Se viene la marcha mundial por la legalización de la marihuana el sábado 5. Las y los estudiantes proponen abrir el debate sobre el estado actual y las perspectivas de organización para una lucha que continúa.
Lunes 30 de abril de 2018
Hace unos días se volvió a escuchar el mismo relato. Similares en cuanto a los personajes que encarnan la historia: una compañera, en este caso de la escuela de arte, y un agente de la Policía.
A la piba la frenaron en la vía pública por llevar una cerveza. Le revisaron sus pertenencias y entre ellas le sacaron un porro. “Te lo rompo o te llevamos”, le dijeron.
Una vez más la juventud enfrenta la hostilidad y el abuso de poder que ejerce la fuerza de “seguridad”.
Este es solo uno de los tantos casos que suceden a diario, situación que se sostiene por la penalización del uso recreativo de la marihuana y el auto cultivo.
Los jóvenes estamos acostumbrados a la persecución y las detenciones arbitrarias. En cualquier lugar te llevan o te persiguen por portación de rostro o por pertenecer a un barrio humilde de la ciudad.
Hoy, a sabiendas de que hace un año se logró, gracias a la lucha y la movilización, la sanción de la ley que permite la utilización del cannabis medicinal, los jóvenes estamos cansados de que la misma Policía que persigue y detiene a los consumidores sea uno de los principales organizadores del narcotráfico, en complicidad con políticos y jueces.
También estamos cansados de que la supuesta guerra contra el narcotráfico sólo sirva para criminalizar a la juventud o encarcelar a consumidores y soldaditos, pero nunca para atacar a quienes realmente manejan este negocio millonario.
En San Nicolás, "la ciudad de la virgen", donde es moneda corriente la persecución de jóvenes en plazas y barrios, es sumamente progresivo que los jóvenes podamos manifestarnos y marchar por la legalización y el autocultivo.
Sin embargo, no queremos dejar de denunciar la hipocresía, tanto de los sectores ligados al kirchnerismo, que en doce años hicieron la vista gorda, como del Partido Socialista, que por un lado organiza una marcha por la legalización y por el otro, cruzando el Arroyo del Medio, gobierna hace años Santa Fe, la provincia con los índices más altos de narcotráfico, trata y gatillo fácil.
En relación a esta lucha, sostenida durante años por diversas organizaciones de cultivadores y partidos de izquierda, el diputado Nicolás del Caño sostiene que, "desde el PTS en el Frente de Izquierda impulsamos la lucha por la legalización integral de la marihuana, desde el cultivo hasta la comercialización y el consumo y también nos movilizamos por la libertad a todos los presos por cultivar y por la amnistía a todos los procesados por tener, usar y cultivar marihuana. Hay que seguir exigiendo activamente en las calles la despenalización del auto cultivo y el consumo recreativo".
Es por este motivo que hace dos años tanto Nicolás, como Myriam Bregman y otros referentes, ponen a disposición y presentan en el Congreso, un anteproyecto de Ley para la legalización del cannabis.
A diferencia de quienes proponen modificaciones parciales a la actual Ley de Estupefacientes, reconociendo a lo sumo la despenalización de la planta para consumo personal, el proyecto de la izquierda es el primero en la historia del país en proponer la legalización integral del uso de la marihuana para cualquier fin.
Para nosotros los jóvenes, la lucha por la legalización de las drogas es también una lucha por nuestras libertades democráticas, una lucha necesaria contra la legislación reaccionaria y el control social del Estado capitalista que permanentemente obtiene beneficios gracias a la ilegalidad del consumo.
La pelea contra las concepciones prohibicionistas y moralistas, tiene como cita de honor la Marcha Mundial de la Marihuana este sábado 5 de mayo. El contexto político en el que se inscribe es fundamental: un gobierno ajustador también en los derechos democráticos de los sectores populares y una abierta campaña de persecución a los jóvenes.
La masividad que logremos en la movilización será un punto clave para mostrarle al gobierno de Macri y a las políticas represivas de Patricia Bullrich, que la juventud comienza a levantarse por sus reivindicaciones y no va a ser fácil quebrarla.