Elecciones 2024. Segundo debate presidencial: Denuncias cruzadas entre Sheinbaum y Gálvez

Los temas de este segundo debate presidencial fueron crecimiento económico, empleo e inflación; pobreza y desigualdad; infraestructura y desarrollo; así como cambio climático y desarrollo sustentable. En esta oportunidad los moderadores fueron los periodistas Adriana Pérez Cañedo y Alejandro Cacho.

Crecimiento económico, empleo e inflación

En este tema, Gálvez apuntó hacia la “seguridad”. Afirmó que la extorsión y el cobro de piso son los problemas de México, y que se debe “atender la inseguridad para que los alimentos bajen de precio”. Así su proyecto se inscribe en la derecha latinoamericana, como Milei en Argentina, Bukele en El Salvador y Noboa en Ecuador.

La candidata del PRI-PAN-PRD sostuvo que el gobierno del Morena es responsable del cierre de millones de pequeñas empresas y propuso la exención de impuestos para quienes ganan menos de 15 mil pesos. Pura demagogia: durante los gobiernos neoliberales los beneficios fiscales fueron para los empresarios y las trasnacionales con condonaciones millonarias de impuestos, mientras el pueblo trabajador paga impuesto a la renta en los salarios e impuestos al valor agregado en productos de primera necesidad.

De cara a críticas sobre sus comentarios respecto a los trabajadores de Chiapas, sobre quienes había señalado hace un tiempo que “no tenían la cultura de trabajar 8 horas”, Gálvez defendió la reducción de la jornada laboral si ésta la aprueban los empresarios ─dijo estar con los trabajadores pero al lado de los empresarios y que apoyará lo que ellos decidan sobre el tema siempre y cuando sean beneficiados fiscalmente y reduciendo a inseguridad ─ y prometió combatir la extorsión a productores, en particular en el sector agrícola.

Por su parte, Sheinbaum señaló que la 4T impulsa un modelo económico que consiguió un crecimiento económico por encima del 3% anual. Y presumió el control de la inflación y el máximo histórico de inversión extranjera directa (IED) con un monto total 36,000 millones de dólares en 2023. Sin embargo, el aumento al salario mínimo benefició a una parte de la clase trabajadora, no a quienes perciben entre 2 o 3 salarios mínimos.

A su vez, Sheinbaum criticó el neoliberalismo por el bajo crecimiento económico de décadas pasadas y postula un modelo económico basado en la “justicia social”, que se encuadra en el discurso de la Cuarta Transformación, de gobernar “para ricos y pobres”. Pero la Inversión Extranjera Directa está asociada a mantener las condiciones de precarización laboral en México impuestos durante los gobiernos del PRI y del PAN y a los beneficios fiscales a nacionales y extranjeros ─como lo muestra que ante la negativa de Salinas Pliego a pagar su deuda con el SAT hasta el momento sus negocios siguen funcionando impunemente-, condiciones que se mantienen durante el gobierno de López Obrador.

El último en intervenir en este bloque fue Máynez, quien afirmó que Jalisco y Nuevo León son los líderes en generación de empleo, estados que gobierna Movimiento Ciudadano. Pero la realidad es que en ambos estados la precarización laboral es lo que prima, una situación que se repite en todo el país, a pesar de la supuesta “regulación” del outsourcing, de la reforma laboral del Morena.

Ni Sheinbaum, ni Gálvez ni Máynez se pronunciaron contra la precarización laboral, un problema que agobia al pueblo trabajador y que implica salarios que no alcanzan para los gastos elementales de las familias, ─predominando los contratos de simulación laboral como los de honorarios profesionales y otras formas de contratación tan extendidas en el sector público y en el sector privado-, predominan la inestabilidad laboral y carencia de derechos laborales elementales como vacaciones, aguinaldo y pensiones.

Pobreza y desigualdad

La candidata del partido guinda destacó el aumento del salario mínimo del 113% ─ en la frontera de 300%─ y el despliegue de planes sociales, medidas que llevaron a la disminución de la desigualdad durante el actual gobierno de López Obrador, según declaró.

Un tema que destacó fue su reivindicación de la reforma de pensiones, que se aprobó hace unos días, y que habilita al gobierno a hacer uso de los fondos en cuentas para el retiro inactivas por más de 10 años. Sheinbaum sostuvo que ese dinero se aplicará al fondo de pensiones y denunció las reformas de Ley del IMSS y del ISSTE que abrieron camino a las pensiones miserables que hoy perciben las y los trabajadores retirados, de lo cual responsabilizó a los gobiernos neoliberales.

Pero lo cierto es que una y otra vez, el Morena salió a explicar que no desaparecerá las Afores, es decir, el negocio sigue vivo para los bancos y financieras que hacen uso indiscriminado del ahorro de los trabajadores y se quedan con una buena parte de los intereses que se generan con dichos ahorros. Es decir, se recupera una pequeña parte de los dineros de las afores que lucran con los ahorros para el retiro, pero el sistema de cuentas individuales se mantiene, aún con la creación del Fondo de Bienestar, que “acompletará” las pensiones más bajas.

