Por iniciativa de la Juventud del PTS, estudiantes y jóvenes procesades, se lanzó este sábado el comité por el desprocesamiento de las y los 27 estudiantes y por el sobreseimiento efectivo de la abogada y docente. El objetivo del espacio es impulsar una gran campaña en Córdoba y en todo el país contra el avance de la Justicia en la criminalización y persecución de la protesta social.
Lunes 12 de octubre de 2020 21:37
Más de 100 personas dimos lanzamiento al comité por el desprocesamiento de los 27 estudiantes y por el sobreseimiento efectivo de la docente y abogada Leticia Celli. Este encuentro resultó ser el más convocante en cuanto a instancia de coordinación para enfrentar los procesamientos se refiere. Participaron jóvenes procesados, estudiantes, docentes, investigadores del CONICET y trabajadores de Luz y Fuerza, entre otros.
La iniciativa surgió desde la Juventud del PTS junto a estudiantes independientes, para enfrentar el brutal avance de la Justicia Federal que pretende llevar a juicio y condenar a estudiantes por defender la educación pública. El espacio tiene por objetivo ser lo más amplio posible, para que sectores del movimiento estudiantil, trabajadores y organizaciones políticas, culturales y de derechos humanos, puedan rechazar este ataque.
Entre las principales resoluciones están la realización de una audiencia pública, el llamado a asambleas en cada facultad y, poniendo en pie una gran campaña, movilizarnos el 29 de octubre en las calles. También la solidaridad con las familias de Guernica y la exigencia de que no haya ni represión ni desalojo.
Además de contar con la participación de diferentes sectores, este primer encuentro también tuvo ausentes: las conducciones de los centros de estudiantes y de la Secretaría General de la Federación Universitaria de Córdoba. A pesar de haber sido invitades a participar, agrupaciones como La Bisagra y El Módulo decidieron no ser parte. Evidentemente no alcanza con hacer declaraciones formales, es necesario que las organizaciones estudiantiles se pongan de inmediato a la cabeza de la pelea por el desprocesamiento de les estudiantes.
Recordamos que en el año 2018 se desarrolló en todo el país, uno de los conflictos educativos más grandes de las últimas décadas. Llegó a más de 50 universidades de todo el país y Córdoba fue uno de los epicentros. Los integrantes de la comunidad universitaria, hoy perseguidos por la justicia, fuimos parte de esas asambleas multitudinarias. Actualmente, las reivindicaciones de mayor presupuesto para combatir la deserción, falta de aulas, o protocolos contra la violencia machista siguen vigentes, ya que el presupuesto actual sigue siendo el mismo asignado en el gobierno de Macri.
Ese ajuste en educación hoy se extiende a amplios sectores de trabajadores ya que el rumbo que imprimen los diferentes gobiernos es que las pérdidas de la grave crisis económica y sanitaria caigan en las espaldas de los sectores populares. Mientras esto sucede, el Estado, mediante la justicia y sus fuerzas represivas, amedrenta y criminaliza los conflictos sociales. Un ejemplo es esta causa donde se avanza con celeridad contra estudiantes, pero también está el ejemplo de cómo actúa contra familias sin techo en Guernica, las causas abiertas al personal de salud y el amedrentamiento a vecinos que buscan salvar sus viviendas y el Bosque Nativo de los incendios.
Claramente la pelea contra la represión y la persecución judicial de los estudiantes no puede estar separada de la pelea común junto a otros sectores que vienen sufriendo la crisis y organizándose para enfrentarla, así fue durante el año 2018, donde nos acompañaron en nuestra lucha trabajadores de Minetti y Luz y Fuerza, donde intentamos retomar la unidad de obreros y estudiantes, la mejor tradición del movimiento estudiantil.
Remarcando cómo el aumento de la pobreza, la desocupación y la precarización laboral afecta directamente el derecho a estudiar, hicieron su saludo les trabajadores de La Red de trabajadores precarizadx e informales, que se solidarizó con el comité y planteó la necesidad de seguir peleando en común estudiantes y jóvenes trabajadores, muches de les cuales se están quedando afuera de la universidad por las condiciones de trabajo.
