Jornada laboral. Semana de duras críticas al gobierno por demagogia con jornada laboral

EL mea culpa del Gobierno

En entrevista con Emol TV, Arab recalcó que "de hecho diputados que hace ciertos días plantearon reparos a la propuesta del Gobierno han salido públicamente a apoyar la iniciativa". Pero de todas maneras busca explicarse las actuales dificultades que el gobierno tiene para encontrar apoyo para su proyecto flexibilizador reconociendo que: “Uno siempre puede hacer las cosas mejor y evidentemente podríamos haber hecho las cosas mejor". Agrega que: "Quizás nos faltó comunicar de mejor manera algunos de los puntos del proyecto y a lo mejor faltó que parlamentarios de nuestro sector conocieran con mayor profundidad nuestros estudios".

Los manotazos del desesperado

Hace algunos días el Ministro del Trabajo, ya salía a atemorizarnos con que una reducción de la jornada semanal traería consigo la destrucción de unos 250.000 empleos. Sin embargo ahora los números subieron y como grafica un informe que se emanó desde el Ministerio del Trabajo, la cantidad de trabajos que se perderán serian de unos 300.000. En dos carillas el gobierno intenta explicar que no se puede comparar la rebaja de 45 a 40 horas semanales, con la experiencia que se tiene del año 2005 cuando se redujo de 48 a 45 horas, ya que estas dos situaciones tendrían efectos diferentes, además que según el ministerio la automatización del trabajo podría contribuir a generar más pérdida de empleo, cuestión que no era tal en la primera mitad de la década pasada.

Por otro lado y al verse contra las cuerdas, desde La Moneda prepararon su respuesta y es Sebastián Piñera quien sale a amenazar con que si el proyecto que reduce de 45 a 40 hrs por semana, ellos apelarían al Tribunal Constitucional ya que el nombrado proyecto no estaría en línea con la institucionalidad.

La reducción en los términos de Vallejo y el PC

La Diputada del Partido Comunista busca apoyo argumentando que la reducción generará mejor productividad, que sería beneficioso también para los empresarios pues "trabajadores más contentos también son trabajadores más productivos", además ve que como efectos propios del mercado laboral, éste tendería a generar nuevos empleos.

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Dicho en otros términos para el Partido Comunista el objetivo sería consensuar un alza de las ganancias de los empresarios y la calidad de vida de los trabajadores y sus familias, dejando a merced del mercado laboral la creación de más empleos. La realidad muestra que no es posible en estos momentos congeniar el interés privado con la generación de empleos. Según datos del mismo gobierno entre 2014 y la actualidad se han destruído 4,4% de empleos en el sector privado, cuyas razones estarían en la automatización y los efectos de la guerra comercial internacional.

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Una tercera mirada

Desde estas páginas y los trabajadores que escribimos en ellas somos parte de la gran mayoría de la población chilena que apoya una reducción de la jornada de trabajo, sin embargo lo hacemos referenciados en la propuesta que hace unos años viene levantando la izquierda obrera de América Latina.

El Partido de Trabajadores por el Socialismo (PTS) de Argentina resume su política en este sentido con el lema: "que todos podamos trabajar" y "que nadie gane por debajo del valor de la canasta familiar básica", proponiendo una jornada de trabajo de 30 horas, 5 días a la semana y repartir las horas de trabajo entre ocupados y desocupados para poder hacer frente de manera concreta al desempleo que hoy por hoy ronda los 8 o 9% según la ciudad que se mire, sin que esto signifique una rebaja en los sueldos de los trabajadores ya contratados y junto con esto establecen un sueldo mínimo nacional igual a la canasta familiar de unos 450 o 500 mil pesos.

Para nosotros, a diferencia del PC, consideramos que los intereses de los empresarios por un lado y los intereses de los trabajadores por otro, son fuerzas contrapuestas. Por lo mismo creemos que toda reducción horaria en beneficio de las grandes mayorías afectará las ganancias de los grandes empresarios. Es la única vía realista si se quiere poner las necesidades y la calidad de vida de las amplias masas trabajadoras por delante.