En cuanto a Máynez, destacó su propuesta de incremento al salario mínimo a 10 mil pesos, junto con una jornada laboral reducida con dos días de descanso obligatorio. Interpeló a Gálvez si está favor de reducir la jornada laboral, quien respondió "Sí, pero apoyemos a los empresarios", con la reducción de la carga impositiva y de la inseguridad. Fue otro momento donde se evidenció la postura de la candidata prianista en favor del modelo neoliberal que llevó a la actual situación de pobreza estructural.

Infraestructura y desarrollo

Mientras Xóchitl Gálvez acusó la falta de planeación del Tren Maya, Sheinbaum defendió todos los megaproyectos del gobierno de López Obrador y aprovechó para lanzar una estocada contra la candidata del PRI-PAN-PRD: la represión contra el pueblo de San Salvador Atenco, que se oponía al proyecto del aeropuerto de Texcoco, durante el gobierno de Calderón y la gubernatura Peña Nieto en el Estado de México.

Pero lo cierto es que tanto Calderón como Peña Nieto permanecen impunes aunque son los responsables políticos de esa brutal represión y de incontables escándalos de corrupción.

Cambio climático y desarrollo sustentable

En este bloque destacó Máynez, quien sostuvo "El problema del agua no es un problema del futuro, es actual", como parte de su búsqueda de atraer el voto juvenil. Pero discurso no son acciones, y lo contradicen las gubernaturas que encabeza Movimiento Ciudadano, que viven una crisis hídrica histórica en Nuevo León y la contaminación de cuerpos de agua y el suelo como se ve en El Salto, Jalisco.

Sheinbaum ofreció un "plan hídrico nacional" en el que se "tecnifique" el riego en la producción agrícola, actividad que más consume agua dulce en el país. También subrayó que bajo la Administración Federal actual se consiguieron "acuerdos" con Gobiernos de Estados en Nuevo León y Jalisco para financiar obras hídricas.

En el caso de Gálvez sacó un frasco de agua contaminada y desafió a Sheinbaum a que le dé un trago. "Yo le pediría que se tome esta agua". Planteó crear una Agencia Trinacional ─con EE UU y Canadá─ para abordar las sequías e incendios, junto con el impulso de la movilidad de bajas emisiones y energías renovables, financiadas con capital privado.

Tanto las candidatas como el candidato se pronunciaron por la transición energética, algo que evidentemente es necesario. Pero la discusión es si esta transición va a ponderar los intereses de las trasnacionales de “energías verdes”, como Iberdrola, los de automotrices, cerveceras y refresqueras (nacionales o extranjeras) o el bien común de las mayorías populares.

No hay transición energética progresiva si no se pone en cuestión también qué se produce, para qué se produce y cómo se produce. Trasnacionales y empresarios ponen por delante su lucro, y esto signa la irracionalidad del capitalismo: con la crisis ambiental, se siguen produciendo millones de automóviles en vez de unidades para el transporte público, por ejemplo.

El ring del debate

Destacaron durante este debate las acusaciones esgrimidas de Gálvez contra Sheimbaum, acusándola de “narcocandidata” y “candidata de las mentiras seriales” y tildando de “narcogobierno” al gobierno de López Obrador, una retórica que se inscribe en la “guerra de noticias” desplegadas por distintos medios de comunicación, entre ellos Latinus, The New York Times y Deutsche Welle desde hace meses.

“Narcogobierno el de Felipe Calderón”, fue la respuesta de Sheinbaum, en referencia a las acusaciones de los vínculos con el narcotráfico del expresidente panista que inauguró la militarización en 2006 por órdenes del gobierno estadounidense y que hasta ahora, durante el gobierno de López Obrador se mantiene.

Aún así, la candidata del Morena no respondió la andanada de denuncias de Gálvez, lo cual parece apostar a la importante ventaja que tiene en intención de votos respecto al PRI-PAN-PRD. Sheinbaum se centró en reivindicar los megaproyectos de López Obrador y sus planes sociales.

¿Dónde quedan las necesidades de la clase trabajadora y los sectores populares

Más allá de las escaramuzas, la realidad es que Sheinbaum no puso en el centro las inquietudes del pueblo trabajador, como la militarización y la violencia contra las mujeres. En cambio, la derecha, tanto en su variante Gálvez como en su variante Máynez, intentan capitalizarlo de forma demagógica. Por ejemplo, el candidato de Movimiento Ciudadano con su referencia a la semana de 40 horas laborales y la candidata del PRI-PAN-PRD cuando desafió a Sheinbaum a tomar un vaso de supuesta agua contaminada que según dijo provenía de Iztapalapa.

Este segundo debate vuelve a mostrar que la aguda necesidad de una alternativa independiente del gobierno y la derecha, que sea anticapitalista y antipatriarcal, que bregue por los derechos de la clase trabajadora, las mujeres y la juventud, y proponga soluciones desde una perspectiva socialistas ante los grandes problemas que se enfrentan, como la precarización laboral, la militarización, la violencia contra las mujeres y la crisis climática.

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