CRIMEN, ENCUBRIMIENTO E IMPUNIDAD. Santiago del Estero: movilización para exigir una nueva autopsia al cuerpo de Franco Isorni
Pese a las amenazas y los aprietes de la policía provincial, el Comité de Lucha Contra la Injusticia y la Impunidad de Santiago del Estero continúa con su reclamo. Este martes, respaldados por la Consultora Pericial en Ciencias Forenses, exigirán que se realice una nueva pericia sobre el cuerpo de Franco Isorni. la perita Virginia Créimer explica por qué es urgente que se realice una nueva autopsia.
Caso Franco Isorni - Su madre Patricia convoca a marchar el 2 de febrero en Santiago del Estero - YouTube
Franco Isorni falleció el 26 de agosto del año pasado, producto de las heridas que le ocasionó la caída de su moto cuando circulaba por las calles de la capital santiagueña. La versión que inmediatamente intentó instalar la Policía hablaba de un “accidente de tránsito”. Pero testigos la desmienten. El joven de 23 años había denunciado en mayo por apremios ilegales al personal de la Comisaría Tercera y estaba amenazado.
Patricia Isorni es la madre de Franco, y desde hace meses conformó junto a otros familiares de víctimas de la violencia estatal el Comité de Lucha Contra la Injusticia y la Impunidad de Santiago del Estero. Desde allí convocan este martes a las 18.30 a participar de una marcha en la capital provincial.
Al caso de Franco se suman cada día nuevos ejemplos no sólo del brutal accionar de la policía provincial, sino también de la impunidad que les garantiza el Estado desde su aparato político y judicial. Marito Salto, Bryan Ledesma, Estefanía Ruiz, Mauro Coronel, Leonardo Gallo, Silvia Maldonado y Carla Bravo son los nombres de algunas de las víctimas del aparato estatal y su nefasto entramado.
“Todos los días se pone en contacto con nosotros alguien para contarnos que a un familiar lo han detenido y lo han torturado, o lo han matado y después dicen que fue un accidente. O directamente que lo han desaparecido. La impunidad en la provincia es muy grande y detrás de eso hay un poder político y judicial cómplices. Mucha gente tiene miedo de hablar por las amenazas y aprietes que ocurren, pero también está el miedo a perder el trabajo. En esta ciudad la mayoría de la gente que tiene trabajo registrado, lo tiene en el Estado”. Así describe la situación Patricia Isorni, parte del Comité y mamá de Franco.
Por eso, desde que formaron el comité, vienen reclamando justicia por todos los casos y, en las últimas semanas, al pedido de juicio político contra la fiscal Erika Leguizamón sumaron el reclamo de intervención del Poder Judicial provincial. Este martes, con el respaldo de la Consultora Pericial en Ciencias Forenses, incluirán en las consignas que el juzgado haga lugar al pedido de una nueva autopsia en el caso de Franco Isorni.
Como perito de parte de la querella, la médica forense Virginia Créimer presentó un escrito en el que deja en evidencia la cantidad de “irregularidades” cometidas en la autopsia del cuerpo de Franco. En comunicación con La Izquierda Diario, Créimer expresó su consternación por la forma medieval en que se llevó adelante la autopsia, en un acto aberrante de humillación y revictimización de Franco y de su familia.
¿Qué ocurrió en la autopsia de Franco?
En la presunta operación de autopsia realizada sobre el cuerpo no se aplican ninguno de los conceptos básicos de la literatura nacional e internacional al respecto. La autopsia de Franco no es ni completa ni metódica ni sistemática ni ilustrativa ni contextualizada.
¿Frente a eso, qué es lo que se debería hacer?
Frente al avasallamiento del cuerpo de Franco y de su familia, que tuvo que presenciar cómo se desplegaba una puesta en escena de pseudoautopsia, sobre un cartón, al costado de la propia tumba del joven, es urgente la realización de una operación de reautopsia.
¿Por qué es imprescindible y urgente?
Se impone como imprescindible frente a las numerosas falencias e irregularidades de la primera. Y cuando hablamos de urgencia, más allá del tiempo de injusticia sufrido por su familia y las numerosas irregularidades en la reconstrucción del hecho hablamos, de “urgencia” porque los procesos tanatológicos siguen avanzando restando chances de obtener datos fehacientes para el esclarecimiento del mecanismo y causa de la muerte de Franco. Asimismo, es imprescindible que el Poder Judicial tome en serio esta medida y no sólo realice su inmediata exhumación y colocación en cámara fría, sino que además asegure la correspondiente cadena de custodia, faja y precinto de seguridad hasta la consumación de la tarea pericial requerida.
En la impugnación a la primera autopsia, presentada ante la fiscal Leguizamón (quien pese a estar en el foco de las sospechas sigue al frente de la causa), la doctora Créimer afirma que ese procedimiento careció “de un lugar acorde para la correcta realización de la práctica, colocando el cuerpo de Franco a un lado de su propia tumba, abriendo la bolsa mortuoria, cortando en forma inapropiada las prendas y no enviándolas a analizar, no tomando muestras de órganos para análisis complementarios como anatomo-patológicos, toxicológicos, genéticos, etc”.
Foto Visión Santiagueña
La autopsia según Créimer
No fue metódica: “Se realiza de manera medieval, sin seguir un protocolo definido”
No fue sistemática: “No sólo no es sistemática, sino que los tiempos internos -torácico y abdominal- se realizan en forma simultánea”.
No es ilustrativa: “Las filmaciones y fotografías no respetan los principios básicos de los métodos audiovisuales forenses, yendo desde lo general a lo particular y de lo particular al detalle, no utilizando referencias métricas en ninguno de los casos”.
“No se aplica el protocolo de Minnesota, cuando no sólo existía el antecedente de denuncia por apremios ilegales contra la policía provincial, sino que de las declaraciones surge que, en el lugar donde Franco fuera visto por última vez con vida, se encontraban presentes efectivos de esa fuerza de seguridad”.
“No se exploran las lesiones en el rostro ni las presuntas lesiones en la columna cervical, así como tampoco los músculos y vasos cervicales ni se desciende el piso de la boca para evaluar la vía aérea en busca de cualquier tipo de lesión producida por el presunto accidente ni por el accionar de terceros.
No se describen coletas de entrada ni de salida de la lesión cortante cervical. No se registran lesiones que a simple vista podrían corresponderse con contusiones, no se inciden para confirmar su vitalidad o su origen post mortem ni se envía a estudios complementarios. No se exploran miembros superiores ni inferiores, región perineal, ni condiciones de los genitales. Tampoco se realiza “peel off”, técnica internacionalmente reconocida para el hallazgo de lesiones producidas por fuerzas de seguridad, no visibles a ojo desnudo. No se describen signos a nivel torácico, del roce del proyectil de arma de fuego del que se hace mención en las declaraciones testimoniales”.
Los crímenes a manos de las fuerzas represivas tienen un claro origen de clase. Las torturas, desapariciones y asesinatos a manos de los sicarios de uniforme y la impunidad que les garantiza el Estado las sufren sobre todo los jóvenes de la clase trabajadora. Sólo mediante la denuncia constante y la movilización popular, organizada independientemente de todo funcionario o partido del régimen gobernante, se puede pensar en darle fin a estos atropellos. El sistema capitalista los mantiene en la impunidad porque los necesita para disciplinar a las grandes mayorías.
