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Red Internacional
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PRESUPUESTOS. Sánchez e Iglesias aprueban los Presupuestos y afianzan su relato progresista

El apoyo de ERC y PDECAT apuntala su vuelta al autonomismo. Las cuentas “sociales” dejan intactos los beneficios de los grandes capitalistas y el legado de ajustes de la última década. Un relato que no pasa la prueba de la realidad.

Jueves 3 de diciembre de 2020

Con 188 votos a favor el gobierno de coalición ha logrado este jueves su mayor éxito parlamentario. Los Presupuestos Generales del Estado salen adelante y se consolida así un ejecutivo que por momentos pareciera que no iba a poder llegar ni a la mitad de la legislatura.

Los socios finales que han dado luz verde a las cuentas significan a su vez otra victoria para la consolidación del relato de “el gobierno más progresista de la historia” y la desactivación de la principal grieta que ha amenazado en los últimos años el Régimen del 78, la cuestión catalana.

Además del resto de la izquierda reformista, como Más País y Compromis, y otras fuerzas regionalistas como NC, el PRC o Teruel Existe, además del PNV, la clave de la estabilidad que anuncia esta mayoría ampliada se la han dado los otros socios vascos y los catalanes.

Por un lado EH-Bildu que da un salto más en su integración en el régimen jugando un papel homologable al que en su día jugó la IU de Llamazares con el gobierno de Zapatero- Por el otro la mayor parte del independentismo catalán porcesista, ERC y el PDECAT, que con su apoyo certifican su intención de volver a una normalización autonómica. Unos y otros certifican que eso del derecho a decidir o la lucha por una república vasca o catalana quedará relegado a los discursos para las grandes ocasiones, los Aberri Eguna y las Diadas.

La otra gran clave de estas cuentas es consolidar el relato de estar ante unos presupuestos históricos, que dejarían atrás la década de recortes y caída abrupta de las condiciones de trabajo y vida de millones. Un discurso repetido y avalado por todas las plumas de la prensa progre, y reforzado por la campaña ofensiva de una derecha demagógica que sigue con su retahíla contra el gobierno “social-comunista”.

No, no hay ninguna “redistribución de la riqueza” a la vista

Sin embargo el relato no pasa su particular prueba del algodón, la realidad. Los presupuestos aprobados hoy son unas cuentas claramente expansivas, pero esto no es producto de ninguna política siquiera redistributiva profunda. El extra de ingresos viene determinado por los 27mil millones previstos de los fondos europeos, una tímida reforma fiscal – que sigue dejando al Estado español 7 puntos por detrás de la media europea de recaudación- y un aumento de los impuestos indirectos, en especial sobre los carburantes, la misma medida que en Francia desató la rebelión de los chalecos amarillos contra Macron.

Las ganacias de las grandes empresas y las grandes fortunas -que han seguido creciendo a pesar de la pandemia – no solo quedan intactas, sino que además se llevan la mayor parte de los nuevos ingresos. Solo las grandes constructoras recibirán 17mil millones de los fondos europeos, y el resto se las repartirán las grandes empresas de telecomunicaciones y energía del IBEX35.

Un aumento del gasto social muy por detrás del de las graves necesidades

El otro gran hito del relato es el aumento del gasto dedicado a partidas sociales. Los datos presentados en bruto pueden dar esta impresión: 2000 millones para educación, 1500 más para vivienda, 250 para políticas de igualdad, 600 para dependencia, 10mil en sanidad respecto a 2019, quedando igualada al ejercicio 2020... Sin embargo, como señalan multitud de entidades sociales y los mismos sindicatos de educación y sanidad, las necesidades generadas por la crisis sanitaria y económica se han disparado exponencialmente.

Solo en Educación se estima que sería necesaria la contratación de 80mil docentes para garantizar una educación segura y de calidad , cerrando la brecha digital. En Sanidad la falta de refuerzos en atención primaria, recursos hospitalarios o rastreadores se ha hecho patente a pesar del aumento de 10 mil millones de la partida de este 2020. Las prestaciones sociales siguen dejando a millones en la más absoluta pobreza, como muestra el Ingreso Mínimo Vital que solo ha llegado para menos del 10% de las personas previstas -algo más de 100mil del millón anunciado, cifra por otro lado que ya suponía solo el 10% de las personas en situación de pobreza-.

Pero que el relato no se sostiene no es solo contrastable con estos fríos números. Basta con echar un vistazo a los comedores sociales, las colas del hambre y la realidad que se vive en los barrios obreros, donde el desempleo de masas y los desahucios han generado una catástrofe social a la que “el gobierno más progresista de la historia” solo ofrece parches miserables que le sirven para forjar su relato.

Se consolida un proyecto social-liberal que deja intacto el legado de una década de recortes y ajustes

Las cuentas “progresistas” del Estado español son homologables a los Presupuestos que están aprobando otros gobiernos de la derecha europea. Macron, Conte o la misma Merkel, apuestan por modelos expansivos. De hecho muchas de las medidas “sociales” de esta derecha quedan a la “izquierda” de las del gobierno del PSOE e Unidas Podemos.

La UE ha optado en esta crisis por un modelo de rescate al capitalismo europeo que pasa por esta gran inyección de fondos públicos y medidas de contención social que impidan o mitiguen la apertura de nuevas crisis políticas y movimientos de lucha como las que atravesaron el continente de 2011 en adelante.

Este plan incluye no desandar lo andado, es decir dejar intacto y profundizar en lo posible, los paquetes de contrarreformas laborales y de pensiones que se impusieron en los últimos años por gobiernos conservadores y social-liberales.

Los Presupuestos “más sociales de la historia” traen de regalo la consolidación de un proyecto de gobierno que incluye dejar intactas las contrarreformas laborales de Zapatero y Rajoy, gracias a las cuales se han despedido en tiempo récord a casi un millón de trabajadores, se han liquidado miles de convenios colectivos y millones de trabajadores han visto como sus empresas les reducían jornadas, salario y condiciones a su libre albedrío.

Trae consigo también avanzar en la privatización del sistema público de pensiones, la que constituye la principal partida de gasto público desde hace años. La contrarreforma del neoliberal ministro de Seguridad Social apunta precisamente a que se liberalicen los fondos de pensiones privados y que en el mediano plazo más del 50% de los y las trabajadoras se autopaguen la pensión con este modelo.

Cómo enfrentar este revival del social-liberalismo

La clase trabajadora y los sectores populares, lejos de los discursos y celebraciones que hoy llenan los medios “progres”, nada podemos esperar de esta reedición senil de un gobierno social-liberal. Como fueron los del PSOE en años anteriores, el gobierno de PSOE-UP significa una continuidad de lo central de las políticas económicas del “extremo centro” y la base pasar aplicarnos nuevos ataques históricos en forma de reformas estructurales y ajustes fiscales cuando las políticas expansivas de gasto toquen techo.

Que estas recetas las aplique un gobierno que se autodefine de “izquierdas” tiene sus ventajas para el establisment. Por un lado a la derecha le supondría un mayor desgaste en las calles. Por el otro el recambio “natural” una vez quemada esa “izquierda”, es el retorno de la derecha para profundizar y perfeccionar su obra, como pasará con el tránsito de Zapatero a Rajoy.

Construir una izquierda independiente del gobierno y de toda ilusión en la gestión amable del capitalismo, que apueste por destrabar la paz social impuesta por los socios del gobierno en el movimiento obrero y los movimientos sociales, sigue siendo la única vía para frenar los piés a esta revival de un falso progresismo que actúa hoy como el mejor gestor de los intereses de los grandes capitalistas.