Después de dejar el paro en suspenso una vez más, el dirigente reconoció que “mentiría si dijera que la presión por el reclamo de paro no se sintió”. Sobre los incidentes denunció “infiltrados”.
Martes 7 de marzo de 2017
"Hay una velocidad para los poderosos y otra para los débiles". La frase, en boca de Juan Carlos Schmid durante el acto de la CGT, parece una burla hacia todos los trabajadores que padecen el ajuste de Cambiemos. La “prudencia”, esa palabra tan presente en el congreso de reunificación de la central obrera hace meses, volvió a sobrevolar la jornada de protesta donde se ratificó una vez más la tregua que los dirigentes mantienen con el macrismo.
"No vinimos únicamente a hacer un diagnóstico, vinimos a anunciar que va a haber medidas de fuerza en la Argentina a fin de mes, les pido por favor que escuchen cuáles son las razones". El pedido iba dirigido a acallar el abucheo y la silbatina que surgía desde abajo del palco al ver una vez más que el paro más anunciado de la historia volvía a quedar sin fecha.
En declaraciones radiales luego de la marcha, Schmid habló aseguró que se trató de “una demostración ejemplar que tienen los trabajadores respecto a las políticas económicas que se están trazando” y se refirió a la exigencia de paro general que exigió la multitud: “Mentiría si dijera que la presión por el reclamo de paro no se sintió”.
“La medida de fuerza Daer ya la precisó en un margen de días entre el final de marzo y los primeros días de abril” aseguró el dirigente, quien afirmó que “era evidente el malestar de la gente, a lo mejor tiene una visión diferente a la nuestra”. Sin embargo, finalizó intentando subestimar el malestar: “Si nosotros hubiéramos anunciado que la medida de fuerza era el día 10, iban a pedir que fuera el día 9”.
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