Una de las resoluciones de este primer encuentro que reunió a decenas (la cual fue aprobada, pero con mayoría de abstenciones), fue adherir a la convocatoria del “Bloque Combativo de Estudiantes” para el domingo 11 de octubre. En esta reunión finalmente participaron 18 personas de todo el país.
¿Luchar por separado o unir todas las causas democráticas, estudiantiles, obreras y populares?
Sobre el final del encuentro se desarrolló un extenso debate a partir de que desde la Juventud del PTS propusimos pronunciarnos en contra del desalojo a las familias en Guernica, a la vez que apoyar el reclamo por tierra y vivienda en este lugar, y en el resto del país. Las organizaciones Marabunta y Pañuelos en rebeldía se opusieron a esto y a cualquier otro tipo de pronunciamiento en solidaridad con otros sectores en lucha, ya que, según estas organizaciones, “se diluía el reclamo por los procesamientos”, planteando así que el comité solo debía pronunciarse excluyentemente por este punto. Algo que no sólo es absurdo, ya que, del conjunto de las resoluciones propuestas, casi su totalidad eran medidas para llevar adelante esta campaña, si no que, tiene detrás una posición política preocupante: ¿por qué negarse a que estudiantes en lucha se pronuncien en solidaridad con las familias trabajadoras sin un techo para vivir? Abonar la idea de que es posible pelear por demandas como la criminalización de la protesta de manera aislada, estudiantes por un lado y trabajadores por el otro, va en contra de la mejor tradición combativa del movimiento estudiantil. Siguiendo esta lógica, ninguna lucha podría votar solidarizarse con otra, por lo cual no podría mostrarse ningún tipo de alianza ni unidad como, justamente, la que está expresando la propia lucha de Guernica. Y como en parte también se expresa en nuestra propia defensa como procesades: con solidaridad y pronunciamientos de múltiples sectores sociales, políticos, de derechos humanos, etc.
Asimismo, si siguiéramos este camino, las familias de Guernica estarían en absoluta soledad para enfrentar al Estado y los especuladores inmobiliarios, los obreros de Molinos Minetti no habrían contado con la solidaridad de decenas de estudiantes y trabajadores cuando hubo intentos de desalojo. Tampoco organizaciones obreras y populares, movimientos sociales y sectores en lucha deberían apoyar nuestra pelea contra los procesamientos.
La de Guernica es una lucha testigo, que se volvió nacional por la dimensión política y social que tomó. Las miles de familias están resistiendo todo tipo de maniobra y aprietes del Estado y las amenazas permanentes de represión. Si ellas y ellos conquistan derechos, todas las peleas democráticas, obreras y populares estarán en mejores condiciones para frenar ataques reaccionarios. Si son derrotados, la Justicia se hará sentir muy fuerte contra todos los que salimos a luchar por nuestros derechos, contra les procesades también. Las clases dominantes a las que enfrentamos, con sus instituciones, no piensan sus frentes por separado, avanzan de conjunto midiendo la resistencia y la coordinación de las luchas populares para avanzar.
La dimensión particular de una gran campaña con la más amplia unidad de acción en Córdoba y en todo el país contra los procesamientos, de ninguna manera se contrapone con esta perspectiva, al contrario, la fortalece.
Sin embargo, sabemos que ésta no es la posición que tienen les compañeres de Marabunta y Pañuelos en rebeldía. La posición -que defendieron en la reunión- de no unificar las distintas peleas, va en contra de toda práctica lógica y coherente de los sectores que luchamos. Lo que hay detrás de estos argumentos esgrimidos serán, seguramente, visiones políticas que estuvieron poco claras en esta primera instancia.
Luego de este importante inicio, incluyendo todos los debates que se desarrollaron, consideramos muy auspiciosa esta primera reunión para la enorme pelea que tenemos por delante, en la cual es muy necesaria la más amplia unidad e iniciativas que puedan llegarle a la mayor cantidad de estudiantes posible.