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Red Internacional
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SANIDAD MADRID. Sanitarios denuncian el caos asistencia en el Hospital Clínico de la Comunidad de Madrid

El sindicato M.A.T.S. (Movimiento Asambleario de Trabajadores-as de Sanidad) denuncia en un escrito dirigido al Director-Gerente del Hospital Clínico de Madrid la situación insostenible que están sufriendo de despidos, recortes de servicios e insuficiencia de recursos humanos, en un momento de graves problemas sanitarios, ante las dificultades para atender la avalancha actual de atenciones demandadas por la población, que padece el hospital.

Juan Carlos Arias

Juan Carlos Arias @as_juancarlos

Sábado 9 de julio de 2022

El escrito de fecha 8 de julio señala que el Gerente del hospital está “contribuyendo al desmantelamiento de este servicio público, poniendo en peligro la seguridad y salud de los pacientes y trabajadores”. Para añadir a continuación que todo se agravó en marzo cuando se iniciaron despidos masivos, nada menos que de “366 trabajadores de este Centro”. Y, añade, que no pareciéndole bastante la ejecución de ese cúmulo de recortes al Director-Gerente, “decidió cerrar más camas y quirófanos, y contratar menos sustituciones en verano que otros años, cuando ya se conocía que el cierre de los Servicios de Urgencias de Atención Primaria iba a ser definitivo y esto atraería más pacientes a nuestras Urgencias, y con unas listas disparadas y un aumento de los contagios por Covid entre la población”.

El Hospital Clínico según el escrito del MATS está en un proceso de ajuste continuado, por otra parte como el resto de los hospitales de la Comunidad de Madrid por las políticas ultraliberales del Gobierno de Ayuso, con resultados muy graves, a través de un goteo constante de cierres de servicios y camas hospitalarias sobre todo durante el verano, con sus correspondientes despidos, que está incidiendo de manera muy perjudicial y muy directa sobre la salud de las y los ciudadanos que atiende en su delimitación sanitaria territorial. Así indican más adelante que “en junio y antes de completar su plan de recortes, llegó a cerrar 4 camas de UCI, justificando el cierre en la falta de personal (lógico si tenemos en cuenta los despidos que usted autorizó en marzo)”.

El cinismo de las políticas de recortes implementadas por Ayuso en sectores tan fundamentales para las clases populares como la sanidad, la educación o los servicios sociales, no tiene límites. Primero maltrata laboralmente, recorta y despide y luego dice que no tiene personal para atender las necesidades de los servicios básicos. En el caso de la sanidad pública, cuando todos los expertos vaticinaban un incremento de la presión asistencial consecuencia de unas listas de espera estratosféricas, para ser operados o recibir tratamientos vitales, la Comunidad de Madrid decidió despedir desde el 1 de abril a 6.000 sanitarios contratados como refuerzos para luchar contra la pandemia. Sin tener en cuenta que ese parón asistencial en el conjunto del sistema sanitario, por la concentración urgente de todas las capacidades sobre la lucha contra la covid, dejaba un reguero inmenso de patologías que no estaban siendo atendidas y que afloraron una vez atenuada la crisis pandémica, como de hecho ha sucedido. Así, nada menos que un total de 71.956 pacientes, según cifras oficiales, (11,46% más que el año anterior), y cuando ya sabemos que la forma de contabilizar las listas de espera en la Comunidad de Madrid siempre ha estado llena de trampas al menos desde los tiempos de Esperanza Aguirre, estaban esperando para operarse en Madrid hasta el segundo semestre de 2021. Siendo el tiempo de espera medio de 73 días, cuando la media en el resto del Estado español es de 20,3 días. Mientras que la lista para la atención de un especialista se ha disparado un 65% en la sanidad madrileña en un solo año. En concreto el último dato habla de la friolera de 550.000 pacientes en espera de que les atienda un cardiólogo, un traumatólogo o un psiquiatra, entre otras muchas especialidades médicas esenciales para la salud.

Por no hablar de la agresión constante por parte del Gobierno de la Comunidad de Madrid hacia la atención primaria. La auténtica Cenicienta en un paisaje sanitario desolador, en proceso de derribo y desmantelamiento para favorecer los negocios de la sanidad privada, a la que se van todos los que tienen recursos para permitírselo. Y mientras Ayuso reduce los impuestos de los más ricos y desvía recursos, por ejemplo, en becas para costear los colegios privados elitistas y super caros a familias con ingresos de más de 100.000 euros al año, como se acaba de conocer.

Recortes y colapso en las urgencias

El escrito denuncia de manera muy destacada la grave situación de las urgencias del hospital. Señalando que “los pacientes ambulantes esperan una media de 7 a 9 horas para que se les emita un diagnóstico y hay familiares que esperan más de 11 horas para recibir la información médica de un familiar”.

