Así lo dio a conocer la presidenta de la instancia, la militante de Convergencia Social, y el FA, Gael Yeomans, en medio de un tenso debate que atraviesa a los distintos sectores políticos.
Miércoles 28 de agosto de 2019
Es un hecho, el proyecto de reducción de la jornada laboral de 45 a 40 horas encabezado por la diputada del Partido Comunista (PC), Camila Vallejo, será votado este próximo lunes 2 de Septiembre, en la Comisión de Trabajo de la Cámara de diputados.
Así lo señaló la presidenta de dicha comisión, la diputada de Convergencia Social, y el Frente Amplio (FA), Gael Yeomans, quien refirió “ Es un proyecto de ley breve, por lo que no deberíamos demorar tanto. De hecho, no son más que tres las indicaciones presentadas”.
A su vez agregó “Tendremos que ver la en la discusión en particular qué es lo que sucede. Por ahora, lo que se ve en el proyecto, deberíamos despacharlo” de acuerdo al medio Radio Bío Bío.
En el caso de la diputada Vallejo, muestra entusiasmo manifestando ““interesa mucho que avance con sentido de urgencia, es algo que hace mucho tiempo debió ser una realidad. Tener jornadas más dignas”.
Estas palabras se dan en el marco de un debate que ha mantenido acorralado principalmente el gobierno, quien no ha dado su brazo a torcer, buscando que triunfe su propuesta flexibilizadora de jornadas laborales de 41 horas, escudándose en todo lo que esté a su alcance, como en este caso las Pymes que a su entender serían las principalmente afectadas de triunfar el proyecto de la “Oposición”. Sin embargo, en este sentido incluso como contraparte del proyecto de Vallejo, también se han mostrado titubeantes al momento de poder volverse aplicable la ley, ya que al igual de la derecha empresarial, comparten que hay que buscar el mejor acuerdo posible entre empleadores y trabajadores, colocándose al centro un tipo de “gradualidad”. Bastante ingenuo, si es que se piensa que en alguna manera pueden mejorar las condiciones de vida y trabajo, de los trabajadores y trabajadoras, sin afectar las ganancias de los empresarios.
En la otra vereda el gobierno defiende con uñas y dientes el régimen de explotación
Por su parte, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín salió directamente a chocar con la propuesta de la reducción de la jornada laboral, viendo según él, dos problemas centrales.
“Hemos planteado con toda tranquilidad que ese proyecto genera dos problemas fundamentales. Primero: un efecto muy negativo en el mercado laboral (porque) a todos nos gustaría trabajar menos y ganar más y además ese proyecto tiene una indicación para que la hora de colación esté incluida en la jornada de manera que no es un proyecto de 40 horas, sino de 35 horas y media”.
Y sumando “es inconstitucional porque genera gasto fiscal. Ellos pueden seguir adelante, pero es un proyecto inconstitucional”, de acuerdo a lo extraído por el medio La Tercera. Por lo que queda claro que defenderán con uñas y dientes el actual régimen laboral de explotación, a través de la flexibilizadora trampa para readecuar los horarios de trabajo.
Lo que está en juego
Es así como sigue avanzando la propuesta de reducción laboral a 40 horas, teniendo su primer round este martes 2 de Septiembre cuando se vote al interior de la Comisión de Trabajo, donde si bien resulta progresivo, si se toma en cuenta la necesidad concreta de mejorar las condiciones de vida y trabajo, de la clase trabajadora, pero que resulta estéril si es que no se problematiza sobre la importancia de atacar las ganancias de los grandes empresarios para las demandas en cuestión, y problematizando sobre el chantaje de la “gradualidad”, con el que se busca defender a los empresarios y sus leyes antiobreras.
Esa es la mirada que se plantea desde el Partido de los Trabajadores Revolucionarios (PTR), quienes en perspectiva de conquistar un gobierno de las y los trabajadores, se pelee por derechos elementales como es mejor las condiciones de vida de la clase trabajadora y sus familias, planteándose la posibilidad de trabajar 6 horas, durante 5 días a la semana, repartiendo las horas entre trabajadores ocupados y desocupados, combatiendo la naturalización de la cesantía, y el discurso divisionista hacia las y los migrantes.