En esta oportunidad Claudia Ferri nos cuenta un ejemplo histórico muy importante de reconversión industrial que muestra que, con capacidad tecnológica adecuada, muchas fábricas podrían reorientar su producción en función de lo que es necesario: respiradores artificiales e insumos médicos para enfrentar la pandemia.
Claves del video
Los respiradores son claves para salvar la vida de cientos de miles de personas en todo el mundo, sobre todo a los enfermos más graves. Y el problema es que no hay suficientes en ningún país, incluso en Italia los médicos tienen que decidir a quiénes salvar y a quienes no. Hay que hacer lo que se llama reconversión industrial. Esto es que empresas como las automotrices, con personal especializado y capacidad tecnológica, reorienten su funcionamiento para dejar de hacer autos, o estructuras de aviones o lo que sea y hagan respiradores. O sea producir en función de lo que es necesario. Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial hizo un acuerdo con los empresarios automotrices para reorientar la producción y que todo ese potencial industrial sea utilizado en función de lo que se necesitaba para ir a la guerra. La General Motors por ejemplo empezó a fabricar masivamente motores para aviones, tanques y camiones, jeeps -que aparecen en este momento- y armas. Y Ford fabricaba un avión cada 63 minutos. Las máquinas estaban activas 24 horass del día. El objetivo de esta reconversión no fue mejorar las condiciones de vida de millones de personas (de hecho esas armas asesinaron a entre 50 y 100 millones de personas). Lo que sí querían era ganar la guerra y que el capital norteamericano impusiera sus condiciones en gran parte del mundo. Además las empresas norteamericanas hicieron un negoción con la demanda estatal. Cuando se trata de sus intereses y ganancias, los capitalistas no dudan en reconvertir sus industrias como de hecho ya está pasando en algunos casos. Por eso es clave que la clase trabajadora se encuentre a la cabeza de esta exigencia imprescindible, para cambiar realmente el curso de la situación. Como decíamos, que la prioridad no sea la ganancia sino las necesidades urgentes sanitarias que tenemos hoy.