La situación laboral de los profesores del Instituto de Estudios Superiores de la Ciudad de México Rosario Castellanos continúa siendo preocupante.
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Jueves 24 de marzo de 2022
En días pasados se tuvo conocimiento de los problemas administrativos que generó que el semestre no iniciara formalmente y que muchxs estudiantes no tengan asignaturas, lo cual se debe al desorden de la administración del Instituto Rosario Castellanos (IRC) y por su política antiderechos laborales.
Aún este miércoles 23 de marzo, numerosos profesores acudieron con el encargado de la organización de la carga horaria de este semestre, hicieron fila por una hora y fueron atendidos de manera individual, sus principales problemáticas fueron:
• la falta de transparencia en los salarios, puesto no existe una información
confiable y por escrito para consultar el monto del pago mensual;
• la absurda distribución de las horas asignadas;
• la falta de transparencia en los mecanismos de asignaciones horarias.
A pesar de las demandas, el encargado de asignar los horarios, el CP Eduardo Cerecedo, solo dijo que los grupos estaban asignados y negó cualquier solución. Lo más lamentable fue que docentes se quedaron sin carga horaria porque “alguien”, no anotó sus asignaciones y “no hay nada qué hacer”. Cerecedo mencionó que la persona que había cometido el error ya no labora en el IRC, sin embargo, las consecuencias las sufrirán lxs trabajadorxs porque la institución no se hace responsable y no da una solución.
Esta política es una generalidad en las instituciones del gobierno de la Ciudad de México, pues les trabajadorxs de Cultura viven la precarización y los despidos masivos. Pero la falta de resolución por parte de las autoridades y largas esperas para supuestas negociaciones para desgastar a lxs trabajadorxs, pero les han llevado a reforzar su lucha. Después de la fuerte movilización, y acciones públicas lograron la reinstalación de centenares de trabajadorxs y hoy siguen luchando por #QueNadieQuedeFuera, ya que mañosamente han dejado fuera a quienes están al frente de la lucha.
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También, en las UBBJ se vive incertidumbre entre docentes, pues han dejado fuera a quienes tenían mayor antigüedad. Y a pesar de que las autoridades señalan errores administrativos, los despidos no son casuales, sino apuntan una estrategia para impedir la antigüedad laboral y exigencia de derechos.
Lo que sucede en el IRC obedece a una política de precarización replicada en el gobierno federal y los estatales; acompaña de campañas de desprestigio contra quienes se organizan para exigir condiciones laborales dignas. Lo comprueban las declaraciones de Cerecedo, quien recomendaba a los profesores, “que no se dejaran engañar por quienes calumnian al IRC diciendo que fueron despedidos”, lo que repitió durante la jornada de aclaraciones sobre las asignaciones horarias, llevada a cabo en el plantel GAM, al insistir que “deben darle un voto de confianza al instituto porque todo se va a reformar para bien”.
Resulta imprescindible un llamado a la unidad de lxs trabajadores del ISR junto a sus estudiantes, puesto que la política de desgaste de las autoridades puede lograr que muchxs renuncien antes que someterse a condiciones abusivas, así como buscar trabajo para afrontar la subsistencia de sus familias, repercutiendo en les estudiantes.
Las condiciones laborales que hacen imposible el desarrollo profesional de lxs trabajadores y la falta de derecho a un trabajo digno, tiene un impacto en la calidad educativa del instituto y en la formación de los estudiantes. La precarización laboral lleva directamente a la precarización de la educación.
Es necesaria la organización colectiva e independiente de los partidos políticos y el gobierno para exigir a las autoridades dignas condiciones laborales y educativas para su comunidad; asambleas tripartitas que puedan decidir el rumbo del instituto, su normatividad y la transparencia del presupuesto asignado en beneficio de su comunidad educativa.
Se requiere la solidaridad de trabajadorxs, de organizaciones sindicales como del INEA que pelean por sus derechos, organizaciones políticas, sociales, estudiantiles y de derechos humanos para exigir la reinstalación, basificación, plenos derechos laborales y no más despidos. Asimismo, es necesaria la unidad con las luchas activas, como la de Sutnotimex y trabajadorxs de Cultura, para arrebatar los derechos que se le han quitado a les asalariades.
Si eres docente o estudiante y tienes algún testimonio que denunciar sobre las condiciones laborales y educativas, te invitamos a enviarlo a La Izquierda Diario México.
