La policía nacional y el ejército peruano, con la venia del gobierno de Martin Vizcarra, reprimen violentamente a los pobladores de Espinar que vienen implementando una paralización desde el 15 de julio contra la empresa minera Glencore.
Lunes 27 de julio de 2020
Foto: Álvaro Franco - OjoPúblico
Desde el 15 de julio las y los campesinos de Espinar vienen acatando un paro indefinido exigiendo un bono de mil soles con recursos del “Convenio Marco” que tienen con la empresa minera Glencore, el cual deberá beneficiar por única vez a los pobladores de esta provincia cusqueña para que así puedan paliar los efectos del aislamiento social por la pandemia del Covid-19. La respuesta del gobierno ha sido enviar cientos de policías y militares para reprimir brutalmente a los manifestantes, por lo que hoy hay tres heridos de bala y decenas de campesinos detenidos, cuyos paraderos no han sido reportados por parte de la Policía Nacional asentada en la comisaria de Espinar.
La empresa minera Glencore es la principal exportadora de cobre en el Perú. Con sus proyectos Tintaya, Antapacay y Antamina, hace parte de las empresas que desde la “Fase 1” de la “reactivación económica” están desarrollando sus operaciones con normalidad, a diferencia de los pobladores de Espinar que han permanecido en aislamiento social y, por tanto, se han visto afectados ya que no pudieron realizar sus actividades económicas básicas y tampoco recibieron del estado ninguna compensación o subvención, como sí lo hicieron los grandes empresarios a través del plan Reactiva Perú.
Es por esa razón que los pobladores de Espinar han visto acrecentarse sus problemas de subsistencia, en un momento en el cual la pequeña y micro agricultura atraviesa por una seria crisis ya que se encuentra completamente olvidada por el estado. Es en función de ello que han iniciado sus medidas de lucha contra la minera, exigiendo se les otorgue un bono de mil soles para compensar la difícil situación que vienen atravesando. Sin embargo, el gobierno de Martin Vizcarra se ha puesto del lado de la gran multinacional minera y, desde el lunes 20 de julio, ha empezado a reprimir violentamente a los agricultores de Espinar, con las consecuencias descritas líneas arriba.
Esta relación entre el estado y la empresa minera ha quedado claramente evidenciada en la denuncia hecha por un programa dominical de noticias, donde se informó que los cientos de policías y militares que han llegado a Espinar se alojan en instalaciones de la empresa minera Glencore. Ante ello, el general de la Policía Nacional (PNP), Héctor Heráclides Loayza Arrieta, ha manifestado que esta información es verdadera.
Los pobladores de Espinar han denunciado también que los actos de violencia en el bloque de los manifestantes son provocados por policías infiltrados, en ese sentido y para probar sus denuncias, han detenido en una movilización a un capitán de la Policía Nacional que estaba provocando actos vandálicos con el fin de desnaturalizar las protestas sociales. Ante esta denuncia, el general de la PNP ya citado, ha reconocido que ha quien han detenido los pobladores es un miembro de su institución el cual se encontraba haciendo labores de inteligencia infiltrado en las filas de los campesinos.
Vidal Merma periodista y miembro de la Asociación de Urbanizaciones y Pueblos Jóvenes de Espinar (AUPE) nos informó que: “Antes de iniciar nuestra medida de lucha hemos realizado cacerolazos a fin de que el gobierno central instale una mesa de diálogo, pero no hemos tenido respuesta. Rechazamos la actitud de la empresa minera y de sus funcionarios que se muestran intransigentes y no escuchan nuestras demandas”.
Además, Merma denunció que el día 22 de julio, un grupo de jóvenes que se trasladaba a Espinar en un camión, fueron intersectados por la policía nacional y miembros del ejército, quienes empezaron a lanzarles bombas lacrimógenas y llevárselos detenidos.
Durante la última semana han circulado decenas de videos en las redes sociales donde se ve como miembros de la Policía y del Ejercito han reprimido violentamente a la población, incluso hay 3 heridos de bala como lo confirmo una médica que los atendió en el Hospital de Espinar. El general de la PNP ha tratado de negar este hecho, pero ante la presentación de los casquillos de bala donde se muestra el sello de la Policía Nacional del Perú, sus “argumentos” se han desvanecido.
Atrás va quedando el perfil del “presidente democrático”. Hechos como los que vienen dándose en Espinar nos muestran el verdadero rostro del gobierno y su estrecha vinculación al gran capital, así mismo, va quedando claro el rol que jugara el nuevo gabinete presidido por Pedro Cateriano y cual será la respuesta del ejecutivo ante las luchas de los campesinos, los trabajadores y los sectores populares en medio de una escalada en las cifras de contagios y fallecidos por Covid-19, donde millones de trabajadores perdieron el empleo durante la cuarentena y otros miles de micro y pequeño productores, como viene ocurriendo en Espinar, se vieron tremendamente afectados.