El 5 de Octubre, pero de 2004, se retiraba de la NBA Scottie Pippen. Quien compusiera junto a Michael Jordan una de las mejores duplas de todos los tiempos, colgaba la camiseta. Su marca registrada, aún sigue indeleble.
Lunes 6 de octubre de 2014 01:50
Así lo declama la historia, aquella que ve en jugadores que construyeron a partir de grandes gestas y jugadas memorables una génesis distinta. Sin el empuje de un mercado que en ese entonces no necesitaba fabricar estrellas en un laboratorio, porque ya las tenía y porque la mediatización global no demandaba aún productos nuevos cada temporada.
Éste es el caso de Scottie Pippen, un espigado y elegante alero de 206 centímetros de altura, que trataremos de definir el por qué de su importancia en un contexto de glamorosas celebridades (Magic, Jordan, Bird, etc). Podemos decir que desde sus inicios en 1987 mostraba que podía ser una pieza útil en el armado del imperio de Su Majestad, en Chicago, en los años que vendrían.
No imaginaríamos quizá que se convertiría en su ladero imprescindible y la importancia que alcanzó dentro su equipo y de la historia, lo que lo llevó a una gran popularidad. Si bien todos querían jugar como Jordan, también sabían muy bien quién era Pippen. Incluso gente no tan allegada al deporte de los cestos llegó a conocerlo, parecería que algo en su nombre lo emparentaba con un jugador importante, obviamente de básquet, no de otro deporte.
Su derrotero lo vio iniciarse en unos crecientes y pujantes Bulls, a pesar de sus dificultades en sucesivas temporadas de playoffs, dónde los Bad Boys de La Ciudad Motor (Detroit) con el grandísimo Isiah Thomas, el genial Joe Dumars y los rudos y despreciables Laimbeer, Rodman y Mahorn los esperaban a él y a Jordan, para darles una buena tunda. Esto duró hasta el bicampeonato de los Pistons. Luego lograron darle un quiebre final, inclinando la balanza en 1991, cuando barrieron con ellos en el cuarto partido de la serie, lo que dio lugar al histórico “walk out” de los chicos malos abandonando su propio estadio antes de que terminara el partido. Se sabría luego que esto fue idea de Thomas y Laimbeer, pero esto es otra historia. El mismo Isiah admitiría tiempo después, "...definitivamente no pudimos con él, ese año Scottie había crecido…".
De ahí en más empezó su carrera de pleno éxito, sus seis campeonatos con Chicago, nunca siendo uno más, siempre importante tanto en lo defensivo como en el ataque. Cuando se daban esos partidos en los que Jordan lucía maniatado por la defensa rival, aparecía Pippen para poner orden con sus corridas, volcadas y tiros de media distancia. En defensa, podemos citar que fue elegido jugador defensivo del año sólo de una temporada pero siempre tuvo desempeño excelente en las que no lo distinguieron con ese premio; para recordar en el legendario partido seis de las finales contra Portland en el que obligó a Drexler a salir por faltas, esto marcaba su importancia en todos los aspectos.
Cómo hablar de él sin redundar en elogios: un jugador muy fino más allá de su potencia física, capaz de subir el balón como un base sin ningún problema , tirar y correr como una gacela lanzado en velocidad y pasar por arriba con espectaculares volcadas ante enormes jugadores como Patrick Ewing o Hakeem Olajuwon. Quizá comparable a Kevin Durant por su versatilidad y fineza o a Lebron James, con el cuál podríamos comparar a ciencia cierta si no fue Pippen mejor jugador.
Después del retiro de Jordan se vio forzado a buscar otros destinos: pasó por Houston, pero su mala relación con Charles Barkley, hizo que se fuera y recalara en Portland, dónde llegó a jugar varias temporadas y una final de Conferencia ante los Lakers de Shaq y Kobe.
Regresó a los Bulls traído por su amigo John Paxson con el fin de hacer escuela entre los más jóvenes, pero jugó poco, 23 partidos y aquejado por lesiones no pudo jugar más de un año. Luego intentó una experiencia en Finlandia, quizá más una experiencia cultural que otra cosa, pero no importa, si yo hubiese estado ahí habría ido a verlo jugar.
Para terminar sólo nos queda pensar que tan grande fue. En mi opinión, un escalón debajo de Jordan, lo que para nada es poco decir y más que muchos paquetes mediáticos y musculosos que no saben hacer un doble paso y una bandeja con mano cambiada como la gente.