California (CA) está sufriendo una extrema falta de agua catalogada ya como la peor sequía en toda su historia. Científicos de la NASA predicen que a CA solo le queda agua para un año. Ante ello, el gobernador ha decretado un plan de emergencia de recorte obligatorio en 25% del uso de agua para “proteger del cambio climático”, pero no incluye a la industria agrícola ni petrolera.
Jueves 16 de abril de 2015
Con 38 millones de habitantes, CA es el estado más poblado de EE.UU: aporta el 13% del PIB nacional; tiene el mayor número de inmigrantes indocumentados (10.3 millones, de ellos 4.3 son mexicanos); es el cuarto estado productor de petróleo y una de las principales economías agrícolas del mundo. Todos estos datos hacen ver que la sequía en CA es un problema de gran alcance y afectaciones incontables.
La gran sequía ya lleva 4 años y no le espera un mejor futuro, pues sus fuentes subterráneas se agotan y hubo pocas nevadas en invierno, propiciado por el cambio climático, cuyos efectos bajo la lógica de producción capitalista se han incrementado exponencialmente en las últimas décadas.
Jerry Brown, gobernador de CA, decretó el 01/04 un plan que implementa recortes de agua de uso doméstico para que los californianos se “acostumbren a usar menos agua”, que incluye acciones como cambiar césped por plantas nativas y normas de baños, pero exenta al sector agrícola de los recortes.
Sector agrícola e inmigrantes
Brown justifica esta exención del campo argumentando que ellos “producen la mayoría de las frutas y legumbres exportadas por EE.UU. a una mayor parte del mundo”. No obstante, lo cierto es que la industria agrícola no garantiza alimentos para toda la población, sino que hace de los alimentos una mercancia sólo accesible para quien pueda pagarla. En ese sentido es que las medidas de Brown respecto al campo, más que permitir el abastecimiento de alimentos, benefician y enriquecen a los dueños capitalistas de la industria agrícola.
Tales dueños mantienen en pésimas condiciones a los trabajadores del campo y estudios prevén que de no revertirse la sequía, se destruirán cerca de 17 mil empleos temporales, pues si no se planta cosecha, no se contratarán trabajadores en verano.
Aunque la población inmigrante latinoamericana (60%) es la que hace que CA sea una potencia agrícola mundial, son los inmigrantes uno de los sectores más explotados y oprimidos en EE.UU. Y sólo pueden acceder a empleos precarios, temporales y sin suficientes derechos laborales, sin añadir la discrimación racial y acoso policiaco que sufren.
Y mientras tanto la industria petrolera...
CA se encuentra en una sequía excepcional, pero las corporaciones petroleras siguen ocupando enormes cantidades de agua para continuar con sus negocios. En el estado hay cerca de 3 mil pozos petroleros activos y las petroleras de forma ilegal han inyectado 3 mil millones de galones de agua residual del fracking en los mantos acuíferos de CA, y el Consejo de Suministros del Agua encontró en ellos cantidades excesivas de químicos tóxicos para la salud y el ambiente (incluyendo arsénico -agente cancerígeno- y talio).
En tanto, el gobierno de California sigue sin regular el uso del fracking haciéndole el favor a todas las petroleras, que reportan ganancias exorbitantes. Y es que la técnica del fracking le está permitiendo a EE.UU. alcanzar independencia energética y una recuperación relativa ante la crisis -en el marco de su declive histórico como país hegemónico- a pesar del desastre ecológico en sus propias tierras.
Un problema que se sale de las fronteras estadounidenses
Por un lado, al ser el sistema hídrico subterrráneo tan interconectado globalmente, la contaminación en una región tiene el potencial de afectar el subsuelo de todo su entorno, y en el entorno de CA se encuentra el norte de México. En particular en Baja California se podrían ver contaminadas las aguas del subsuelo. Además, algunos científicos prevén grandes sequías también en el norte del país.
Otra cuestión importante es que tanto CA como Baja California y Sonora se abastecen del río Colorado. Por tanto, la sequía en CA implicará una mayor explotación de ese río y una menor cantidad de agua para los estados mexicanos, agudizando así las condiciones de sed y pobreza de miles de mexicanos. Además, el recorte de empleos temporales dejaría en la calle a miles de inmigrantes.
Los planes de emergencia del gobierno
Es cierto que se deben impulsar planes respecto al buen uso y distribución del agua. Sin embargo, cambiar césped por plantas desérticas es completamente ineficiente. En ese sentido es que el plan de Brown, que se enfoca al uso doméstico, es limitado pues este sector consume menos del 20% del agua.
La política del gobierno busca trasladar el problema del agua, al problema de la mala cultura de ahorro del agua de las personas, omitiendo a voluntad que el 80% del agua es usada por la agricultura y la industria; pero a este sector, que es el que realmente contamina y se apropia del agua, no se le toca.
El problema del agua no es debido a su falta física, sino al poco interés del Estado norteamericano por desarrollar planes que gestionen el uso del agua en pro de la población y el ambiente. Pero esta falta de planificación y la contaminación no son debidas a la poca capacidad científica o la falta de tecnología. La realidad es que el Estado está para servir a las empresas capitalistas y las políticas que implementan legalizan la rapiña y el uso irracional de los recursos naturales.