Ocurrió en Puerto Deseado. Federico Bonina fue detenido, apaleado, torturado, hubo intento de empalamiento y fue amenazado de muerte por parte de los efectivos policiales de dicha localidad. Es un caso más de brutalidad policial en Santa Cruz.
Martes 3 de mayo de 2022 23:08
Foto de PD Digital
En la madrugada del sábado 30 de abril, Federico Bonina fue expulsado por el personal de seguridad de un local bailable de la localidad de Puerto Deseado. Afuera de del local es esposado por efectivos policiales. Mientras se dirigían a la comisaría, comenzaron a amenazarlo de muerte y recibía golpes en la cara. Cuando llegaron a la dependencia, fue apaleado por más efectivos e intentaron empalarlo varias veces. Sufrió torturas en diferentes partes de su cuerpo.
Federico atestigua que varias veces le dijeron que le iban a atar un bloque en el cuello y tirarlo al mar. Incluso, uno de los efectivos dijo: “Ahora que éste nos vio la cara, lo vamos a tener que matar”.
Las vejaciones duraron varias horas, con dos intentos fallidos de traslado al hospital local, mientras repetían los golpes y amenazas. Hasta que definitivamente fue trasladado al nosocomio a las 8 de la mañana, con su rostro completamente desfigurado y golpes en todo su cuerpo. Aún internado, seguían amenazándolo de que no dijera nada de lo ocurrido.
Lo sucedido generó consternación en Puerto Deseado y en la provincia. El gobierno provincial de Alicia Kirchner afirmó que, envió una comisión de la fuerza de seguridad para comenzar una investigación e iniciar sumario administrativo a seis efectivos que estuvieron durante esa madrugada. La Prefectura Naval se encargará de investigación.
Durante el día lunes 2 de mayo hubo una manifestación en la comisaría de Puerto Deseado, para repudiar y pedir explicaciones de lo ocurrido con Federico Bonina. Su relato y el de sus familiares se viralizó rápidamente.
Hay que destacar que no es un caso aislado, ya que en los últimos años hubo otras situaciones similares que demuestran que es un modus operandi y sucede en varias localidades de Santa Cruz.
Para mencionar algunos casos resonantes, se puede mencionar lo que sucedió con Gustavo Geréz, quién murió en una comisaría de Caleta Olivia y su cuerpo tenía numerosos hematomas. Fue en las vísperas del 18 de septiembre del 2016.
El 30 de abril del 2020, durante la restricción de circulación y al comienzo de la pandemia del 2020, fue detenido Javier Astorga para luego sufrir torturas y amenazas homofóbicas en una comisaría de Río Gallegos.
Rodrigo Curaqueo tenía 19 años, cuando murió en otra comisaría de Caleta Olivia, fue el 7 de abril del 2021 y también tenía signos de haber sido golpeado y torturado.
Durante la madrugada del 20 de junio del 2021, fue detenido, mientras conducía el enfermeroSebastian Barrientos, fue bajado a golpes de su vehículo y continuaron golpeándolo en la Comisaría Sexta de Río Gallegos, mientras era amenazado de muerte.
Ninguno de estos casos concluyó con castigos a las y los efectivos policiales responsables de los padecimientos sufridos por las víctimas. Han quedado en la misma impunidad hasta la actualidad.