La Semarnat se ha distinguido por permitir el saqueo de recursos naturales y no implementar políticas para reparar la devastación ambiental.
El reciente anuncio del recorte a su presupuesto del 15% representa un ataque que será resentido por el pueblo pobre, por especies endémicas en peligro de extinción y el ambiente de conjunto.
Sábado 19 de septiembre de 2015
La devaluación del peso frente al dolar es una muestra clara de que la inestabilidad económica mundial está impactando crudamente en México. Ante ello, el gobierno de Peña Nieto, apoyado por el resto de los partidos del Congreso y las instituciones, anunció importantes recortes al presupuesto del 2016.
Estos recortes no se darán por igual en todos los sectores. Por ejemplo, no se tocará el presupuesto destinado a las fuerzas armadas ni el correspondiente pago de la deuda externa al servicio del imperialismo pero sí se aplicarán importantes recortes a la educación, la cultura, la salud y el ambiente. De éste último es del que profundizaremos.
¿Qué es la Semarnat?
La Secretaría del Medio Ambiente y de Recursos Naturales (Semarnat) pertenece a la estructura de gobierno del poder ejecutivo de la Nación. Es decir, las acciones y programas de la Semarnat están subordinadas a la política del gobierno de Enrique Peña Nieto.
De esta forma, Semarnat no se distingue por ser un organismo que regule correctamente el uso de los recursos naturales, que resuelva imparcialmente los conflictos entre afectados ambientales y responsables ni que implemente programas efectivos para contrarrestar el cambio climático ni para preservar la biodiversidad de México.
Al contrario, en los últimas décadas se ha evidenciado que la Semarnat permite el saqueo de los recursos naturales por parte de las transnacionales y el sector privado, deja impunes a los responsables de los desastres ambientales de la industria, hace caso omiso de las peticiones y advertencias de las comunidades y pueblos respecto al uso de territorios naturales. Luego, bajo programas “sustentables” (en los que se pierden millones de pesos por la corrupción) mantiene un discurso de estar impulsando políticas ambientalistas.
El ejemplo más claro de lo que es la Semarnat fue la forma en la que resolvió hace un año el caso del derrame de tóxicos en el río Bacanuchi y Sonora de la minera Buenavista del Cobre, propiedad de Germán Larrea quien lidera un conjunto de mineras e industrias en América Latina llamado Grupo México y es uno de los 3 hombres más ricos de México. Este derrame causó la contaminación de una extensa cantidad de agua que era utilizada por comunidades circundantes para uso personal y la agricultura.
El derrame causó problemas de salud y económicos en los mineros y pobladores, sin embargo, Semarnat dejó completamente impune a Grupo México exigiéndole una simbólica multa que equivalía a menos de 1% de sus ganancias del medio año previo, exhibiendo así el compadrazgo entre el sector privado y la Secretaría.
Así pues, se hace evidente que Semarnat es una institución que no ve por los intereses de la mayoría sino que trabaja para el gobierno, para las transnacionales y el sector privado. Sin embargo puesto que se supone que es obligación del Estado "fomentar la protección, restauración y conservación de los ecosistemas y recursos naturales, y bienes y servicios ambientales, con el fin de propiciar su aprovechamiento y desarrollo sustentable" es que la Semarnat ha mantenido una serie de programas -escasos e ineficientes en general- que, de hecho, muchos de ellos han sido aprobados por la presión de las comunidades y los afectados ambientales.
Anuncian un gran recorte
No obstante, estos programas son los que a día de hoy corren peligro de cancelarse. Como decíamos al principio, se ha anunciado un recorte al presupuesto de la Semarnat para el próximo año en el que se asignarán 57 mil 490 millones de pesos. Respecto al presupuesto del 2015 (67 mil 979 millones de pesos) equivale al 15% menos.
De acuerdo con distintos medios, 13 de 20 programas de subsidios desparecerán completamente. Entre esos programas se encuentran los de sistemas de riego (rehabilitación, tecnificación, requipamiento y modernización), el programa de Cultura del Agua, Mejora de Eficiencia Hídrica en Áreas Agrícolas, Vigilancia Comunitaria en Áreas Naturales Protegidas, Operación de Plantas de tratamiento de Aguas Residuales, Monitoreo Biológico en Áreas Naturales Protegidas e Infraestructura Hídrica.
También se cancelará el programa de la vaquita marina, que es una especie única de México en peligro de extinción. Se calcula que solo quedan 57 vaquitas vivas y de cancelarse el subsidio, es muy probable que en el corto plazo recibamos la noticia de su extinción total. Esto sería completa responsabilidad del Estado, quien ha permitido la pesca y devastación de su hábitat natural.
Así pues, es más que claro que los intereses del régimen mexicano no están en resolver los problemas ambientales, los cuales siempre generan conflictos sociales, económicos, culturales y políticos que recaen sobre las clases oprimidas.