Se aprobó el Acuerdo de Unión Civil que regulará las convivencias de igual y distinto sexo, otorgando derechos en materia de custodia de hijos, salud, patrimonio, previsión y herencias. Se reconocerá a los contrayentes el estado civil de “pareja civil”. Finalmente, dará protección y reconocimiento jurídico a familias que conviven sin estar casadas.
Martes 17 de marzo de 2015
El proyecto ingresó al Congreso por decisión del ex mandatario Sebastián Piñera y logró ser aprobado gracias a las urgencias dadas por la presidenta Bachelet, que promulgará la ley en marzo. Será un contrato entre dos personas que comparten hogar, regulando efectos jurídicos derivados de su vida afectiva en común. Para el gobierno se trata de un hito en nuestra legislación, un marco regulatorio que no discrimina y que dará cuenta de la necesidad de reconocer los distintos tipos de familia. Pero la unión civil no es un matrimonio igualitario.
“La comisión mixta, y tras presiones de la Pontificia Universidad Católica (PUC), rechazó que la ley se llamara Pacto de Unión Civil (PUC), denominándolo Acuerdo de Unión Civil, hecho que constituye una nueva transgresión del estado laico. Con todo, la ley de uniones civiles es una de las modernas del mundo y su importancia se asemeja al derecho a voto ganado por la mujeres y al término de las leyes que hablaban de hijos de primera y segunda categoría”, dice Rolando Jiménez, dirigente del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), quien fuera un destacado militante comunista. Con 16 años, en 1976, ingresó a las Juventudes Comunistas de Recoleta y participó en la década de los ’80 activamente en la lucha frontal contra la dictadura, que incluyó la rebelión popular de masas y la tarea militar. Fue relegado en dos oportunidades, en Melinka y Cañitas. Sin embargo, el Partido Comunista lo vetó y, finalmente, marginó por su condición de homosexual.
Para el Movilh, la aprobación de la Unión Civil significará un paso histórico para la no discriminación y el avance de los derechos humanos, cerrándose un nuevo capítulo en la lucha por la igualdad: “No es casual que la unión civil, cuyo debate inició en el Chile el 2003 con la presentación del primer proyecto de ley sobre la materia, fuera aprobada bajo un Senado que en forma inédita en la historia es presidido por una mujer, Isabel Allende. (…) Hemos visto pasar frente a nuestros ojos el repudio y el desprecio total, los pequeños y grandes avances hacia mejores condiciones de igualdad y hoy llegamos a este momento, de reconocimiento de la diversidad familiar que deja a las nuevas generaciones un mejor país. Pocas personas, pocas instituciones han tenido la fortuna de luchar contra la total represión y alcanzar a vivir y disfrutar las señales de la igualdad plena. Por este privilegio, damos las gracias. Sentimos orgullo porque dos de las leyes que propusimos, defendimos y fueron aprobadas han ido en beneficio de toda la población. La Ley Antidiscriminatoria y la Ley de Unión Civil, reconocen derechos a todas las personas, y benefician a más heterosexuales que a homosexuales. Nadie puede dudar que ello es un aporte del movimiento LGBTI a la sociedad como conjunto”, señala en una declaración.
La aprobación fue festejada por diversas organizaciones de lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros e intersexuales (LGBTI) en todo el país. El Frente de la Diversidad Sexual y el Movilh efectuaron un banderazo en Plaza Italia. Además, el 14 de febrero, en el Parque Balmaceda, se desarrolló por tercer año consecutivo el “Picnic del Amor Diverso”, iniciativa que promueve los derechos de las familias homoparentales. Este año, tuvo un tono diferente pues 42 parejas se unieron simbólicamente en unión civil. En la actividad se obsequió a niños y niñas el libro “Nicolás tiene dos papás” y, junto al Registro Civil, se explicó los alcances que tendrá la nueva ley. “Tras 35 marchas, 72 protestas, 20 campañas, 6 proyectos de ley y 11 años este 14 febrero no demandaremos nada. Sólo festejaremos. Afianzamos, por último, nuestro compromiso con la igualdad plena, lo que pasa por comenzar a discutir el matrimonio igualitario”, señaló Jiménez en la actividad. Recientemente, los dirigentes de la ONG se reunieron con el ministro de Justicia para acordar modificaciones al software del Registro Civil y capacitaciones para los funcionarios que efectuarán las uniones civiles: “Nos preocupa el trato que recibirán las parejas del mismo sexo cuando sean atendidas”, dice Rolando Jiménez.
MATRIMONIO IGUALITARIO
“El trabajo para contar con una ley se inició hace once años, queremos dar un mensaje a todos los convivientes, con o sin hijos, decirles que sin duda este año podrán formalizar su vínculo y acceder a la protección socio-jurídica básica que merece toda familia. En más de una década de debate sobre este proyecto, muchos sectores no sólo nos insultaron por nuestra orientación sexual, además intentaron limitar al máximo los derechos de la unión civil, negándose a todas y cada de las indicaciones que efectuamos”, dice Rolando Jiménez. El arzobispo de Santiago Ricardo Ezzati negó públicamente durante la homilía de navidad, los derechos de las familias homoparentales. “Ezzati, y a la alta jerarquía de la Iglesia Católica están obsesionados con negar derechos a los convivientes heterosexuales y a las familias homoparentales, sin importar los canales y medios que usan para transmitir mensajes que dañan la dignidad de personas”, añade.
“Nuestras próximas luchas serán por el matrimonio igualitario, porque la mención de matrimonio o cónyuges, sigue vetada para las parejas homosexuales, y una Ley de Identidad de Género que facilite que los transexuales puedan cambiarse el nombre en el Registro Civil”, explica Rolando Jiménez.
En 2012, la ONG demandó al Estado de Chile ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por la prohibición del matrimonio igualitario. Se trata de la primera demanda por matrimonio igualitario que se tramita en el sistema interamericano y que, cuando se falle, marcará un hito mundial. El gobierno y la organización han acercado posiciones respecto del tema y podría llegarse a un acuerdo en marzo. Movilh propone una solución amistosa, “que incluya medidas antidiscriminatorias en el campo legislativo y de las políticas públicas y que fije plazos concretos para que el gobierno presente un proyecto de ley de Matrimonio Igualitario”. Durante marzo, el gobierno, la Comisión Interamericana y el Movilh dialogarán sobre la demanda internacional. Para los dirigentes de la ONG hay esperanzas no solo de una solución amistosa sino de que la adopción de niños y niñas por parejas LGBTI llegue antes que el matrimonio entre personas del mismo sexo. Advierten que la reforma a la ley de adopción deberá incluir a los convivientes civiles y terminar así con la injusticia e hipocresía de que en nuestro país todos pueden adoptar mientras oculten la existencia de una pareja del mismo sexo. “El matrimonio igualitario es un tema de derechos humanos. Será realidad en Chile con todos los derechos de filiación, de eso no hay duda”, concluye Rolando Jiménez.
