El candidato de la derecha reconoció que hizo uso del retiro del 10% de las AFP, transformándose en un ícono de la hipocresía de los defensores del negocio con las pensiones. El "contragolpe" de proponer retirar el 100% si se aprueba el cuarto retiro, es sólo un voladero de luces.
Viernes 1ro de octubre de 2021
"Muchos, incluyéndome, hicimos retiros de estos fondos". Sebastián Sichel finalmente aceptó lo que no quería decir hace semanas. La presión se hizo insostenible. Durante la semana, uno de los voceros de su comando y diputado Francisco Undurraga (Evópoli), ya había adelantado lo que se venía al afirmar que Sichel debería aclarar el tema.
Se trata de un golpe político que lo deja más debilitado de lo que ya venía, luego de su mediocre desempeño en el debate presidencial. Por eso trató de salir al paso con una maniobra burda. "La verdad es que si se aprueba el cuarto retiro, cosa que espero que no pase, quiero discutir en serio por qué no retiramos el 100% de los ahorros para guardarlos lejos de los burócratas y la política y administrarlos en cuentas separadas para nuestra pensión futura".
Es un voladero de luces, porque para el titular busca aparecer apoyando el retiro del 100% de los fondos. Pero en la "letra chica" deja ver sus verdaderas intenciones: blindar esa plata para que sólo puedan ser usados como fondo de especulación e inversión a favor de los dueños de Chile. No olvidemos que ese es el verdadero objetivo de las AFP y es lo que se ha puesto en riesgo con los retiros.
Esto reabre el debate sobre quién administra las pensiones. Hay que acabar definitivamente con las AFP para terminar con las pensiones de miseria. Se necesita un sistema de reparto solidario para que nadie muera con pensiones de hambre como sucede hoy. Pero no basta. Esos fondos deben dejar de ser una caja de especulación a favor de los grandes capitalistas nacionales y extranjeros y deben ser administrados por trabajadores y jubilados.