Serigne Mbayé, exdiputado de Podemos y exportavoz del Sindicato de Manteros, denuncia haber sufrido constantes detenciones por motivos raciales. Mbayé expone con su testimonio una práctica común del racismo institucional que sufren migrantes y personas racializadas a manos de los cuerpos de Seguridad del Estado.
Roberto Bordón @RobertoBordon13
Martes 5 de septiembre de 2023
Serigne Mbayé, imagen de archivo de Podemos.
Serigne Mbayé, exdiputado de Podemos y exportavoz del Sindicato de Manteros, ha denunciado su última detención alegando acoso policial por motivos raciales. Mbayé fue detenido el pasado miércoles por dos agentes de la Brigada Móvil (Brimo) de la Policía Nacional en la estación de Atocha. Fue imputado con cargos de desobediencia y resistencia a la autoridad, acusaciones que Mbayé niega alegando que no resistió a la detención y ha solicitado las grabaciones de la actuación policial para presentarlas ante el juez. El caso de Mbayé como denuncia el propio activista revela el racismo institucional que sufren las personas migrantes y racializadas a manos de los cuerpos de Seguridad del Estado que continúan estas prácticas sistemáticas, aunque formalmente estén prohibidas desde 2012 por la propia Policía Nacional.
El exdiputado de Podemos denuncia que el acoso policial por su activismo antirracista y trayectoria política se ha intensificado hasta el punto de que básicamente es detenido al menos una vez al mes por motivos raciales. Como describe Mbayé esta practica se producía incluso cuando su condición de diputado le daba una cierta relevancia mediática, produciendo hasta cuatro episodios distintos en los que era el único detenido dentro de un grupo en diferentes ciudades.
Como resume el activista, básicamente le detienen al menos una vez al mes de forma sistemática y las actuaciones siempre tienen tintes racistas con frases como: “Es que en vuestros países…” como respuesta a cuando pregunta el motivo de la identificación que en teoría debe producirse por controles rutinarios o comportamientos sospechosos.
Mbayé denuncia que al preguntar los motivos de su última identificación uno de los agentes y al criticar los comentarios racistas del agente policial fue reducido y esposado por dicho agente que lo llevó a comisaría esposado a pesar de la actitud pacífica del exdiputado. Una vez en comisaría, la policía trató de que Mbayé les entregase su móvil desbloqueado para sacarle la información a pesar de ser algo que requiere primero una orden del juez para hacerse. Y que, sin embargo, en palabras de Mbayé la policía ordena en numerosas ocasiones a personas migrantes aprovechando que puedan desconocer la legislación o que puedan intimidarles aprovechando su autoridad.
Mbayé también ha criticado que a pesar de las numerosas denuncias que puedan hacer las personas migrantes y racializadas sobre las prácticas policiales, legales e ilegales, no suele haber consecuencias para los agentes y en general ni siquiera se llega a juicio.
El testimonio de Mbayé pone de relieve lo que es una realidad para miles de personas migrantes y racializadas en nuestro país, que sufren a diario el acoso policial como resultado de un racismo institucional que avala y alienta estas prácticas por parte de los cuerpos de Seguridad del Estado. Acoso, agresiones y detenciones arbitrarias es una realidad para una parte de la población obrera a la que al mismo tiempo se criminaliza, a veces usando la violencia policial como excusa para dicha criminalización.
Una forma de promover el racismo desde las propias instituciones del Estado que busca dividir a los oprimidos al mismo tiempo que justifica las bases de la explotación imperialista. El mismo racismo que justifica la hiperexplotación de las mujeres migrantes en el campo andaluz.
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Un racismo que no sólo proviene de las derechas y sus gobiernos. Podemos, la formación política de la que fue diputado Mbayé, es la que sostiene al actual gobierno racista que se vende como “progresista”, pero que nada ha hecho por revertir el racismo institucional, sino todo lo contrario, ser un garante del mismo.
Precisamente en materia migratoria, el Gobierno del PSOE y Unidas Podemos ha ejecutado políticas que son propias de la extrema derecha, como hemos visto de forma aberrante con con las últimas masacres en Melilla o la negativa a acabar con los CIES, verdaderas cárceles para migrantes. No sorprende así el último encuentro de Pedro Sánchez con la ultraderechista y presidenta del Consejo de Ministros italiana, Giorgia Meloni, donde acercaron posiciones y mostraron sintonía en muchos temas, uno de ellos justamente el relacionado con política migratoria.
El Gobierno actual y el “progresismo” cierra filas al frente de un país imperialista y de la “Europa fortaleza”, con políticas cada vez más racistas como el resto gobiernos europeos. Lejos de ser una alternativa al auge de las derechas, le abren el camino al asumir y normalizar lógicas de gobierno neoliberales, imperialistas y racistas, mientras el marco político se derechiza cada vez más y más.
La alternativa sólo puede pasar por la movilización y lucha de las migrantes, las mujeres, la juventud, las disidencias sexuales y el resto de la clase trabajadora contra el racismo institucional del Estado, contra sus cuerpos represivos, sus leyes de extranjería, o contra sus vallas y sus cárceles para migrantes. Una lucha con total independencia política y frente a todos estos gobiernos capitalistas, sean de derecha o “progresistas”. Unir en la lucha lo que el capitalismo y sus Estados tratan de dividir permanente: las demandas y solidaridad del conjunto de les oprimides por liberarse de toda explotación y opresión.
¡Desde Izquierda Diario nos solidarizamos con Serigne Mbayé y con todas las personas migrantes que sufren el racismo institucional!
Roberto Bordón
Andalucía