El Gobierno de Cambiemos pretende bajar la edad de imputabilidad para profundizar su política de criminalización y cárcel para la juventud.
Micaela Beloso Dirigente de la Juventud del PTS
Martes 10 de enero de 2017
Muchos jóvenes completamente marginalizados terminan siendo mano de obra de las mafias policiales que los utilizan para que cometan delitos que luego tributarán en las arcas de las Comisarías. Luciano Arruga, secuestrado, asesinado y desaparecido hace ocho años, es uno de los tantos jóvenes que se negó a robar para la policía Bonaerense. Su caso es emblemático, uno entre miles a lo largo y lo ancho del país.
Sabemos que los afectados siempre son los jovenes de los barrios más carenciados. Obligados a robar para ellos, o asesinados en los miles de casos de gatillo fácil que se mantienen gracias al amparo de todos los gobiernos, actualmente el macrismo, pero anteriormente el kirchnerismo y en Santa Fe bajó el gobierno del narcosocialismo.
Durante el gobierno de Cristina cada 28 horas un joven era asesinado en manos de la policía, según los datos aportados por los informes de Correpi, en la era de Cambiemos ese escalofriante promedio empeoró. Cada 25 horas se pierde la vida de un joven, víctima de la represión. Una práctica institucional que día a día se ve en cada barrio y en cada ciudad del país. Pero esas estadísticas parecen no alarmar a los medios de comunicación. Nadie habla de esa inseguridad. Pero si se está bien hablar del chico de 14 años condenado a la desigualdad social.
Cambiemos ofrece para los jóvenes humildes y de barrios carenciados mano dura, gatillo fácil y mayor baja de imputabilidad, también ofrece todo tipo de represiones y opresiones, pero no ofrece ni una salida para que los jóvenes puedan terminar sus estudios. Hay que desbaratar las mafias que operan dentro del aparato estatal, no perseguir y criminalizar a los pibes pobres.
En Santa Fe el Frente Progresista tiene una política calcada a la del macrismo y el kirchnerismo. Con estos últimos acordó el desembarco de la gendarmería para militarizar los barrios a la vez que encubría y encubre la mafia de la narcopolicía santafesina.
Ahora cínicamente los kirchneristas votan en contra de la baja de impunibilidad pero cuando Scioli fue gobernador bonaerense se pronunció a favor de que la edad de imputabilidad sea a partir de los 14 años. Ahí no hubo kirchneristas resistiendo pero si vi kirchneristas acatando.
Aunque parece que quieren dejar a la juventud como causa de todos los males, hay quienes enfrentan ese discurso y no van a dejar avanzar a la criminalización.
Izquierda Diario recogió testimonio de estudiantes secundarios de Rosario:
Eloy Nazareno Feugeas de la Escuela Pompeya
Yo pienso que meterlos presos no serviría de nada porque después salen en peores condiciones ya que la cárcel no sirve para enderezar sino para lo contrario. Además de que son chicos y que capaz no tuvieron la oportunidades de hacer otras cosas y habría que dárselas. Con programas de educación, inclusión, trabajos comunitarios, etc. Y también sacándolos del ámbito en el que viven que los llevo a hacer lo que hacen producto de que el Estado no les da nada para que avancen y les da todo para condenarlos.
Martina Garzia del Politécnico
Me imagino yo naciendo en otro contexto social con mi temprana edad saliendo a robar para comer. Hoy estudio en una escuela buena y no me falta nada, pero es solo por el lugar donde nací. Me molesta saber que chicos con mi misma edad se los condene a prisión sin entender que la cosa es global; un problema del Estado no es un problema individual. Yo creo que la manera de cambiar es que todos tengan trabajo y nadie pase por la necesidad de robar.
Enzo de la escuela Vigil
Todo deriva al gobierno de mierda y a la yuta, es obvio cuál es el problema. Por eso hay que luchar contra esto creando centros populares donde capaciten a los pibes para una salida laboral también. Los ricos nunca van presos solo los pobres.
Yo implementaría un centro de rehabilitación y recreación para que los menores no estén sometidos a tanta mierda que rige en las comisarías, darle un apoyo, una caricia, incentivarlos a adquirir conciencia y a que recapaciten.
Los gobiernos se lavan las manos y solo hacen ajustes. Si querés protestar te reprimen o te matan. Habría que terminar con el concepto de cárcel y empezar a rehabilitar a la gente.
El sistema en complicidad la iglesia, con el verso de la palabra del señor se hacen la moneda y manejan el mundo, mientras nosotros nos toca una realidad de mierda.
