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Red Internacional
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Relación México-EEUU. Sheinbaum evita confrontar las amenazas colonialistas de Trump

El round más reciente de las crecientes tensiones entre la presidenta Claudia Sheinbaum, y el presidente electo Trump, acabó con una negativa por parte de la mandataria de México de pronunciarse sobre los comentarios del próximo presidente estadounidense, donde llamó a anexar a México y a Canadá a su territorio.

Martes 10 de diciembre de 2024

Sin duda, el discurso de Trump busca alentar a su base social y fortalecer su imagen interna, construyendo un enemigo externo, el cuál estaría en la irresponsabilidad de sus principales aliados económicos, alertando que son ellos quienes promueven el ingreso de miles de migrantes Estados Unidos y, supuestamente, de las drogas al territorio estadounidense .

Pero el tono de estas declaraciones ha ido en aumento, en algo que no queda claro si es una bravuconada o pudiera ser realizado una vez que asuma el cargo, ha llamado a que si la situación sigue como está, México y Canadá tendría que ser parte del territorio de EEUU, pues este país estaría subsidiando a las otras dos economías, un verdadero alarido ultraderechista.

La presidenta, la 4T y el antiimperialismo

El discurso de la 4T durante el sexenio anterior, y éste que está iniciando, siempre ha sido el de recalcar que nuestro país es soberano, independiente, y que no se sobaja ante nadie. Y este ha sido un mantra básico contra Ken Salazar, el rey de España y ahora contra Trump, pero necesitamos analizar qué tanto es discurso y qué tanto es realidad.

Claudia Sheinbaum acaba de marcar un giro en su estrategia: dejó la confrontación de lado, esquivó las preguntas que le pedían pronunciarse sobre estos dichos, lo redujo a un problema de formas de comunicar mensajes, y dejó claro que no quiere seguir escalando el conflicto.

Pero lo cierto es que quiere ganar tiempo, sabe que la amenaza arancelaria va a ser un sismo económico para México, y de hecho se ha puesto ya manos a la obra para realizar acciones que son presentadas como supuestos golpes al trafico de fentanilo , como la publicidad en torno a un presumido decomiso en Sinaloa. Así también el el endurecimiento de la política migratoria, con lo cual, así como con AMLO, la Guardia Nacional volverá a ser la Border Patrol en territorio nacional.

Ciertamente cualquier soberanía e independencia es muy limitada mientras exista subordinación en materia de seguridad - cuando es legal, por ejemplo, que entre personal militar de EU a instruir personal mexicano -, o en el terreno de la economía, como se ha visto con los ataques contra mercancías provenientes de China en nuestro país.

Difícilmente se puede enfrentar al mayor imperialismo del planeta con cartas y declaraciones, sumándose a sus planes estratégico-económicos, acatando sigilosamente sus exigencias.

Contra la xenofobia y el colonialismo

Trump amenaza con aranceles, deportaciones masivas e insinúa que es necesario anexar a México y Canadá a EEUU, afirmando que esto le daría control de la mayor franja de territorio al norte del Ecuador, en el continente. Esto sin duda tiene mucho de bravuconada, pero lo que busca es, además de sus razones al interior de EEUU, imponer su agenda respecto a México en estos temas que son fundamentales para su futuro gobierno, obligando con esas amenazas a que Sheinbaum y Morena jueguen una vez más el rol de contener la migración. Es una apuesta ambiciosa y que tras de sí no puede sino traer miseria y pauperización de los trabajadores en ambos lados de la frontera.

Es por eso que necesitamos pensar en perspectiva antiimperialista cómo enfrentar estos ataques, las y los trabajadores de todas la nacionalidades y colores tenemos que encarar estos ataques,, expresando la necesidad de rechazar y revertir los planes que pretenden beneficiar a un puñado de mil millonarios estadounidenses con el empobrecimiento y la precarización de las mayorías populares de América del Norte.

Y en particular, a ambos lados de la frontera nos tenemos que movilizar contra las deportaciones masivas, por una inmediata regularización de la situación migratoria de todas las personas, por el libre tránsito y en defensa del derecho humano a migrar. Los sindicatos de Estados Unidos, Canadá y México tienen que ponerse al frente de pelear y coordinar la solidaridad de los trabajadores nacionales y extranjeros. Es fundamental la unidad internacionalista de las y los trabajadores y pueblos de los tres países.

Pero también, en el caso de Estados Unidos, de organizar ahí donde sea necesario paros, huelgas, cortes a vías de transporte de mercancías, fábricas y negocios claves para los grandes empresarios y los capitales imperialistas, exigiendo inmediatamente el cese de aranceles y de intentonas coloniales contra México, Canadá y cualquier país.

Para enfrentar los planes reaccionarios del xenofobo y racista Donald Trump, tenemos que construir una potente izquierda antiimperialista, anticolonialista, internacionalista y socialista, que luche por una integración en clave socialista de los países de la región, donde los bienes comunes naturales, el desarrollo tecnológico y científico estén al servicio de satisfacer las necesidades de la clase trabajadora y los sectores populares. En México, eso solo lo podemos hacer con una perspectiva claramente independiente, no solo de la derecha, sino también del progresista Morena y el gobierno de Sheinbaum.