Una serie de cambios ha tenido que realizar el gobierno de Piñera a las exigencias establecidas para acceder al llamado "bono clase media", tras una avalancha de denuncias y reclamos realizados. Pese a cambios y "rectificaciones" aún se mantienen limitaciones que dejan fuera a miles.
Viernes 21 de agosto de 2020
Uno de los últimos "caballitos de batalla" del gobierno de Piñera ha sido el llamado "bono clase media" de $500 mil a quienes tengan una renta promedio anual durante 2019 igual o mayor a $400 mil y menor o igual a $2 millones, y a quienes hayan registrado en julio de este año una disminución de 30% o más en sus ingresos.
Desde que empezó la postulación a este bono las miles y miles de denuncias y reclamos no se hicieron esperar. Trabajadores/as denunciaron que aparecen con montos promedio inferiores a los $400 mil, donde muchísimos de los casos son debido a licencias médicas en algunos meses de 2019, y pese a que el Gobierno anunció que esto no se contemplaría, los reclamos continúan.
Otra gran traba que impone el gobierno de Piñera es la exigencia de tener registro de ingreso en julio de 2020 y, por si fuera poco, que este haya tenido una disminución de 30% o más. ¿Qué pasa con las miles de personas que trabajaron todo el 2019, pero que antes de julio de este año quedaron cesantes, dejando de recibir ingresos? ¿O quienes hayan recibido ingreso en julio sin disminución o con una disminución de menos del 30%?
Tampoco lo podrán recibir quienes pertenezcan a un hogar donde se haya recibido el mísero Ingreso Familiar de Emergencia, ni quienes no puedan acreditar que perdieron los ingresos que generaba en una ocupación informal.
Ahora último el Gobierno implementó medidas para que lo reciban trabajadores dependientes cuyos empleadores no informaron sus ingresos de 2019; jubilados que en 2019 también contaban con un ingreso adicional; trabajadoras de casa particular con cotizaciones previsionales; y trabajadores independientes con auto retención y pago de impuestos mensuales, entre otros.
Estas limitantes son realmente insoportables en un contexto de desempleo histórico en el país, con 2 millones de personas desempleadas, 700 mil "suspendidas" sin recibir sueldos, y otras más de 700 mil que se encuentran "inactivas" y que en algunos meses más irán pasando a la "cesantía formal".
El gobierno criminal entrega bonos miseria, dejando además a miles de personas fuera, mientras entrega miles de millones a empresarios y las grandes fortunas chilenas aumentan su patrimonio. Esto ocurre con el beneplácito de la "oposición", que ha votado leyes antitrabajadores como la de "protección del empleo", incluyendo al Partido Comunista, que dirige la CUT y sindicatos mineros importantes del país, sin mover un dedo por organizar la resistencia a los ataques patronales, los cientos de miles de despidos, la represión.
La única manera de que pueblo trabajador no siga pagando los costos de la crisis es que esta sea costeada por los capitalistas, que durante años se han beneficiado y enriquecido a costa de la explotación de las grandes mayorías.