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Red Internacional
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Historia Obrera. Santa María de Iquique. El cuestionamiento a la propiedad privada

La Masacre de la Escuela Santa María de Iquique fue una matanza de trabajadores del salitre cometida en Chile el 21 de diciembre de 1907. Más de 3.000 obreros de diversas nacionalidades que se encontraban en huelga general fueron asesinadas por el Ejército con sus familias mientras se alojaban en la Escuela Domingo Santa María del puerto de Iquique. Compartimos la introducción del folleto "Santa María de Iquique. El cuestionamiento a la propiedad privada" de Dolores Mujica, directora del Museo Obrero Luis Emilio Recabarren.

Miércoles 21 de diciembre de 2016

INTRODUCCIÓN

Un marco general para el Chile del 1900

Situación Económica

Hacia 1907, año en el que ocurrió la Matanza en la Escuela Santa María de Iquique, se vivía en el país una situación de inestabilidad económica y de crisis. La moneda sufría de una devaluación constante, sujeta a los vaivenes de la economía mundial que pasaba también por una de esas tantas crisis cíclicas del capitalismo.

Los salarios bajaban y el precio de todos los productos de consumo básicos aumentaba:

“Por la baja de nuestra moneda, cuyo valor actual es de diez peniques y una pequeña fracción, ha subido el valor de todas las cosas. El dueño de casa ha aumentado el valor de los cánones de arriendo; el sastre ha aumentado el valor de su trabajo y el tendero el valor de las telas, el zapatero casi ha duplicado el valor de los zapatos. Además escaseaban ciertos productos básicos como la carne, lo que había ocasionado ya en 1905 una gran huelga en Santiago, a la que se llamó “la Semana Roja”.

Esta situación de inestabilidad y crisis económica es el motor que da el primer impulso a los obreros de Tarapacá hacia la lucha por mejores condiciones de vida y de trabajo, y siendo Chile una “gigantesca mina de salitre”, ésto remecería aún más el escenario político y social. Pues hacia 1900 el 68% del total de las exportaciones del país eran de salitre o productos aledaños, haciendo de nuestro país una nación de un capitalismo dependiente, primario exportador, y una semi-colonia inglesa.

La economía chilena estaba marcada por el paso de una economía capitalista
donde persistían aún aspectos pre-capitalistas, a una economía capitalista en la que se irían eliminando progresivamente esos elementos pre-capitalistas, y avanzando a la constitución de centros industriales, minas, puertos, que irían conformando una clase trabajadora que iniciaba un camino hacia conquistar su forma definitiva como clase.

Situación Política

Pero no sólo una situación económica de inestabilidad y de crisis llevó a los obreros de la Pampa a luchar por sus justas demandas. Esta lucha fue también parte del proceso de una clase obrera que venía dando sus primeros pasos, haciendo sus primeras experiencias y levantando sus primeras organizaciones.

Desde 1890 (año de la primer huelga general en nuestro país) –y hasta 1925 aproximadamente- el proletariado chileno vivió una etapa de actividad reivindicativa,
caracterizada por profundos conflictos laborales y la puesta en práctica de sus propios métodos de clase y de sus propias organizaciones. Fue esta la etapa heroica
de la clase trabajadora, marcada por el método de la acción directa de masas, con una fuerte tendencia al método de la lucha ilegal y a la coordinación de las luchas: “Eran los tiempos en que los trabajadores no conocían otro medio de lucha que no fuera la acción directa de masas, en que no existía el legalismo con todas sus secuelas, ni habían surgido aún las directivas burocráticas, conciliadoras y reformistas de la actualidad. Era la época heroica del proletariado chileno, era la época que, al decir de Recabarren, el movimiento obrero tenía olor a pólvora”.

La clase obrera comienza a descubrirse a sí misma, se da cuenta de sus propias fuerzas, de su capacidad de organización y de lucha, y comienza a ponerlas
a prueba. Para graficar mejor esta idea hagamos un pequeño pantallazo cronológico:

1903:
Huelga portuaria en Valparaíso

1905:
Huelga de la carne en Santiago

1906:
Huelga General de Antofagasta

1907:
“Huelga Grande” de Tarapacá

1909:
29 Huelgas, con 200.000 trabajadores involucrados en ellas

1910:
La Gran Manifestación callejera encabezada por los Ferroviarios

1911:
10 Huelgas: 8 de ellas salen triunfantes

1916 a 1921:
13 Huelgas Generales en todo el país.

Como vemos, se vivía a principios del 1900 una situación de ascenso en la lucha de clases expresada en este gran ciclo huelguístico, que era una parte viva de lo que se llamó la cuestión social. Ante esta situación la clase patronal se ve amenazada: “Aquí está pasando un fenómeno singular: nos estamos asustando con la cuestión obrera”.

El conjunto del régimen, debilitado por la crisis económica y por su incapacidad de solucionar los conflictos laborales, tardaría en responder a esta situación. Y cuando por fin lo hace, emplea dos vías que a la vez se combinan. Una es la represiva (las huelgas de 1903, de 1905, de 1906 y de 1907 fueron brutalmente reprimidas) y la otra es la de la aplicación de tibias “medidas sociales”, como la ley de habitaciones obreras y la creación de una Oficina del Trabajo.

Configuración de la clase obrera

Pero esta clase obrera que emergía y comenzaba a dar sus primeras manifestaciones de organización y de lucha, con una fuerte tendencia a la acción directa de masas de masas y al empleo de sus propios métodos de clase, tenía ciertas particularidades propias: “La transformación del peonaje colonial en proletariado aún no había terminado y la persistencia de relaciones laborales con fuertes resabios pre-capitalistas (pago en fichas-salario, regalía, castigo físico) y la mentalidad que ello engendra, tanto en los patrones como en los trabajadores, son claros indicios de que la transformación del peonaje de origen colonial en proletariado no había concluido, esta ambigüedad caracterizaría durante todo un período a la vanguardia emergente.

Es esta característica de una clase trabajadora que se encontraba en el proceso de su configuración como tal, -más la influencia de partidos como el Partido Democrático que fomentaban la confianza en políticos patronales- lo que le dificulta terminar de valerse de una posición ideológica propia, de una política de
independencia de clase, sin confianza en cualquier variante patronal, al mismo tiempo que desplegaba sus propios métodos de organización y de lucha.

De este modo, todas estas luchas heroicas del proletariado como la Huelga
General en Iquique de 1907, terminaron en la confianza de los trabajadores en que
las autoridades de gobierno solucionarían los problemas. Había en este sentido
un desarrollo desigual en el proletariado, por un lado estaba tremendamente desarrollada la conciencia de clase, con métodos combativos, con una marcada
tendencia a la acción directa de masas y a la construcción de organizaciones clasistas, y por el otro lado estaba muy atrasado el desarrollo de una conciencia política de clase, lo que la hacía confiar en tal o cual partido o político patronal. Este desarrollo desigual comenzaría a empezar a ser resuelto con la formación del POS (Partido Obrero Socialista) en 1912.

El árticulo completo puedes encontrarlo en http://www.mundoobrero.cl/3santamaria.pdf