El nuevo escándalo que se ha desarrollado en Valparaíso tiene relación, entre otros casos, con el problema de las prácticas de los estudiantes. ¿Qué hacer en este escenario? ¡Que las comunidades educativas decidan!
Miércoles 7 de octubre de 2020
Ayer martes 6 de octubre, el alcalde de Valparaíso Jorge Sharp (ex Frente Amplio), fue entrevistado en la Alcaldía ciudadana para declarar e intentar aclarar la dramática situación que se vive al interior del municipio y la Cormuval.
Esto, relacionado al reciente informe de Contraloría Regional en el cual se responsabiliza a la Corporación Municipal de Valparaíso (CORMUVAL), por mala utilización de fondos públicos derivados de los recursos de la subvención escolar preferencial (SEP) e incluso los recursos de la subvención especial y diferencial de los Programas de integración Escolar (PIE), además de ratificar una falta de regulación legal en el contexto de capacitación y prácticas laborales en dos establecimientos de la comuna.
Esta última situación en rigor se ha extendido durante muchos años, denuncia que viene siendo ya bastante conocida en la comunidad porteña puesto que surge principalmente a través de reclamos provenientes de los propios apoderados.
Estos reclamos se comenzaron a realizar debido a las múltiples exigencias laborales a las cuales se sometieron a muchos estudiantes de los liceos en cuestión aludiendo a su formación profesional.
De acuerdo a lo señalado por el medio Cooperativa, además del problema de finanzas, en el informe se expresa "las labores desempeñadas por alumnos, a saber garzón o envolver colaciones no se relacionan con la enseñanza impartida en los liceos ni con los talleres de las especialidades de gastronomía, vestuario y gráfica", cuestión que habría sucedido con estudiantes menores de edad e incluso sin el consentimiento ni información a sus apoderados.
Respecto a esto, el alcalde Jorge Sharp se refirió para EMOL al informe emanado por la Contraloría manifestando que durante el periodo del ex alcalde DC, Hernán Pinto, este “tomó la decisión de levantar en esos liceos (Técnico y María Luisa Bombal) lo que se llaman áreas productivas, asociadas a las prácticas profesionales que los jóvenes debían realizar para poder licenciarse del oficio que tomaron", y posteriormente agregando "estas áreas han funcionado desde hace muchos años (…) Nosotros llegamos a inicios de 2017 y lo que la Contraloría nos dice que esta forma de trabajar estos temas está mal, porque las áreas productivas no están vinculadas a los procesos pedagógicos. Quizás antes esto se toleraba, pero ahora es algo que hay que corregir", de acuerdo a lo signado en el medio El Mostrador.
Tales declaraciones muestran el conocimiento que tenía el alcalde Sharp respecto a la situación, y esto tomando en cuenta que las propias comunidades educativas fueron quienes pusieron en alerta de estos hechos, desde el primer momento en que el trabajo se volvió una práctica casi explotadora para los estudiantes, lo cual fue apoyado por profesores y apoderados que finalmente recurrieron al recurso de protección para las y los estudiantes.
Esta situación incluso fue expuesta en consejos y asambleas gremiales comunales, en el fondo y más allá de cualquier cuestionamiento se trataba de un “secreto a voces” y que se mantuvo en un largo proceso que terminó en un lapidario informe de contraloría frente a los hechos ocurridos también por varios años en la administración de Sharp, por lo cual contraloría emitirá un reparo al tribunal de cuentas por más 930 millones de pesos.
Basta de irregularidades ¡Que las comunidades educativas decidan!
Estos hechos lamentable para la comuna de Valparaíso y para la educación pública en particular no hace más que poner en evidencia las cada vez más recurrentes irregularidades, como han sido los cuestionados concursos públicos de directores, la mala utilización de los fondos de las subvenciones, o las irregularidades en las prácticas escolares de los liceos técnicos.
Estas prácticas, sólo le dan espacio a la derecha y las partidos tradicionales para desplegar un discurso hipócrita frente a las irregularidades en el municipio, cuando gran parte de estas se dieron en el marco de su propio periodo al frente del municipio con el ex alcalde UDI Jorge Castro.
Hoy el alcalde Sharp pide la renuncia a la directora de educación Silvana Sáez y con esto nada soluciona, si seguirá administrando bajo las lógicas pasadas, sin embargo nada resuelve para el gerente de la Corporación Marcelo Garrido y tampoco menciona a Mario Díaz director del Liceo Técnico, presidente comunal del Colegio de profesores y además marido de Silvana Sáez. No cabe duda de que acá todos tienen una gran cuota de responsabilidad en los hechos que a sabiendas se mantuvieron, profundizando así, las mismas malas prácticas que que tanto cuestionaron de la derecha.
Es por esto necesario señalar que hoy más que nunca debemos luchar por una educación gratuita, pública de calidad respetuosa de los derechos, diferencias y que promueva la participación de las comunidades educativas a través de sus diversos estamentos. Considerando de manera primordial las decisiones importantes que recaen sobre los trabajadores de la educación, las y los profesores, estudiantes, y apoderados ¡Basta ya de prácticas añejas y podridas!¡Que las comunidades educativas sean quienes decidan!
