El Juez José de la Mata ordenó prisión para el primogénito de los Pujol-Ferrusola y ahora están en el punto de mira el ex Molt Honorable Jordi Pujol i Soley y su esposa Marta Ferrusola.
Viernes 28 de abril de 2017
En esta semana, la investigación sobre el Clan de los Pujol ha dado un giro abrupto. Primero fue la prisión sin fianza de Jordi Pujol i Ferrusola, el primogénito de la familia, como analizábamos en Izquierda Diario. Pero ahora ha dado otro vuelco, en la cual se anuncia que Jordi Pujol padre y Marta Ferrusola eran quienes se encargaban de gestionar los fondos familiares.
La UDEF (Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal) sostiene que el primogénito ha ocultado 30 millones de euros desde que comenzó la investigación en 2012. Las casas y los despachos de Jordi Pujol y toda la familia han sido registrados por los agentes de la UDEF durante horas. La aparición de documentación nueva vuelca el foco sobre los padres.
En estos años Jordi Pujol padre y Marta Ferrusola se encargaron de realizar movimientos en sus cuentas y patrimonios para evitar cualquier tipo de embargo. Ahora la instrucción del juez busca demostrar que hay una asociación delictiva dirigida por los padres del Clan.
El fundador del partido del 3%
Nada de esto es de extrañar. Más allá de lo que digan algunos medios de difusión y sus escribientes bien pagados, era un secreto a voces todos los negociados que tenía el “ex honorable”. La derecha hará hincapié en que Convergència Democràtica tenía todas las sedes embargadas, en el escándalo del Caso Palau y la financiación ilegal del CDC gracias a la faena de su ex tesorero Prenafeta.
Sin embargo, no hay que olvidar que “el Virrey” fue defendido por los mismos poderes de Madrid. Cuando fue el caso de Banca Catalana consiguió el apoyo de González para parar las investigaciones. Pujol y sus hijos tienen muchos negocios comunes con “personalidades” españolas. No es casualidad que Pujol fuese el gran preservador de la autonomía.
Pujol junto a Durán i Lleida fueron garantes de la gobernabilidad en todo el Estado español. Apoyaron a Felipe González primero y también a Aznar quien llegó a hablar en catalán en la intimidad. Convergència i Unió siempre llegaron acuerdos con la burguesía española para realizar los negocios comunes. Incluso con el Rey emérito.
Por todo ello, es que Pujol dijo en el Parlament hace casi tres años “Si es talla una branca pot caure tot l’arbre” (si se corta una rama, puede caer todo el árbol). Una frase amenazadora a para los diputados de las diferentes formaciones políticas catalanas. Traducción: ‘Ojo que, si yo hablo, habrá mierda para repartir a diestra y siniestra’.
El Parlament catalán iba conformar una comisión de investigación sobre los casos de corrupción presidida por David Fernández de la CUP. Comisión que, por supuesto quedó en la nada. Fue famoso Fernández por decirle gánster a Rodrigo Rato, aunque fue repetida por Fernández a la cara del “exhonorable”.
De todas formas, no es casualidad que en estos días arrecie la actividad del Juez de la Mata. A mayor cantidad de casos de corrupción relacionados con el PP más posibilidades de que se agilicen los trámites del caso Pujol. Y esto irá en aumento en la medida en que se acerque el referéndum de setiembre. Pero no os engañéis, las investigaciones no llegarán a buen puerto, porque si sale a la luz todos los negocios de los Pujol, “pot caure tot l’arbre” y saldrán a la luz los negocios de una buena parte de la burguesía española.
Por último, aunque no por ello menos importante, el pujolisme está totalmente acabado. El mal llamado “oasis catalán” o el “som millors” también. La corrupción está tan metida en las instituciones catalanas como en las españolas. Se acabó Convergència, despareció Unió, el PSC está marginado y el PDeCAT va en el mismo camino.
Lo que no se acaba, a pesar de los dirigentes políticos de la burguesía catalana y española, es el deseo del 80% de votar en un Referéndum los destinos del pueblo catalán. Este proceso no se acabará por el “cajón podrido” o la “charca del 3%”. Hay que echar a los dirigentes representantes de la burguesía catalana y luchar en las calles para realizar el referéndum de autodeterminación.