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Red Internacional
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Córdoba / Docentes. “Seño, no tengo lápiz”: postales del ajuste en las escuelas cordobesas

Un sinfín de “Seño, no tengo…”, golpean en las y los docentes que pisamos las aulas de las escuelas de las zonas olvidadas de Córdoba.

Lunes 22 de abril de 2019 23:27

“Seño, no tengo fibras”, “Seño, no tengo hojas”, “Seño, no tengo carpeta”, “Seño, no tengo colores” y un sinfín más de “Seño, no tengo…”, golpean una y otra vez en las y los docentes que pisamos las aulas de las escuelas de las zonas olvidadas en Córdoba.

Conmovida por estas frases, salí en busca de ayuda de compañeros y compañeras docentes de otros colegios donde trabajo. La respuesta fue contundente y rápida; al instante se armó una red solidaria que me hizo llenar de emoción. Porque esa ayuda significaba un sacrificio que partía de quienes a principio de año peleábamos juntos en la calle, no solo por un salario digno sino también por una educación pública de calidad y con mayor presupuesto. Para que nuestros alumnos puedan estudiar en escuelas que no sean el reflejo del olvido, de la desidia, del abandono, de lo decadente que se cae a pedazos.

Los mismos que paramos somos los mismos que garantizamos que nuestras alumnas y alumnos tengan los materiales para trabajar en el aula.

Pero no me quiero quedar en la anécdota de la solidaridad que ya sabemos, siempre está y existe entre nosotros, entre las y los trabajadores en la juventud y en las mujeres. Más bien quiero poner la responsabilidad en manos de aquellos que nos gobiernan a nivel provincial y nacional, a quienes no les importa en absoluto la educación de nuestros chicos, ni les importa que no tengan lápices, carpetas, hojas, colores. Ni que no puedan correr porque tienen un par de zapatillas de un número más chico o dos más grandes. A ellos solo les importa sus ganancias y la de los empresarios que les dieron el poder para gobernar a su favor.

Me pregunto, ¿ir a la escuela en esas condiciones, privado de todo dentro y fuera de la escuela es garantizar la educación para estos chicos?

¿De qué meritocracia hablan cuando no tenés ni un plato servido en la mesa, ni lápices, ni libros, ni cuadernos, ni hojas?

Pienso que el enemigo de esas familias, de esos estudiantes, de las y los docentes que trabajamos en esas escuelas es el mismo; porque este sistema solo les sirve a unos pocos, mientras otros miramos el espectáculo desde abajo.

Y los responsables tienen nombre y apellido: Macri, Schiaretti y todos los gobernadores que le vienen dando gobernabilidad son los cómplices y hacedores de esta política de miseria y hambre, los que vienen devastando la salud y la educación. Son los que han decidido pagarle al FMI a costa del empobrecimiento de la clase trabajadora, con más ajustes, desocupación y reformas.

Creo que es necesario organizarnos y pelear con un solo puño para cambiar todo esto de raíz; construir una fuerza suficientemente poderosa para enfrentar los planes de nuestros enemigos y construir una salida para que no paguemos una vez más los platos rotos.

Por eso invito a las mujeres a los jóvenes, a las trabajadoras y los trabajadores a apoyar en las elecciones del 12 de mayo al Frente de Izquierda, la única fuerza política que plantea romper con el FMI para que esa plata vaya a educación, salud y vivienda. Porque sus candidatos y candidatas trabajan y viven como nosotros, como Laura Vilches, que es también docente y trabajadora, y hoy es candidata a intendenta por el FIT. Porque siempre han demostrado estar del mismo lado, el de las mujeres, estudiantes, trabajadoras y trabajadores.