El 12 de enero de 2009 nos dejaba el músico argentino, Bocha, integrante de unas de las bandas más emblemáticas del rock nacional, Sumo y Las Pelotas.
Gustavo Grazioli @Discolo1714
Sábado 12 de enero de 2019
La historia cuenta lo siguiente: de las calles de Hurlingham directo a las filas de Sumo. Alejandro “Bocha” Sokol estuvo un tiempo en la banda de Luca Prodan tocando el bajo y la batería, hasta que los excesos pusieron primera en algunos tormentos y decidió alejarse del rock para hacerse mormón. El receso de drogas, con estadía en la religión, duró aproximadamente cinco años y luego, tras la muerte del creador del himno que describe a la perfección el Abasto, vino su lugar en el mundo: frontman de Las Pelotas.
Al igual que el cantante calvo con el que hizo escuela, construyó un camino que puso en jaque la imagen de los rockers. Mientras la preocupación estaba puesta en complejizar la pose y la imagen, en su personalidad desbordaba una autenticidad envidiable. Desde un perfil de antihéroe, que no se ponía por delante de nadie, salía a cantar sus canciones. Esa sinceridad que se manifestaba en un estado de entrega absoluta, caló hondo en la historia de nuestra música y hoy lo recordamos por su luminosidad. Por una espontaneidad que ya no se consigue.
En esta meca de glorias difusas e imperceptibles dejó una huella imborrable. El Bocha grabó ocho discos con Las Pelotas. El día que telonearon a Los Rolling Stones hizo que Mick Jagger quede boquiabierto cuando le usó la pasarela, mientras toda su seguridad iba detrás; vivió por todos lados y realmente el dinero de hoy y el de siempre nunca le importó.
A diez años de su muerte, a causa de un paro cardiorrespiratorio, la identidad de canciones como “Sin Hilo”, “Muchos Mitos”, “Pasillos”, “El Peor”, “Solo” o “El Cazador” siguen huérfanas de potencia, pasión y baile. “Si ahora todo está peor/ Por qué es tan bueno para mí?/ No sé si el tiempo se apuró/ Por qué mi cielo es tan gris?”, tararea el recuerdo que aparece de inmediato en “El Peor”.
Con Las Pelotas iba a llegar el punto final. Su poca participación en el disco Basta (2007), más una serie de hechos que incluyen accidentes automotores y una lesión en la pierna que le impidieron afrontar algunos shows, lo sentenciaron a dejar el grupo de toda su vida y formó “El Vuelto”. Un proyecto con el que se dedicó a cantar canciones de sus admirados.
En las presentaciones en vivo se colaban David Bowie, Pink Floyd o The Beatles. También dejó un demo que se llama “Cría de lobos”, el cual tiene un tema homónimo que abre con un verso que demuestra su grandeza como autor. “Si caminas y no llegas, igual sabe que yo te espero/ Y si volves a despertar vas a tener al sol de nuevo/ El rebaño en el que estas, cría de lobos se está haciendo/ Pero te amo siempre más, y aunque no esté no tengas miedo”.
En fin: su legado quedará en los que sobrevuelan los bordes de una vida que aspira a una marginalidad como modo de enfrentar a los esnobs del mundo uníos.
