Teatro. Se estrena “En esta vida”: política, historia y lunfardo en la Buenos Aires de los años ´50

Entrevistamos a Ariel Aloi, autor de esta obra teatral próxima a estrenarse este viernes 16 que conjuga elementos típicos de Buenos Aires para mostrar un punto de vista universal sobre el comportamiento humano.

Augusto Dorado @AugustoDorado

Domingo 11 de noviembre de 2018 09:43

En esta vida estará en cartelera los días 16 y 23 de noviembre en el Teatro El Cubo.

Este viernes 16 de noviembre se estrena la obra teatral “En esta vida” de Ariel Aloi con dirección de Catriel Marmó. Se trata de una pieza que reúne fragmentos de la historia de Buenos Aires, del tango y del lunfardo, y que también tendrá una segunda función el viernes 23, en ambos casos a las 21 hs. en el Teatro El Cubo, ubicado en Zelaya 3053 (en el tanguero bario del Abasto, CABA).

La Izquierda Diario entrevistó a Ariel Aloi, autor y guionista de la obra, quien además es escritor y trabajador del ámbito de la salud, en el Hospital Iriarte de Quilmes.

LID - ¿De qué se trata (a grandes rasgos) “En esta vida” -la obra que estrenás el viernes 16- y por qué nos recomendarías verla?

AA - “En esta vida” cuenta una historia que se inicia el día de la muerte de Eva Duarte de Perón. Los protagonistas, Antón y Remo, desde tiempo atrás organizan un plan secreto y bastante descabellado para todo el barrio del Abasto, inspirado por la experiencia de la República Independiente de La Boca. Desde el inicio se disparan varios embrollos en las relaciones: Antón mantiene una relación amorosa y trágica con una prostituta, una gran amistad (que no excluye choques ideológicos) con una militante peronista y en medio, se inicia una entrevista no menos disparatada con una exiliada venezolana.

Creo que la obra, más allá de los elementos históricos y la ambientación de la época, permitirá a los espectadores transitar toda la complejidad del comportamiento humano y por muchísimas sensaciones: desde la tristeza, el deseo y la melancolía, hasta la venganza como opción.

El personaje principal es anarquista, la trama se desarrolla hacia el final del primer gobierno peronista (en 1952): ¿por qué elegiste ese cruce de ideas, qué cosas te interesó destacar de esos dos universos ideológicos que tuvieron tanta influencia en el movimiento obrero argentino en el siglo XX?

Me pareció que la época entroncaba con el tipo de historia que quería contar, en todo sentido. El plan secreto de los protagonistas se derrumba por la muerte de Eva Duarte. Desde un comienzo aparece este choque de ideas con un hecho práctico; Remo le dice a Antón, en la primera escena: “Murió Evita. Tenemos que cambiar de planes”. Por un lado, traté de expresar la nostalgia por otras épocas: por ejemplo, es importante recordar que el 1° de mayo de 1904 los anarquistas reunían alrededor de 70.000 obreros en la Plaza Lorea y para 1910 ya existían 74 gremios organizados por esta corriente. Luego, planteándolo a grandes rasgos, con la llegada del peronismo fueron perdiendo fuerzas. Lo cierto es que esto no aparece en la obra en forma documental, sino a través de otros modos, incluso, en algún momento, con el humor. Los universos ideológicos eran y son tan antagónicos que me permitieron desarrollar a los personajes, sus historias y la línea de la obra desde las contradicciones del día a día: la propiedad privada, el amor, las esperanzas en el peronismo, el debilitamiento del anarquismo y, ante todo, el comportamiento humano de los personajes ante estas situaciones.

¿Qué lugar tienen el tango y el lunfardo en la obra?

Por un lado, quiero destacar que me sorprendí muchísimo al hacer un estudio del tango y del lunfardo, por el hecho de que aún mantenemos una buena parte de la jerga de aquella época y de cómo nutre nuestro lenguaje. En la obra teatral el lunfardo tiene un lugar central: gran parte de los diálogos están nutridos de él. El tango, en cambio, aparece de otra manera: con una reivindicación persistente de Carlos Gardel como uno de los referentes simbólicos del plan que quieren ejecutar los protagonistas y con algo de música. Lo cierto es que es difícil separar el tango del lunfardo, porque tienen el mismo origen, el mismo espacio y se retroalimentan.

Ariel Aloi: autor, guionista y dramaturgo.

Sos autor de varios libros y esta es tu segunda obra teatral (la anterior, “Aviones de Papel” está basada en uno de tus libros) ¿qué disfrutás más de cada uno de estos dos “soportes” (literatura y teatro) para tus creaciones? ¿Qué sensaciones te despiertan ver a tus personajes interpretados por terceros, actores y actrices?

En realidad, “En esta vida” es mi primera obra teatral, ya que la imaginé y la escribí con el único fin de llevarla a los escenarios. En el caso de “Aviones de papel” se trató de una adaptación de la novela. En cuanto al disfrute, podría decir que la literatura, el teatro o cualquier otro arte, tienen un origen común: la imaginación, que lo es todo en el momento del nacimiento de una obra. Luego toman diferentes caminos. Pero al escribir las sensaciones son las mismas e infinitamente superiores a las del “mundo terrenal”: lo que no me puedo explicar es el por qué. En el caso del teatro, abre concretamente la posibilidad de humanizar la imaginación, hacerla material y tangible, y ese proceso es hermoso. Los personajes adquieren rasgos, voces, formas de caminar, miradas, estados de ánimo visibles.

¿Qué planes tenés para el año que viene?

Para el año próximo tengo muchísimos planes. En primer lugar, seguir con las presentaciones de “En esta vida”. En segundo, comenzar con la preproducción de mi primer largometraje que, por ahora, se titula “Los dos lados de la nada”. Luego, tengo varias obras que me han quedado en el tintero y espero poder sacarlas a la luz.