Especialmente grave es la situación en el área de agudos donde teniendo una capacidad para 30 pacientes, “mantiene una media de entre 45 y 55 diarios, con esperas de ingresos de más de 24 horas y donde algún paciente ha llegado a fallecer esperando ingreso”. Situaciones, por lo tanto, totalmente dolorosas, inasumibles para un sistema sanitario moderno de un país que cuenta con recursos económicos suficientes para disponer de una sanidad universal, digna y de calidad que pueda atender las necesidades del conjunto de la población residente.

Todo ello en un contexto de cierre unilateral de las urgencias de los centros de salud, los SUAP, para poder derivar su personal al que fue hospital improvisado de IFEMA en plena pandemia, con intención claramente propagandística para el Gobierno de Ayuso dado que no era necesario ya que bastaba con reforzar y abrir los recursos disponibles en los hospitales ya existentes. Una política que luego se prorrogó con los traslados forzosos hacia el nuevo hospital de pandemias Zendal, sin UCIs y abandonado ahora a su suerte después de una inversión millonaria y el pelotazo económico de algunos empresarios amigos.

Sin embargo, tras las fuertes movilizaciones de estas últimas semanas parece ser que Ayuso ha descartado el cierre definitivo, como eran sus planes, de la mayoría de los SUAP. Pero no ha dicho cuándo va a proceder a abrirlos definitivamente, ni cuál va a ser su dotación de personal sanitario y no sanitario. Por lo que hay que continuar con las movilizaciones para forzarla a abrir de una vez por todas los servicios de urgencia de la atención primaria y con dotaciones en personal y material suficientes para realizar su labor con calidad y eficiencia.

Grave situación de la plantilla del hospital

Respecto a la situación de las y los trabajadores del hospital, el escrito destaca que “en las UCI ya se está proponiendo el aumento de las ratios de enfermería por la falta de plantilla, y en urgencias se han reducido presencias físicas teniendo que atender más pacientes”. Esta es una situación que se está produciendo en el conjunto de la red de hospitales públicos de la Comunidad de Madrid, dónde la falta de personal, las vacaciones, las bajas por covid (que se siguen produciendo y en buen número), las bajas por depresión, ansiedad y estrés ante la presión asistencial que está sufriendo todo el personal, están siendo una constante y las padecen las y los trabajadores y los usuarios de la sanidad pública, que en su mayoría pertenecen a las clases populares. Y que están sufriendo en su salud la política de fuertes recortes del Gobierno populista ultraliberal de Ayuso.

El documento, en este sentido, denuncia que “en todos los servicios se está proponiendo desde hace días doblajes de jornadas al personal sanitario, vulnerando los acuerdos de jornadas y descansos, lo que provoca que cada vez se deban más días libres a las y los trabajadores. Además, destacan que está habiendo acoso y maltrato profesional hacia las y los trabajadores para que “realicen doblajes de jornadas, renuncien a sus días libres o se incorporen lo antes posible al trabajo cuando se encuentran de baja laboral (insinuándoles que, si la baja se alarga, pueden recibir informes negativos que les impidan renovar sus contratos o limitarles derechos)

El escrito del MATS termina exigiendo la reversión de los recortes, la contratación del personal suficiente para garantizar los servicios del hospital, “abra todas las camas y quirófanos que sean necesarias para descongestionar las urgencias, reducir las listas de espera y dar una asistencia de calidad y haga atractivo el que los trabajadores quieran trabajar en nuestro Centro, cumpliendo con las leyes laborales y dejando de precarizar el empleo”

Todo lo que se describe en este documento es una constante en la totalidad de los hospitales públicos de la Comunidad de Madrid, también del conjunto del Estado español, sean comunidades gobernadas por el PP, o lo sean por gobiernos de otro color, incluidas las del PSOE con apoyo de Unidas Podemos. Son políticas orientadas por las políticas neoliberales que implementan todas las fuerzas políticas que sostienen el Régimen del 78 y su sistema político diseñado para favorecer a los ricos.

Por eso, tenemos que levantar un programa anticapitalista y de clase que en el ámbito de la sanidad pasa por la nacionalización de todos los recursos sanitarios privados para ponerlos al servicio de la salud de todos, poniendo el conjunto del sistema sanitario bajo control de trabajadores y usuarios para evitar cualquier recorte o privatización. El incremento exponencial de las inversiones y el gasto sanitario, frente al aumento del gasto en armamento planteado por Sánchez. La defensa de los derechos laborales y retributivos acabando con la precariedad y el maltrato del personal sanitario y no sanitario del sistema de salud. Para ello hay que realizar un programa de movilizaciones basado en asambleas de trabajadores y usuarios, eligiendo delegados para constituir Comités de defensa de la Sanidad Pública, para coordinar y unificar las luchas, además de mantener un control permanente y constante de los procesos de lucha y resistencia de manera independiente y de frente único.


Juan Carlos Arias

Nació en Madrid en 1960. Es trabajador público desde hace más de 30 años y delegado sindical por UGT de la Consejería de Políticas Sociales y Familia de la Comunidad de Madrid. Es columnista habitual de Izquierda Diario en las secciones de Política y Economía. milita en la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT) del Estado Español.

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