sobre lo ocurrido, la familia de Tomás, el niño de 14 años asesinado, se sumó a la marcha en solidaridad con los familiares de Víctor. Frente a los medios ambas familias se unieron en el pedido de de justicia y denunciaron que la policía acusó a Víctor de ser el responsable de la muerte del niño.

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Mientras José María Fernández, secretario de gobierno y seguridad del municipio del intendente Gabriel Katopodis, después de producido el hecho en una entrevista en Radio Urbana hacía alarde de haber relevado a 18 comisarios ‘’por hacer mal su trabajo’’ y que ‘’el problema en San Martín es la falta de coordinación de las fuerzas de seguridad que intervienen en el distrito (Prefectura, Policía Federal, Gendarmería, Policía Local y Bonaerense)’’, vemos cómo cada vez más los barrios más humildes de San Martín se vuelven el centro de las cacerías de brujas por parte de la policía hacia los jóvenes y trabajadores. Las únicas zonas liberadas son para que las fuerzas de seguridad tengan impunidad para el gatillo fácil y la criminalización de la pobreza.

La Izquierda Diario conversó en la movilización con Carlos, hermano de Víctor.

¿Qué fue lo que le pasó a Víctor?

  •  Víctor es una víctima de gatillo fácil porque él estaba parado tomando una cerveza y la Policía entró tirando tiros y le pegó un tiro en el torax acabando con su vida. Nosotros lo único que queremos es justicia. Que se haga justicia para estos casos. Así como éste, hay miles de casos que quedan impunes. Que no quede así como siempre pasa en todos los barrios, así como los que vivimos nosotros, que supuestamente ellos les llaman barrios de emergencia ¿no?

    Nosotros lo único que queremos y que le pedimos a la fiscal es que apure el trámite. Nosotros queremos a los responsables que le dispararon, lo único que nos interesa a nosotros es que el responsable que tiró que lo agarren y que pague lo que tiene que pagar, si no al final nadie hace nada acá. Están todos locos estos, no sé lo que quieren hacer.

    ¿El Ministerio de Seguridad provincial o la municipalidad les dieron alguna explicación?

  •  Acá no nos dijeron nada. Cuando hablamos con la fiscal, la primera vez no nos dijo nada. Después, cuando le dijimos que estábamos hablando con diputados de la Campaña contra la Violencia Institucional, es como que apaciguó un poco. Pero a ella no le importó cuando yo le fui a contar que me acababan de matar a mi hermano.

    Estuve cuatro días sin dormir, a mi hermano lo trajeron cuatro días después, lo tuvimos que enterrar. Nosotros por lo menos lo queríamos enterrar para que descanse en paz.

    Luego de cortar Ruta 8 y Perón durante media hora los familiares y vecinos movilizados volvieron al barrio a escrachar la comisaría al canto de ‘’yo sabía, yo sabía que a Víctor lo mató la policía asesina’’ y pintando ‘’gatillo fácil’’ y ‘’justicia por Víctor’’.

    Una semana después del asesinato de Víctor no hay ningún responsable de las fuerzas de seguridad preso, ni tampoco un esclarecimiento de quién dio la orden de la razzia policial que dejó como resultado el fusilamiento del joven obrero de la construcción.