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Red Internacional
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CONTINGENCIA AMBIENTAL. Sargazo afecta las playas de dos estados

Desde finales de junio el sargazo llegó a las costas del Caribe, afectando las actividades turísticas y de pesca, por ahora siguen las actividades de contención y limpieza de costas.

Axomalli Villanueva

Axomalli Villanueva @1quiahuitl

Miércoles 15 de agosto de 2018

El sargazo es una macroalga marina, que se reproduce fácilmente y que proviene de varios lugares, como el Mar de Sargazo, cerca de las Islas Bermudas y del norte de Ecuador, también se ha encontrado frente a las costas de Brasil y gracias a las corrientes marinas, entran al Caribe.

A partir de 2015 se convirtió en un problema para México, por su llegada masiva, principalmente a las costas de Quintana Roo, y que hoy registra un incremento de alrededor de 40 por ciento.

Algunas de las causas que ocasionan su propagación son el cambio climático, que provoca aumento en la temperatura del mar, lo que favorece su reproducción, además de la modificación en las corrientes de agua, por el derretimiento de los polos y los glaciares.

Otros factores que influyen en su proliferación, son las descargas de aguas residuales y uso de agroquímicos en campos de cultivo, que van a dar a los océanos, y que son nutrientes para estos organismos, como es el caso del nitrógeno.

Esta alga crece rápidamente porque residuos orgánicos de todo tipo se convierten en nutrientes que la fertilizan, lo que provoca que su biomasa se duplique cada 18 días, lo que rebasa por mucho el equilibrio ecológico.

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha creado un grupo multidisciplinario para atender la llegada de sargazo a las costas del Caribe, pues advierten que, en caso de no frenarse esta invasión, el problema podría convertirse en un desastre ecológico y desencadenar una crisis sanitaria regional.

El problema es que por un lado las macroalgas acaban con el oxígeno del agua matando a todos los seres vivos del ecosistema, y, por otra parte, porque al descomponerse en la playa, genera ácido sulfúrico y arsénico, lo que pone en riesgo a miles de especies marinas y mantos freáticos de agua dulce.

Hasta ahora afecta a las playas de Yucatán y Quintana Roo. De este último estado hasta agosto de este año se han retirado 128 mil toneladas de algas; especialistas señalaron que hay más de dos 800 kilómetros cuadrados de alga flotando en el mar. Y las autoridades ya solicitaron al menos 218 millones de pesos para combatir este problema.