Mundo obrero. Sector automotriz de Querétaro, en picada por crisis de semiconductores

Como hemos denunciado desde La Izquierda Diario México, entre los sectores más golpeados por la escasez de semiconductores está la industria automotriz, debido a que resultan piezas claves para las unidades centrales electrónicas del automóvil y/o para controlar su tracción.

México, como uno de los países con mayor producción de autopartes y vehículos a nivel mundial, es parte fundamental de las cadenas de valor con los Estados Unidos de América del Norte, que a través del T-MEC, se ha visto impactado por las grandes líneas de montaje que requieren de estas piezas de importación, también conocidos como microchips.

La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) había estimado que en el tercer trimestre del año se podría regularizar la proveeduría de chips para el ramo automotriz, para terminar el año con un alza del 12% en el ensamblaje de vehículos ligeros respecto a la producción del 2020.

Continúa la escasez de semiconductores y su impacto a la industria automotriz

En el estado de Querétaro, la industria automotriz se encuentra afectada hasta en un 30% de su producción, según lo esperado para este cierre de año. La principal causa es el desabasto de los semiconductores a nivel mundial, que a su vez incidió en el aumento de los costos y precios en los insumos. Así lo dio a conocer el presidente del clúster automotriz, Renato Villaseñor.

Nos encontramos 10% abajo de lo pronosticado para este año con respecto a la proyección que se tenía en diciembre 2020, la previsión que se tiene para 2022 sigue siendo con una tendencia a la baja; no es un tema de Querétaro, no es un tema de México, no es el tema de América, es un tema global. Es decir, más de 10 millones y medio de autos se van a dejar de producir en el mundo por el tema de semiconductores.

Según declaraciones del mismo representante del clúster automotriz en el estado, las empresas del ramo, al menos el 40% de ellas tuvieron estimaciones para un crecimiento de dos dígitos para el cierre del año, recordando que en 2020 aproximadamente el 60% de las mismas terminaron un cumplimiento de entre 75% y 90% de su producción. Este 2021 se intentó recuperar durante el segundo semestre del año lo que se dejó de producir en los primeros 6 meses, sin embargo, la meta no se cumplirá.

Tenemos empresas que traen caídas en sus producciones del 30% en Querétaro, y [otras] que van con un 5% arriba de sus previsiones de venta; por un lado estamos teniendo una caída de la demanda; por otro, problemas en la proveeduría no nada más de semiconductores, en general la cadena logística está colapsada a nivel mundial, llámese costo de contenedores, barcos, transporte terrestre; todo eso nos termina afectando a todas las empresas del sector, además de los incrementos que tenemos en los precios de nuestros insumos.

La producción automotriz nacional representa alrededor de un 20% del PIB industrial

Como bien indica nuestra compañera Bárbara Funes en su análisis sobre “La crisis de los semiconductores y cómo afecta la industria en México”, el optimismo a inicios del año en la Industria Automotriz acerca de una posible recuperación, se estrelló con la crisis y escasez de los semiconductores.

Según datos del Inegi, en 2020 la producción de automóviles había caído un 34% entre enero y julio respecto al mismo período de 2019. Y en 2021, también entre enero y julio, se armaron 1.8 millones de carros, por debajo del año previo a la pandemia, pero con una recuperación de 20% respecto a 2020. En julio pasado, la recuperación se desaceleró. La combinación de falta de chips y la menor capacidad de transporte marítimo contrajo la producción de nuevo, que bajó a unos 221 mil vehículos, la menor cifra este año y un 26% inferior a la de julio del año pasado.

Se prevén paros técnicos en la maquila hasta junio de 2022 ¿Cómo enfrentarlos?

Cabe agregar que la magnitud del problema llevó a las autoridades en el país, así como la mayoría de las direcciones sindicales en México, a pactar con las empresas trasnacionales del sector, dando pie al establecimiento de los paros técnicos, por parte de la patronal dejando de lado los intereses de las y los obreros, quienes han visto cómo sus condiciones laborales y de vida se han degradado.

Los paros técnicos han desnudado una vez más el verdadero carácter de las patronales que siempre ante una crisis económica y/o cuando se presenta un factor que ponga en riesgo sus ganancias, descargan en las bases trabajadoras para que sean quienes paguen los platos rotos, como se dice popularmente, siempre con la complicidad de las cúpulas sindicales charras.

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