La candidata a la presidencia del Morena, PVEM y PT, Claudia Sheinbaum, explicó ayer en una entrevista con estudiantes de la URC, que replicará su modelo de universidad en todo el país si llega a ganar la presidencia.
Miércoles 10 de enero de 2024
La aspirante presidencial de la coalición de partidos compuesta por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados Partido Verde (PVEM) y Partido del Trabajo (PT), Sheinbaum, declaró en una entrevista que, en caso de ganar la presidencia de México, buscará que el modelo de la Universidad Rosario Castellanos (URC) sea replicado en todo el país. El argumento esgrimido fue que:
“Hay estudios que muestran que mientras más nivel educativo hay menor pobreza, o mientras más nivel educativo hay menos violencia. El tener acceso a la educación abre las posibilidades de una nación”. También explicó que en la URC no existe el examen de admisión sino un curso propedéutico como forma de entrar, para que nadie quede excluido de la educación superior, pues el propedéutico se cursa hasta que se pasa y así se puede ingresar. Así es como hay alrededor de 50 mil estudiantes cursando en sus siete planteles en la Ciudad de México.
Ahora, la intención de aumentar el número de instituciones de educación superior es importante y nada despreciable, ya que son necesarias para garantizar el derecho de acceso a este nivel de instrucción, sin embargo, no podemos obviar que un mayor nivel educativo no garantiza mejores condiciones laborales. A propósito de esto último, un buen ejemplo es la condición actual de los trabajadores que laboran en las universidades, administrativos, de intendencia y profesores, en donde los estudiantes también son afectados.
Un caso de esto es la propia comunidad de la URC, pues la doctora Sheinbaum omitió un “pequeño detalle” en sus declaraciones que exaltan a la institución que ella creó: las condiciones en las que se encuentran operando los diversos planteles de la Rosario Castellanos.
La realidad de precarización de la URC
Como lo narró un docente de la propia URC a La Izquierda Diario Mx, las condiciones tanto laborales como educativas de dicha universidad no son las mejores, pues se encuentran en una condición laboral precaria y vulnerable al estar contratados como personal de confianza, una forma de contratación que les niega la posibilidad de basificación, lo que implica no tener estabilidad laboral, un Contrato Colectivo de Trabajo o, en su defecto, condiciones generales de trabajo como tienen los trabajadores que laboran en la educación básica y poder estar afiliados a un sindicato, además de que los salarios con los que cuentan llegan a ser insuficientes.
La misma situación se replica en los trabajadores administrativos y ni hablar de los de intendencia, que están contratados de forma terciarizada (outsourcing), es decir, la institución ni siquiera los reconoce como propios, sino que contrata a un tercero, una empresa que hace la limpieza y que también les niega los derechos laborales. Estos esquemas, que fueron introducidos a nuestro país por el neoliberalismo, prevalecen en instituciones que creó la 4T.
Todo esto impacta directamente en la educación que reciben los alumnos, pues en el caso de los docentes, su labor se ve mermada por la búsqueda de otros trabajos que completen sus ingresos, lo que reduce el tiempo que pueden dedicarle a los estudiantes y eso afecta en los contenidos y la atención. A lo que se agrega la falta de infraestructura, como las bibliotecas, entre otras cosas, que también tienen un efecto negativo en el desarrollo de los estudios.
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Las UBBJ como antecedente
Pero este no es un caso aislado, recordemos que el actual titular del Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) tuvo como una de sus principales promesas de campaña crear 100 nuevas universidades para resarcir el daño a los jóvenes por la falta de acceso a la educación superior. El resultado de eso fue que, cuando llegó a la presidencia, fundó las Universidades del Bienestar Benito Juárez (UBBJ), que en realidad dieron cupo a un porcentaje muy reducido de la población juvenil.
Las UBBJ se caracterizaron por tener los mismos problemas que hoy docentes señalan en la URC, que incluyen la precarización laboral y educativa, así como la falta de infraestructura, a lo que se agregaron despidos por recortes presupuestales y por persecución política contra los que se opusieron a los abusos patronales. Lo que muestra que Sheinbaum sigue la misma línea de AMLO, una de ataque contra los trabajadores disfrazada de política progresista de cobertura educativa superior, para ganar votos y legitimidad.
Unidad contra la precarización
Crear universidades e instituciones de educación superior es algo que la población necesita para garantizarle el derecho a la educación, sin embargo, hacerlo sobre la base de la precarización en todos los sentidos, no puede resultar más que en una simulación, sin hablar del avance de la precarización en las universidades públicas previamente existentes.
Para acabar con la precarización laboral y educativa, conquistando demandas como el aumento al presupuesto educativo (y no para la militarización del país), es necesaria la movilización unitaria de todos los niveles educativos, con independencia política del gobierno y los partidos del régimen, pues bajo la 4T continúa la precariedad también en los niveles básico y medio superior.
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