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Red Internacional
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Catalunya. Se unen la vieja y la nueva izquierda reformista

Las formaciones que propulsaron a Ada Colau al Ayuntamiento de Barcelona prosiguen con un apretado calendario para unificarse en un mismo partido político.

Guillermo Ferrari Barcelona | @LLegui1968

Martes 23 de agosto de 2016

El proyecto anunciado a principios de este año por la Alcaldesa está acelerándose. Desde entonces, Podem, Iniciativa Els Verds, Esquerra Unida i Alternativa y Barcelona en Comú han ido avanzando lentamente en el proceso de fusión, consultando a sus bases.

Se prevé que las cuatro formaciones anuncien la constitución de una nueva formación de izquierda unificada para enero o febrero del próximo año. La izquierda se plantea el asalto a la Generalitat y desalojar a Junts pel Sí.

El próximo 27S, el Govern de Puigdemont afrontará la moción de confianza sin tener claridad de cómo irá. Además los presupuestos de éste año siguen prorrogados, sin poder acordarlos con la CUP. Todo esto hace que la legislatura esté pendiente de un hilo y que las fuerzas de izquierda se relaman por formar una nueva “alternativa”.

La izquierda reformista, tanto la de nuevo, como la de viejo cuño, ven una enorme oportunidad de ocupar el espacio electoral que el PSC ha ido dejando vacío. El otrora amo y señor de Barcelona y alrededores se está desvaneciendo en el aire. Para ello Ada Colau y Cía están lanzando una “OPA hostil” para acrecentar su espacio y pasar a ser la primer fuerza catalana en elecciones autonómicas.

Algunas de las discusiones

Una de las discusiones centrales consistirá en la cuestión territorial. Hasta ahora los partidos tienen en común la defensa del Referéndum para definir la relación entre Catalunya y el Estado español. Aunque ahora se plantea una definición más clara, al menos por parte de BComú. Esta es la discusión que hay de fondo entre Iniciativa y Ada Colau en relación a la posible asistencia de la alcaldesa al próximo 11S.

También estará en discusión la forma en que se organizará el nuevo partido. Un aspecto importante es si habrá cuotas de acuerdo el peso de cada corriente o si directamente empezarán a funcionar como una organización fusionada. Los diferentes grupos han ido avanzando su intención de unirse, aunque ICV y EUiA no quieren desaparecer del todo.

Las discusiones que faltan

Sin embargo, en estas discusiones faltan algunas cuestiones centrales. Por un lado, los graves problemas de paro y precariedad que azotan a la clase obrera. Una fuerza de izquierda debe plantear cómo resolverlos. Mucho más con la responsabilidad de dirigir un Ayuntamiento tan importante como el de Barcelona. Cabe recordar la actuación de Ada Colau con los trabajadores de TMB, técnicos de Movistar o los Manteros.

Otro aspecto que no figura en la agenda de estas formaciones es la discusión del Régimen ’78. Es éste reaccionario régimen el que prohíbe la autodeterminación de las naciones y que ni siquiera las reconoce. Es un Régimen que nació sin tocar nada de la dictadura franquista. Algunas de sus instituciones son heredadas directamente de la dictadura como el Rey y el Tribunal Constitucional.

Lamentablemente, éste nuevo partido en formación no será una alternativa para los trabajadores. Aunque podría generar ilusiones, la “nueva formación” nacería en un escenario más complejo, no solo por la actuación que están teniendo desde el Ayuntamiento barcelonés, sino porque no se plantean resoluciones radicales a los graves problemas que arrastramos desde la crisis, incluso antes.