La compañía productora Alcon Entertaiment anunció el regreso de Harrison Ford como Rick Deckard en Blade Runner 2. Aunque con el reciente accidente que sufrió habrá que ver si se mantiene el proyecto.
Elizabeth Yang @Elizabeth_Yang_
Viernes 6 de marzo de 2015
Dennis Villeneuve (de "El Hombre Duplicado” basada en una obra de Saramago) está en tratativas para ser el director de la secuela. Aún no hay fecha de estreno ni se sabe si será nuevamente Vangelis quien musicalizará el film.
En la original de 1982, Ford es Deckard, un cazador de replicantes-androides con forma humana que vive en una distópica ciudad de Los Ángeles, una ciudad imaginaria en la que nadie querría vivir.
La película describe un futuro sórdido donde una poderosa empresa, Tyrell Corporation, gracias a los avances de la ingeniería genética, crea los robots Nexus-6. Estos robots son casi idénticos al ser humano y aunque cuentan con una fuerza física y agilidad superiores, carecen de la misma respuesta emocional y de empatía.
Los Nexus-6 trabajan como esclavos en las colonias exteriores a la Tierra. Durante una rebelión sangrienta un equipo de Nexus-6, los Replicantes, fueron desterrados del planeta Tierra, o “ilegalizados”. Para matar, o pasar a “retiro” como dicen en el film, a todos los que no acataban la condena, fueron creadas unas brigadas especiales, los Blade Runners.
Hay imágenes que corresponden al momento en que Estados Unidos es sobrepasado económicamente por Japón, y se refleja en el dominio de la cultura y publicidad japonesa en esa futura ciudad de Los Ángeles.
Esta película de ciencia ficción es de los inicios de los años 80, y es considerada precursora del género cyberpunk, y basada parcialmente en la novela de Philip K. Dick ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (1968).
De alguna forma los realizadores de Blade Runner y también de la novela expresaron muchos de los signos del capitalismo en decadencia.
El mundo de Blade Runner es la ficción de un futuro, hoy más cerca de nuestro presente, la acción tiene lugar en el año 2019. Entra en las consecuencias del uso de la tecnología y la sociedad del futuro, y existe una tensión constante entre pasado, presente y futuro. Sobre todo porque muestra un futuro de barbarie en un contexto de alta tecnología que brilla en medio de restos decadentes y viejos de alguna sociedad humana.
El poder de las transnacionales concentradas, una característica del capitalismo en su máximo desarrollo, pueden verse en el film como una manifestación del poder en grandes rascacielos, en una policía omnipresente, y una vigilancia que crea un ambiente de persecución permanente al individuo. Es un contexto opresivo donde hay una observación de todo y todos a gran escala, al tiempo que la vida es “creada” en Replicantes que no sienten emociones y en animalitos usados como juguetes.
Tanto en la novela como en el film está la incertidumbre de quién es humano y quién no, llevando a la reflexión sobre la humanidad y cuál es su futuro bajo el capitalismo.
Elizabeth Yang
Profesora de Lengua y Cultura portuguesa. Fundadora del PTS y columnista de la sección Cultura de La Izquierda Diario.
