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Red Internacional
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Despidos. Santa Cruz: toman una mina de plata ante el cierre que dejaría 200 trabajadores en la calle

Se trata de Manantial Espejo, operada por la canadiense operada Pan American Silver. Para la empresa “ya no rinde”. ¿Un chantaje para negociar divisas e importaciones? Todos los trabajadores quedarían despedidos. Otra de las consecuencias del extractivismo. El gremio minero toma medidas pero quiere más proyectos mineros.

Viernes 17 de marzo de 2023 10:09

En las últimas horas, trabajadores de la mina Manantial Espejo tomaron pacíficamente el lugar, además de las oficinas de Minera Tritón, el nombre con el que opera la multinacional Pan American Silver. Está ubicada en la localidad de Gobernador Gregores, Santa Cruz.

El gremio minero AOMA forma parte de la medida. El titular de la seccional Santa Cruz, Javier Castro, dijo que “al menos 200 trabajadores quedarán en la calle”. Y agregó que “ellos aseguraron que ‘se terminó la exploración, por eso viene el cierre’ y nuevamente nos encontramos en el mismo camino, sin contención, sin planificación”.

Manantial Espejo es una mina de plata, subterránea. Pero además también opera allí una planta de procesamiento abastecida por otras dos minas de plata de alta ley (Joaquín y COSE).

Hace un tiempo la empresa ya venía realizando un proceso de desinversión ya que se habría acabado la “vida útil” del yacimiento. Tengamos en cuenta que, aunque hoy el foco esté concentrado en las promesas del litio, el oro y plata representan casi 80% de las exportaciones mineras.

El mensaje es claro: las multinacionales, y sus socios locales, saquean los bienes comunes y cuando no dejan nada se van, dejando además en la calle a cientos de trabajadores y trabajadoras.

Pero detrás del conflicto se sospecha de otro reclamo. Las mineras vienen reclamando contra lo que consideran “trabas cambiarias y a la importación”. El negocio sería “menos rentables”. En realidad quieren las manos libres para llevarse todo, explotar a mansalva y contaminar.

El gremio pide la intervención de la Secretaría de Energía, pero no hizo nada hasta que la empresa ya había tomado la drástica decisión. No queda claro si defiende los puestos de trabajo o el negocio minero. Un ejemplo son las declaraciones de la cúpula de AOMA: “es también llamativo el silencio ante un hecho que perjudica no solo a una localidad, sino a la actividad extractiva en su conjunto”. Más preocupados por la “actividad extractiva de conjunto” que por los puestos de trabajo.

Otro ejemplo fue la actitud que tomó ante la rebelión de los delegados de base de Cerro Moro (Yamaha Gold), que reclamaban por salarios y condiciones de trabajo. El gremio no solo dio la espalda sino que se sumó a la persecución de los activistas y trabajadores de base.

Hay que defender los puestos de trabajo pero ligándolo a una lucha de fondo en defensa de los bienes naturales comunes, contra el saqueo y la contaminación, donde las comunidades y trabajadores decidan.