El miércoles 22 hubo impactantes movilizaciones en las principales ciudades de México, y jornadas a nivel mundial por la aparición con vida de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa.
Viernes 24 de octubre de 2014
La crisis con el Gobierno de Peña Nieto demarca una profunda crítica al Estado y su ligazón con la represión y con los grupos narcos. Ante ayer, la consigna “Fue el Estado” ha sido una de las principales frases que agitó la juventud. El asesinato de los 6 estudiantes y la desaparición de los 43 jóvenes ha despertado la indignación de cientos miles. “La Guerra narco” ya lleva más de 150 mil muertos, pero esta vez al tratarse de estudiantes que se formaban para ser futuros docentes se ha despertado un gran movimiento democrático.
El Estado capitalista, como organizador del Narcotráfico.
Es sabido que el grupo policial que interceptó a los estudiantes -que se dirigían a buscar fondos para una movilización en homenaje al movimiento estudiantil de Tlatelolco- entregó a los jóvenes al grupo narco conocido como “Guerreros Unidos”. El alcalde de la ciudad de Iguala (que continúa prófugo hasta el día de hoy) está íntimamente relacionado con éste grupo y lo señalan como autor intelectual de éste crimen.
El narcotráfico es el principal negocio capitalista a nivel mundial. No hay manera de sostenerlo sin la complicidad de los estados y la policía. Sólo en México, el narcotráfico lava unos US$10,000 millones al año. La inmensa mayoría de la droga que se trafica en Norteamérica ―el mercado más grande a nivel mundial―, es producida en Colombia y México. Es decir, “el patio trasero” es el que alimenta con miles de muertes al imperialismo.
Aunque no llega a los desgarradores niveles mexicanos, en Argentina y particularmente en la ciudad de Rosario, el vínculo Estado-Narcotráfico también es profundo. En la ciudad se mueven 2 mil millones de pesos por este negocio, que luego se “lavan” en torres de lujo linderas al río Paraná, autos de alta gama, y grandes boliches, para que vivan y disfruten los gerentes del narco, los empresarios y sus familias.
Mientras que del otro lado hacia el sur, el norte y el oeste viven hacinadas 200 mil personas. En lo que va del año aparecieron escuchas que ligan a ministros del gobierno con líderes narcos, al gobernador le balearon la casa y salió a la luz hace algunas semanas que Binner, el Jefe del Partido Socialista que gobierna la provincia financió su campaña electoral con 2 millones de pesos “en negro”, campaña en la cual también se registran aportes de la empresa concesionaria del Puerto de Rosario, investigada por lavado de dinero del narcotráfico.
No casualmente el gobernador actual de la provincia estuvo en México en el Encuentro Iberoamericano de la Sociedad Civil hablando sobre los “nuevos roles del estado”. Parece chiste pero no lo es. Claramente en sus políticas “el rol” es sinónimo de mutilación al pueblo pobre. El resultado de todo este entramado desde México hasta la China, es el mismo: la muerte inocente de miles de jóvenes pobres que quedan en medio de balaceras, como es el caso de los militantes sociales Patom, Mono y Jere en la ciudad de Rosario, o bien los usan como carne de cañón para sus riñas.
La educación: el principal blanco de los gobiernos que ajustan y reprimen.
Los normalistas rurales son los hijos de los trabajadores y campesinos que no pueden acceder a la universidad. Como informamos en Izquierda Diario, a partir de la década del setenta, el gobierno mexicano embistió sistemáticamente contra este sector, porque son el símbolo de lucha para la educación de los sectores postergados, condensan una historia de resistencia y rebeldía en sus luchas por una educación pública, laica, gratuita, masiva, de carácter popular. No por nada es en las instituciones de formación docente, donde prima el desabastecimiento presupuestal y los cambios a los planes de estudio que devalúan el nivel. Los estudiantes de los magisterios, hace más de 10 años vienen resistiendo una reforma que impuso el gobierno mexicano.
En la provincia de Santa Fe los estudiantes terciarios, que nos formamos también para ser futuros docentes venimos peleando contra una reforma curricular que quieren imponer para devaluar la calidad de la formación y que sea la educación pública la que pague las consecuencias de una crisis que ellos mismos generaron. Ponen dinero para financiar más policías y gendarmes, que son los que hostigan a los jóvenes pobres. También de aquí a la China el Estado Capitalista financia a los perros guardianes que puedan cuidar de su propiedad privada en detrimento de solventar la educación y la salud pública. En síntesis, el capitalismo se niega a tener docentes formados y jóvenes que puedan pensar y transformar la sociedad junto a los trabajadores y sectores populares, sino que apuesta a encerrar bajo el paraguas de los narcos y la policía a una juventud que tiene junto con la clase obrera el poder de transformar de raíz un sistema putrefacto.
La juventud a nivel internacional tiene la entusiasmante tarea de poner en pie un movimiento activo por la aparición con vida de los 43 compañeros, que se enmarca también en la defensa de la educación pública, laica de calidad y gratuita. Esta tarea necesariamente va de la mano con plantear una denuncia tajante a los partidos de gobiernos capitalistas, que en el marco de una crisis económica mundial intentan descargar sus consecuencias sobre el pueblo trabajador, y sobre las conquistas del movimiento estudiantil.