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Red Internacional
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Medio Oriente. Segunda ola de hackeo de Israel detona handies en el Líbano tras ataque a los beepers que dejó 12 muertos y 2.800 heridos

Este miércoles se produjo la segunda ola de ataque de Israel que hicieron explotar los handies utilizados por la seguridad de Hezbollah. El martes por la tarde, Israel inició una campaña masiva de piratería informática en el Líbano, y también en Siria. Utilizando los beepers como bombas, Israel detonó varios miles de estos buscapersonas, sistema de comunicación recientemente adquirido por miembros de Hezbollah.

Miércoles 18 de septiembre 11:42

Al menos un centenar de heridos se suman este miércoles a los más de 2800 de este martes y las 12 personas asesinadas el martes por los ataques de Israel a dispositivos de comunicación en manos de miembros de Hezbollah.

Este miércoles en varias ciudades del Líbano se han producido explosiones contra walkie-talkies utilizados por miembros de la seguridad de Hezbollah. Una fuente de la organización política y militar libanesa confirmó que el objetivo del ataque eran los handies utilizados por ellos. Una fuente de seguridad de alto rango dijo que las explosiones fueron “de pequeño tamaño”, similares a los ataques de este martes.

Tanto Hezbollah como el gobierno libanés volvieron a culpa a Israel por este nuevo ataque. Las imágenes mostraron dispositivos de comunicación rotos y chamuscados en medio de escenas de destrucción.

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos afirmó que las explosiones del martes provocadas sobre beepers violan el derecho internacional. Los responsables de las explosiones del martes en Líbano contra dispositivos buscapersonas utilizados por miembros de Hezbolá “deben rendir cuentas”, dijo el miércoles el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk. “Atacar simultáneamente a miles de personas, ya sean civiles o miembros de grupos armados, sin saber quién estaba en posesión de los dispositivos atacados, su ubicación y su entorno en el momento del ataque, viola el derecho internacional de los derechos humanos y, en la medida aplicable, el derecho internacional humanitario”, afirmó Turk en un comunicado publicado por la AFP.

Los ataques del martes dejaron al menos 12 muertos

Según un informe provisional del Ministerio de Salud libanés, más de 2.800 personas resultaron heridas, 200 de las cuales se encuentran actualmente en estado crítico, y 1800 en total requirieron hospitalización. El ataque del martes provocó 12 muertes, entre ellas dos niños y cuatro trabajadores del sector sanitario "que llevaban los buscapersonas" mientras se encontraban en un hospital en los suburbios de Beirut. Los dispositivos habrían sido modificados por el Mossad israelí (servicios secretos) en alguna de las partes del proceso de producción incluyendo una carga explosiva dentro de cada uno de los beepers que habían sido comprados por Hezbollah para sus miembros, incluyendo diputados o personal de salud que son militantes de la organización libanesa.

Tras el ataque, el Ministro de Salud convocó a todo el personal médico y puso a los hospitales en alerta máxima. Al mismo tiempo, el gobierno pidió a todos los ciudadanos que se deshagan de sus dispositivos buscapersonas o beepers.

Si bien el ataque no fue reivindicado, la participación de Israel no está en duda para muchos medios como Orient-le-Jour. Como informó Haaretz, un asesor de Netanyahu señaló la responsabilidad de Israel en un tuit, que fue inmediatamente eliminado. La oficina del Primer Ministro indicó que este asesor no era un portavoz del gobierno, sin comentar sobre el ataque. Según Georges Malbrunot, periodista de Le Figaro, una fuente cercana a Hezbollah confirmó que se trataba de un "ciberataque israelí que hirió a cientos de miembros de la milicia con la explosión simultánea de sus buscapersonas".

La cadena británica BBC informá que Hezbollah culpa a Israel de lo que denominó una "agresión criminal" y prometió que tendrá un "castigo justo".

El ministro de Información libanés, Ziad Makary, condenó el ataque y lo tomó como una "agresión israelí". El ejército israelí declinó hacer comentarios.

No está claro si el ataque ha terminado o es la primera fase de una ofensiva mayor. Según fuentes de seguridad, el embajador iraní en el Líbano, Mojtaba Amani, resultó herido por la explosión de su aparato. Según otras fuentes, también se produjeron algunas explosiones en Siria.

Como informó a Orient-le-Jour un residente de los suburbios del sur de Beirut: “las detonaciones de los buscapersonas sonaron como disparos. Un joven cayó en mi calle, se pensó que alguien le había disparado o había intentado suicidarse. Hay personas heridas cerca de mi casa. Las ambulancias continúan transportando a los heridos, no se sabe si hay muertos, pero hay cientos de afectados. Todavía hay heridos que no han sido rescatados”. En varias localidades la explosión de aparatos causó daños importantes. En Beirut, por ejemplo, un coche explotó tras el ataque. En las imágenes de videovigilancia de varios supermercados se puede ver a personas desplomándose después de que sonaran sus buscapersonas ante la mirada aterrorizada de otros clientes.

El periodista británico Owen Jones ya había denunciado el martes que una de las muertes reportadas a causa de la detonación de los buscapersonas era la de Fatima Jaafar Abdullah, una niña de 10 años. Este miércoles se confirmó que son dos los menores asesinados por la explosión de beepers.

En el post de la red social X, Jones también señala "Por mucho que los defensores de Israel afirmen lo contrario, los conflictos tienen reglas. Si viola esas reglas, habrá cometido crímenes de guerra y deberá responder ante la justicia".

Aún se desconoce la magnitud del ataque, que estuvo dirigido a militantes de Hezbollah. Según el Ministro de Defensa libanés, los artefactos que explotaron eran buscapersonas fabricados por Hezbollah, recientemente entregados a sus militantes, que incluían un dispositivo de autodestrucción. Aún así, según el ministerio, es posible que Israel haya podido apoderarse del código, iniciando de forma remota la explosión de dispositivos en todo el país.

El Centro Médico LAU, situado en el distrito de Ashrafieh de Beirut, cerró su puerta principal y limitó el número de personas que podían entrar. "Es muy delicado y algunas escenas son horribles", dijo a la BBC un miembro del personal.

La mayoría de las heridas se produjeron a la altura de la cintura, la cara, los ojos y las manos, dijo, y añadió: "Muchos heridos han perdido dedos, en algunos casos todos".

Si bien los detalles del ataque aún son cuestionables, la escala del ataque no tiene precedentes. El medio israelí Haaretz maneja dos hipótesis, podría haberse llevado a cabo sobrecalentando las baterías de los aparatos mediante un software malicioso o colocando explosivos en los dispositivos antes de su entrega a Hezbollah. Cualquiera de los dos métodos requeriría complejas y precisas operaciones de inteligencia antes de su ejecución.

Si Israel realmente logró detonar remotamente dispositivos de comunicaciones pertenecientes a Hezbollah, sería un salto en la guerra psicológica que el Ejército israelí están librando en el Líbano, una extensión del genocidio que lleva adelante en Gaza y los ataques sobre Cisjordania, pegando un salto también en las hostilidades hacia Irán, pudiendo escalar el conflicto regional a un punto sin retorno.