Ayer declaró como imputado MEO, por caso SQM. Fulvio Rossi retomó su banca en el Senado tras su licencia por enfermedad. Ambos hicieron declaraciones, declarándose inocentes. El partido de los imputados, la UDI, saludó la comparecencia de MEO. El senador Navarro dijo que ahora toca a Piñera, con sus empresas investigadas. No se salva nadie.
Martes 15 de diciembre de 2015
Comparecencia y declaraciones de MEO
El dirigente del Partido Progresista Marco Enríquez-Ominami, MEO, declaró por más de dos horas y media como imputado en la investigación de la Fiscalía por el caso SQM.
Se investiga la supuesta emisión de 34 facturas falsas por $362 millones a SQM-Salar, en la querella del Servicio de Impuestos Internos contra Cristián Warner, su mano derecha y ex asesor en sus campañas presidenciales.
Al entrar, lo esperaban algunos de sus seguidores ruidosamente. Al salir, declaró que era inocente. Que pidió hacer pública su declaración.
Igual que todo el resto de los imputados de la casta de funcionarios y parlamentarios en compra-venta a los empresarios, pidió que se investigue y se cite a todos.
Tal vez para generar solidaridad, desafió al derechista Sebastián Piñera. En la misma, línea, el senador del MAS Alejandro Navarro dijo que si se citaba a MEO, se debería citar también al ex presidente y probable futuro candidato presidencial, por las investigaciones en contra de sus empresas.
El día de los inocentes
No fue el único en declararse inocente. Al retomar su bancada en el Senado, el PS (con militancia suspendida) Fulvio Rossi, se preocupó de volver a aclarar que es inocente en la investigación por financiamiento irregular también por parte de SQM.
Por si acaso en entrevista los días previos aclaró que las campañas se financian “lamentablemente” con aportes de empresas.
Igual que MEO, igual que la derecha, se encargó de aclarar, y de mandar un mensaje: todos se financian así, todas las candidaturas de la Nueva Mayoría en Tarapacá se habrían financiado con aportes de empresas como SQM. Otra vez, la táctica de si caigo yo, que caigan todos. Algo que funciona.
La mezquindad de la UDI y el cierre de filas
El mensaje funciona. El acuerdo tácito entre los implicados, y no queda nadie fuera, de la derecha a la Nueva Mayoría, de Piñera a la familia de Bachelet pasando por Golborne, de viejos estandartes como Jovino Novoa a nuevas promesas como Peñailillo, es cerrar filas. Que si cae uno, harán que caigan todos. Por eso, hay algunos emblemáticos solamente con condenas, como Jovino Novoa y Pablo Wagner, los dos de la UDI o ex UDI, además el último de ex funcionario del Gobierno de Piñera.
Este último partido, suma otras medallas, como el senador Orpis por el caso Corpesa, la senadora Ena von Baer por el caso Penta, estaría el propio Longueira investigado también, y muchos más.
Aún así, con su característica mezquindad, se alegraron con la comparecencia de MEO. El presidente de la UDI Hernán Larraín declaró que "nos parece muy bien que finalmente Marco Enriquez-Ominami haya dado la cara, haya ido a declarar”, y agregó que "es bueno que haya igualdad de trato, porque hemos visto hasta ahora no ha existido. Se ha cargado la mano en las investigaciones a un sector político, en circunstancias que todos los chilenos saben que estos problemas se han producido de todos ámbitos políticos".
En la Nueva Mayoría, esperando que ahora le toque a algunos de los suyos, ahora realizan declaraciones como las de la derecha. El presidente del Partido Radical Ernesto Velasco, expresó que no debían realizarse juicios antes de tiempo. Todos piden evitar el “linchamiento” público en los medios.
Cierran filas. El pacto funciona. Se rebajan las condenas y medidas cautelares. Ni leyes de transparencia, ni desfiles en Fiscalía o Tribunales para los medios de comunicación, servirán de nada. Terminar con sus privilegios, empezar porque todo funcionarios y parlamentario sea revocable y gane lo mismo que una profesora, es el principio de una solución.