Rumbo a 2024. Sheinbaum en Xochimilco y la construcción de su candidatura presidencial

El 18 de junio del año en curso, Claudia Sheinbaum, aspirante a la candidatura de MORENA para la elección presidencial del 2024, se reunió con algunas y algunos dirigentes indígenas y jóvenes afines a su partido en la alcaldía de Xochimilco, Ciudad de México, bajo el discurso de “defender la tierra, el agua y el maíz, símbolo de las culturas prehispánicas…”.

Esta reunión debe entenderse en el marco de la carrera presidencial que lleva más de un año entre las figuras más fuertes de la 4T (Ebrad, Sheinbaum, Monreal y Adán Augusto) y que buscan suceder a López Obrador en el ejecutivo federal. Ante la debilidad de la oposición de derecha para articular un proyecto político atractivo para el grueso de la población que ve con desconfianza las políticas neoliberales de la alianza “Va por México”, esta precampaña interna de MORENA tiene la particularidad de ser la arena en donde lo más probable es que saldrá el próximo o próxima presidenta de México.

Es por eso que los precandidatos están poniendo toda la carne al asador para movilizar a sus bases y a sus contactos políticos, con el fin de ganar el favor político de AMLO, el cual va a ser determinante para cargar de un lado u otro las preferencias al momento de que se realicen las encuestas que determinen al candidato presidencial.

Sheinbaum y su “rostro social”

Sheinbaum y MORENA han basado su discurso político en la “justicia social” y en “otorgar derechos”. Entre las que se destacan el cuidado del medio ambiente, el agua y los territorios de las comunidades indígenas y campesinas. Este accionar le ha traído a la ahora ex jefa de gobierno de la CDMX réditos políticos, pues ha conseguido un amplio apoyo entre militantes de su partido y la población en general.

En su primer acto público como exjefa de gobierno, Claudia Sheinbaum visitó la alcaldía Xochimilco en medio de loas de “¡Es un honor estar con Claudia hoy!”, “¡Unidas con Claudia!” y “¡Futura presidenta!” que le gritaban personas que la esperaron pese a su retraso de una hora, según lo programado. Así, Sheinbaum Pardo arrancó con un ritual parecido al que le hicieron a López Obrador en el Zócalo capitalino el 1 de diciembre del 2018, cuando comenzó su sexenio.

Pero no debemos olvidar que, a finales de 2022, en el pueblo de San Gregorio, Xochimilco, la que fuera titular del gobierno local ordenó la instalación de tuberías que, según la denuncia de diversos activistas, servirían para sacar el agua de las comunidades y llevarla a las zonas más acaudaladas de la capital. Ante esto, pobladores se manifestaron y la ejecutiva capitalina ordenó al cuerpo de granaderos que reprimieran para que la obras siguieran.

No obstante, lo que Claudia Sheinbaum no esperó es que esta provocación despertó la indignación entre los habitantes de los pueblos de Xochimilco, que se organizaron para enfrentar a las fuerzas represivas, lo que desató enfrentamientos y bloqueos. Ante la imposibilidad de imponer la obra, la jefa de gobierno reculó y ordenó detener la instalación de las tuberías, marcando un triunfo para los defensores del territorio y del agua.

Como se puede observar, el discurso social de la aspirante a la presidencia es bastante cuestionable, pues ahora se reúne con algunos representantes indígenas, pero en otros momentos no ha tenido problema en imponer sus mega proyectos, buscando despojar a las comunidades de recursos como el agua para abastecerlos. Por eso, es importante que, desde los trabajadores, las mujeres, las comunidades campesinas y originarias y la juventud construyamos una alternativa políticas propia e independiente, que peleé realmente por los derechos de todos y todas, como son la protección real al territorio y los recursos naturales, derecho pleno al aborto en todo el país, contra la precarización laboral y por mejorar nuestras condiciones de vida.

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