A partir de la noticia del asesinato de George Floyd en Estados Unidos, se comenzó hablar de la violencia policial en el país del norte. Pero ¿qué pasó o qué pasa a la vuelta de la esquina? Entrevistamos a Sandra Geréz, hermana de Gustavo Geréz, quien murió en una comisaria de Caleta Olivia, provincia de Santa Cruz.
Domingo 14 de junio de 2020 10:18
“No tenemos que irnos muy lejos para ver cómo se manejan”, nos dice Sandra Geréz, cuando hablamos sobre las noticia de George Floyd que despierta indignación internacional, recordemos le que sucedió a su hermano Gustavo Geréz.
En el mes de septiembre del 2016 Caleta Olivia tuvo un caso, que movilizó a esta localidad. Gustavo Geréz era un taxista de 28 años que falleció en la Comisaría Primera.
Fue demorado por el personal del Comando Radioeléctrico en la calle, durante la mañana del 18 de septiembre y horas más tarde, fallece en un calabozo. Su rostro y todo su cuerpo tenían moretones que indicaban haber sido golpeado. La autopsia (contradictoriamente), marcó como causa de su deceso bronco-aspiración generada cuando sufrió un episodio de convulsiones y se ahogó con su propio vómito.
Fueron varios los policías involucrados en el hecho, pero sólo uno de ellos llegó a la instancia de juicio oral, el efectivo de mayor rango que intervino en la demora del joven taxista por contraventor.
Alberto Guillermo Méndez Miranda, por aquel entonces era subcomisario y hoy es comisario. Fue absuelto por el tribunal compuesto por los jueces Juan Pablo Olivera, Humberto Monelos y Griselda Bard.
Méndez estuvo a cargo del operativo que condujo a Geréz a la comisaría. En lugar de trasladar primero al contraventor al hospital, como marca el procedimiento habitual de la Policía y el Código de Contravenciones lo llevaron directo a la comisaría.
La Justicia entendió que no tuvo responsabilidad en la muerte de Gustavo, absolviendo al subcomisario, por el delito de "homicidio culposo" por el cual había llegado a la instancia oral de la causa.
La querella, en la representación de los abogados Alberto Luciani y Pamela Fernández, habían pedido 20 años de prisión para el imputado por homicidio simple, agravado por apremios ilegales y torturas seguidas de muerte. Tras el fallo, el estudio de abogados que representa a la familia del joven, interpuso un recurso de casación penal y esta fue aceptada. A fines del año pasado, iniciaron juicio civil al Estado por los daños y perjuicios producidos.
Méndez fue traslado a la localidad de El Calafate, donde siguió cumpliendo su función de policía, hasta que recientemente, solicitó volver a Caleta Olivia y fue autorizado.
“Estoy esperando que se resuelva el tema de casación para apelar en la Corte Suprema, por que yo sé que, en la provincia no voy a tener la justicia que yo quiero” agrega Sandra y continúa con su reclamo judicial.
- ¿Como era Gustavo Geréz?
“Era un pibe muy amiguero. En las primeras marchas había muchas personas porque lo conocían de chico y siempre iba a ver bandas de punk rock. Era todo un personaje.
- ¿Cómo fueron estos años?
Para los amigos sigue siendo bastante duro y hasta el día de hoy lo estamos extrañando, por que era una persona muy querible.
- ¿Que pensás, cuando ves noticias de violencia policial?
“En la ciudad y en provincia se están dando muchos casos de violencia y están siempre apañados por el poder político. Sigue habiendo casos de abuso de autoridad policial y no tenemos que irnos muy lejos para ver cómo se manejan.
- ¿Cómo tomaste el retorno a Caleta Olivia, del Comisario Alberto Guillermo Méndez Miranda?
“La verdad que, no me lo tomé me bien pero tampoco me sorprendió. Fue todo con doble intención, como una provocación para sus amigos.
- ¿Como haces para seguir luchando?
“La verdad que da mucha impotencia por que yo, considero que no estoy pidiendo nada mágico. Quiero saber que pasó con mi hermano dentro de la comisaría para que, aparezca muerto. Me armé de fuerza, de muchos lados. Cuando empecé este caso, fue para que no le pasara a nadie más. Pero hasta que, no cambie el gobierno, siempre vamos a vivir al filo de que estas cosas puedan volver a pasar”
Marcar un precedente
“Yo quiero que esto, quede sentado como un precedente contra el sistema policial de Caleta Olivia y la provincia de Santa Cruz”
- ¿Qué crees que paso con tu hermano?
“Lo mataron a golpes. Seguramente convulsionó porque se habrán casado de patearle la cabeza y tenia todo tipo de raspones y moretones. Se habrá resistido a los apremios ilegales y eso empeoró la situación.
- ¿Cómo definirías el accionar de la policía en la localidad?
“Siguen siendo bien jodidos. Atropelladores, altaneros y los que tienen ese tipo de accionar son apañados”
En varias localidades de la policía de Santa Cruz recibieron denuncias por abuso de la autoridad en los últimos meses.
El lunes 20 de abril Bautista Brizuela terminó en terapia intensiva tras accidentarse con su moto producto de que personal del GOM (Grupo de Operaciones Motorizadas) de la Policía lo persiguió por varias calles. Tenía permiso para circular y regresaba, luego de alimentar a sus animales en la granja de la zona de chacras de Caleta Olivia.
A Través de este medio Jorge Astorga, denunció que el 1 de mayo fue detenido, a pocas cuadras de su casa por la Infantería de la Policía de Santa Cruz. Fue golpeado y trasladado a la Comisaría Sexta de Río Gallegos, donde siguió sufriendo torturas y agresiones verbales, homófonas. Luego debió ser internado por las lesiones, como la fractura del maxilar.
El siguiente caso ocurrió el 9 de mayo pasado, cuando detuvieron a dos hermanas en Puerto San Julián (una de ellas es militante del PSTU), dentro de su propio domicilio y sin orden de allanamiento. Fue a causa de una supuesta denuncia de ruidos molestos. Fueron trasladadas a la comisaría a golpes, que luego continuaron en la comisaría de dicha localidad, con torturas y agresiones verbales.
Finalmente, hubo una salvaje represión, el 21 de mayo pasado en Pico Trucado. Un grupo de trabajadores municipales despedidos por el intendente Maimo, estaban exigiendo su reincorporación. Se habían encadenado en el municipio y varios se treparon a las antenas telefónicas. Pero la respuesta del intendente fue, enviar a la infantería policial y disparar balas de goma y gases lacrimógenos. Hubo 17 detenidos, que denunciaron torturas dentro de la comisaría.